La pérdida del ciclo escolar y el rezago educativo: la otra devastación que deja el huracán ‘Otis’

La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) ha advertido de que existe un riesgo latente de que 214.716 estudiantes de los tres niveles educativos en Acapulco pierdan el ciclo escolar por la falta de planteles educativos tras la devastación que dejó el huracán Otis. El presidente de esta organización que agrupa a padres en comités estatales y regionales de los 32 Estados del país, Israel Sánchez Martínez, ha señalado que prevén una crisis educativa por el rezago que se viene arrastrando desde la pandemia por la covid-19. Sin embargo, sin los servicios básicos restablecidos en su totalidad ––entre ellos la red eléctrica y la red de Internet, así como las pérdidas totales de viviendas, enseres y aparatos eléctricos como computadoras y teléfonos móviles–– la titular de la Secretaría de Educación, Leticia Ramírez, prevé recurrir a clases virtuales para resarcir el rezago educativo de niños y jóvenes de todos los niveles escolares (básico, media y superior), quienes han perdido, además de sus pertenencias más básicas, sus centros educativos.

Las estimaciones sobre los daños son dispares, según quien lo diga: la SEP reporta 445 planteles afectados, mientras que la UNPF registra 1.200. Estas cifras únicamente contemplan a Acapulco y a Coyuca de Benítez, dos de los 46 municipios guerrerenses. Los tutores han equiparado la repercusión educativa en el puerto del Pacífico como una segunda pandemia, incluso más grave por la escasez de alimentos para los estudiantes. El portavoz de la UNPF ha hecho un llamado a los tres órdenes de Gobierno para trabajar con la misma velocidad en restablecer la infraestructura turística y la educativa.

Sánchez Martínez ha considerado poco viable la propuesta de la secretaria federal. Los alumnos han perdido sus casas y padecen importantes carencias. “No existen las condiciones ni de infraestructura, ni de telecomunicaciones para que los niños regresen en esta modalidad y en caso de que regresaran las familias no tienen los recursos para que puedan tomar las clases. Lo que estamos previendo es que se pierda el año escolar y habría que ver qué estrategias va a emplear la Secretaría de Educación para recuperar el rezago, que ya traían (los alumnos)”, comentó en entrevista telefónica.

El representante de los padres de familia ha señalado que, de acuerdo al análisis que han hecho en la UNPF, al menos 6.000 familias acapulqueñas requieren de atención urgente de alimentación, vivienda y salud. La única vía que ven para salvar el ciclo escolar es que se rehabilite a la brevedad el 40 % de los centros educativos de mayores dimensiones, para que a finales de enero o principios de febrero de 2024 se retome el periodo escolar. Proponen dos turnos diarios para atender a la mayor matrícula posible mientras se reconstruye el resto de los planteles. “Hay inmuebles que se pueden restablecer en máximo 90 días, es decir, a finales de enero y principios de febrero” refiere.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que un porcentaje de las empresas turísticas, principalmente del ramo hotelero, estarán en condiciones de prestar servicios en diciembre próximo, una de las temporadas de más alta derrama económica en el puerto hasta antes de Otis. Adicionalmente, para la recuperación de Acapulco se han destinado cerca de 61.000 millones de pesos, sin embargo, los padres de familia advierten de que no hay proyecciones para la reconstrucción de los centros educativos porque todo se ha volcado en la reactivación económica. “En términos educativos se debe tomar en consideración que así como se necesita reactivar la economía, el turismo, también el ciclo escolar. Para las familias es importante porque el niño necesita atención durante la jornada laboral. Tiene que haber un plan emergente para restablecer las escuelas lo más pronto posible”, apunta Sánchez Martínez.

El riesgo de la pérdida del ciclo escolar no solo obedece a la falta de aulas, sino también a la falta de recursos económicos y técnicos. Por ello, la UNPF ha señalado un incremento del abandono escolar que recrudecerá el rezago educativo en el puerto de Guerrero. “Pronosticamos una deserción, que pierdan este año escolar y que se recuperen el siguiente”, señala el vocero. Este jueves, en una comparecencia la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, la titular de la SEP fue cuestionada por la oposición sobre el trabajo que realiza en coordinación con las autoridades educativas del Estado para restablecer las clases. Al respecto, Leticia Ramírez refirió, sin dar una fecha, que han proyectado un regreso paulatino en tanto se reconstruyen los planteles educativos, así como la posibilidad de que los estudiantes regresen en la modalidad virtual.

“De acuerdo a las características del censo que hemos hecho, el regreso a clases será paulatino y diferenciado. Durante la pandemia aprendimos a trabajar con otros sistemas. Vamos a trabajar con un método en donde podamos informar a través de los medios tecnológicos y las redes. Para que los niños que aún no han podido regresar a clases tengan materiales educativos que les permitan seguir avanzando”, señaló la titular de la SEP. Además, ha asegurado que ya se retomaron actividades educativas en algunos planteles, los menos dañados.

Los padres de familia han rechazado las afirmaciones de Ramírez ante el Congreso. La UNPF estima que de los 1.224 centros educativos desde nivel básico, medio superior y superior, 1.200 han sido dañados y requieren una intervención mayor. “Las escuelas, todas tuvieron un nivel de afectación, pero las que han reportado las autoridades, directores y supervisores como que hay que ir a revisarlas porque tienen una afectación mayor, al día de hoy son 445, porque todos los días estamos trabajando en eso. Y estas ya estuvieron los equipos técnicos para ver qué tipo de daños tuvieron y cómo lo vamos a hacer”, ha señalado la secretaria de Educación ante los legisladores.

La preocupación de los padres de familia va más allá de la recuperación de los planteles: está de por medio el rezago académico de los estudiantes que se agudizó por la pandemia de la covid-19, al que ahora se suma el periodo para reconstruir Acapulco tras el paso del huracán Otis. “Guerrero fue uno de los estados en donde se registró más deserción escolar en la pandemia, apenas se estaba recuperando. Con esta crisis del huracán no nos dan las condiciones para que se recuperen. Se requiere de un plan integral, por ejemplo, aprovechar el verano y ya tener entres el 40% y 50% de la infraestructura para que los niños puedan reforzar sus conocimientos. Lo que más nos preocupa a los padres de familia es que van a perder el año y no van a aprender. Ya se le hizo el planteamiento a la secretaria de Educación, que vean que no es solo un tema de infraestructura, se suma tres y hasta cuatro veces más el rezago educativo. La pérdida del ciclo escolar es latente en Guerrero”, señaló el representante de la UNPF.

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