Del ruido electoral al voto a favor: las estrategias de la oposición ante las reformas de López Obrador

La oposición pronostica diversos escenarios en el debate parlamentario de las iniciativas enviadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador. El que ven más probable es que ninguna de las propuestas llegue a discusión en el pleno. En el peor de los casos, las modificaciones a la Constitución de mayor calado ―la elección los ministros de la Suprema Corte por voto popular o la desaparición del INE y de los órganos autónomos― serán un martillo con el que seguir marcando la agenda, pero poco más, pues no tienen la mayoría calificada que requieren. En toco caso, no descartan el voto a favor de algunas propuestas cuyo rechazo supondría un fuerte costo político para ellos. Desde las bancadas del PRI, PAN y PRD ven en la veintena de reformas un único uso, el electoral.

Aunque el futuro del último periodo de sesiones de la legislatura es incierto, en el frente opositor están convencidos que esta cascada de modificaciones a la Constitución y a leyes secundarias no tienen la menor intención de ser aprobadas por los legisladores del partido gobernante. Diputados de las tres fuerzas opositoras coinciden en advertir de que el avance en el debate de las iniciativas será utilizado al ritmo que marque la campaña de la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, que ya las ha hecho suyas. Por ello, en el eventual escenario de que lleguen a discutirse en comisiones, incluso en el pleno, no hay intención de Morena y sus aliados de que ninguna llegue a término. “Lo que vemos es que no hay voluntad para sacar estas iniciativas. Ni Morena ni la oficina presidencial tienen ninguna prisa para sacarlas. Si fuera así sacarían todos los trámites, como lo han hecho en otras ocasiones, saltándose el proceso. Lo que vemos es que tienen un único fondo político para incidir en el proceso electoral y que la candidata las ponga sobre la mesa”, señala el vicecoordinador del PAN Héctor Saúl Téllez.

El coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier, ha anunciado ―sin que exista aún un acuerdo suscrito por las siete fuerzas políticas en la Cámara baja―, que se alistan cinco foros nacionales, 32 estatales y 300 asambleas en todo el país. Las fechas que ha puesto sobre la mesa para realizar este parlamento abierto son del 20 de febrero al 15 de abril próximos. Para su votación en comisiones han destinado tres días para luego iniciar su discusión en el pleno a partir del 18 de abril y de ser necesario hasta el 30 del mismo mes, cuando concluya el periodo ordinario de sesiones. Justo en el ecuador de la campaña presidencial. El frente opositor ya alistaba solicitar parlamento abierto. Morena se les ha adelantado. Aunque han aplaudido la iniciativa y están en disposición de aceptar, lo ven como una mera simulación.

De acuerdo con diversos diputados federales consultados, esta extrema formalidad de la mayoría oficialista no es más que una táctica dilatoria para ganar tiempo y utilizar el debate a conveniencia en buena parte de la campaña. De acuerdo con la propuesta de Morena, se prevé que participen en los foros y asambleas: universidades, académicos, especialistas, organizaciones civiles y el público en general interesado en los temas. El próximo martes se prevé que este acuerdo se apruebe con algunas modificaciones. Con el acuerdo suscrito por la mayoría de las fracciones parlamentarias arrancará el debate de las reformas de López Obrador, que la oposición califica de “farsa” y “vacilada”. “Lo que tenemos de estrategia es apoyar estas (reformas) que no hacen daño, ni modo que te opongas. Hay que esperar a ver cómo resuelven el problema financiero de pensiones. Además, informar en la campaña que las propuestas dañinas no van a pasar”, ha señalado Jorge Triana, vicecoordinador de la bancada panista.

Consideran que la reforma para que los trabajadores reciban como pensión el 100% de lo que percibían en su vida laboral es un engaño a la población debido a que está topada. Únicamente servirá para aquellos que ganen por debajo de 16.777 pesos, que es menos del 10% de la población que labora en México. El engaño, dicen los legisladores, será expuesto por ellos de manera sistemática. Sin embargo, la oposición está dispuesta a jugar el juego de Morena. Como ya habían adelantado, PAN, PRI y PRD aprobarán todas las propuestas que sean en beneficio de la población. Van con la reforma a las pensiones, incluso en los términos que plantea el mandatario, sabedores de que no hay intención del oficialismo de que transiten y menos tan pronto, cuando aún no inicia la campaña presidencial. “Estas reformas tienen problemas de formalidad, tiene mucho engaño y tiene una difusión que no corresponde, por parte del Gobierno, a lo que dice la iniciativa”, señaló en la semana el coordinador de los diputados del PRI.

Como parte de su estrategia para contrarrestar el uso electoral que Morena dará a sus reformas, las fuerzas opositoras tienen planeado ejercer presión sobre la bancada oficialista y sus aliados para someter a discusión y votación dos reformas que el oficialismo busca frenar. La reducción de 48 a 40 horas la jornada laboral y la que modifica la edad para recibir la pensión de adultos mayores, que pasaría de 65 a 60. Ninguna está en la agenda oficialista.

Movimiento Ciudadano, la cuarta fuerza de oposición en la Cámara baja, no dista de las otras bancadas, con las que ha marcado una línea derivada de los desencuentros entre las dirigencias. El recién nombrado coordinador de la bancada, Braulio López, señala que su bancada analizará las iniciativas presidenciales pero advierte de un claro uso electoral . “Hay algunas reformas que son meramente enunciativas, que son muy fáciles. Hay catálogos de buenos propósitos pero no te dicen cómo se van a hacer y otras que son claramente regresivas, que afectan a órganos autónomos, poderes que saben claramente que no podrían pasar por la constitución de la Cámara y que tienen un claro tamiz electoral. Lo que escuché del coordinador Mier (Morena) es que algunas no se tratarán”.

El pronóstico de Movimiento Ciudadano que, adelantan, es apresurado porque el escenario cambiará de acuerdo al progreso de las campañas electorales, es que transiten las propuestas fáciles y populares, como el salario mínimo por arriba de la inflación, elevar a rango constitucional los programas sociales que son atractivos como bandera de campaña.

En el PAN han iniciado el análisis de una posible contrapropuesta de reforma en materia de pensiones. Sin embargo, no es a corto plazo. Alistan que en caso de que se concrete, pueda ser presentada por la candidata de la oposición Xóchitl Gálvez durante su campaña, no en este periodo de sesiones. “Primero sí existe la intención, se están preparando las propuestas. No existe un proyecto, se están analizando algunas ideas, el problema más grande que se ha encontrado para ser responsables es el financiamiento. Lo que mandó el presidente es una vacilada”, señalan legisladores panistas.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país