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López Obrador felicita a Arévalo y acusa una “táctica dilatoria” para impedir su investidura en Guatemala

El presidente de México dijo que buscará reunirse con su homólogo guatemalteco para tratar temas como la cooperación y la crisis migratoria

Andrés Manuel López Obrador y Bernardo Arévalo
Andrés Manuel López Obrador y Bernardo ArévaloEFE / EL PAÍS
Elías Camhaji

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha sumado a la ola de felicitaciones a Bernardo Arévalo, que tomó posesión en Guatemala en la madrugada de este lunes. El mandatario mexicano criticó los intentos de demorar la investidura de su homólogo guatemalteco, en una ceremonia de entrega del poder que estuvo marcada por la tensión. “Hubo una evidente táctica dilatoria”, señaló López Obrador, que anunció que buscará entablar comunicación y reunirse lo antes posible con Arévalo para cuidar las relaciones de buena vecindad entre ambos países y para tratar temas prioritarios como la cooperación para el desarrollo y la crisis migratoria.

“Somos vecinos, amigos y estamos muy contentos”, declaró López Obrador sobre la llegada de Arévalo al poder, el último capítulo de una saga que ha tenido al país centroamericano al borde de la crisis política, con intentos para evitar que refrendara su triunfo en las urnas de agosto pasado y una larga persecución judicial contra su proyecto político, Movimiento Semilla. La investidura se retrasó alrededor de diez horas y tuvo en vilo a la región, entre especulaciones sobre la posibilidad de un golpe de Estado y trámites protocolarios que se extendieron hasta las tres de la mañana en el Congreso guatemalteco.

“Los diputados que salían se tardaron, los que entraron también y se fue pasando el tiempo, desde luego con pugnas, confrontación, afortunadamente pacíficas, pero sí hubo hasta el final esta resistencia”, reseñó López Obrador, que adelantó el viernes pasado que no iba a acudir de forma presencial a la ceremonia. “Estuve pendiente”, dijo. La decisión de ausentarse le valió críticas de todo el espectro político, a la luz de la incertidumbre que acompañó el proceso de entrega del poder por parte del presidente saliente Alejandro Giammattei. La secretaria de Relaciones Exteriores y representante mexicana en el acto, Alicia Bárcena, calificó a Arévalo como un gobernante “progresista y de transformación”. El chileno Gabriel Boric, el colombiano Gustavo Petro y el rey de España, Felipe VI, fueron algunos de los jefes de Estado que se dieron cita, entre alrededor de 60 delegaciones diplomáticas.

El consenso político regional es que las maniobras judiciales para evitar el nombramiento de Arévalo como presidente eran inaceptables en un régimen democrático, con condenas emanadas desde la Unión Europea y Estados Unidos hasta los Gobiernos latinoamericanos que se identifican como progresistas. López Obrador ya había hecho en diciembre referencia a “resistencias” que buscaban impedir la transmisión pacífica del poder. “No queremos que haya inestabilidad política en Guatemala”, zanjó el presidente mexicano en aquella ocasión.

El mandatario calificó las tensiones políticas en el país vecino como una prueba “difícil” y “penosa”, al resaltar que el margen de victoria de Arévalo frente a su rival, la ex primera dama Sandra Torres, fue amplio. “Nos enfrentamos a nuevos fenómenos autoritarios como la cooptación corrupta de las instituciones estatales por parte de grupos criminales que explotan su apariencia democrática para traicionar los principios de libertad, equidad, justicia y fraternidad en los que se fundamentan. Esta es la lucha que estamos enfrentando en Guatemala y en otras partes de Centroamérica”, dijo Arévalo en su primer discurso como presidente.

“Vamos a mejorar la cooperación en todos los aspectos, lo económico, lo social, lo cultural”, dijo López Obrador, que tendió la mano a Arévalo para trabajar juntos y capitalizar sus coincidencias ideológicas. El presidente mexicano dijo que aún no había hablado con el líder guatemalteco tras la turbulenta jornada del domingo ni tampoco puso fecha a un encuentro entre ambos. Después del traspaso del poder en Guatemala llega el turno de México, que tendrá elecciones presidenciales y para renovar las dos Cámaras del Congreso el próximo 2 de junio.

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Sobre la firma

Elías Camhaji
Es reportero en México de EL PAÍS. Se especializa en reportajes en profundidad sobre temas sociales, política internacional y periodismo de investigación. Es licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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