La sombra del fraude planea sobre la interna presidencial del Frente Amplio por México

La tríada partidaria entre el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se tambalea. La dirigencia de este último ha reclamado este jueves una supuesta exclusión de sus aspirantes en la interna presidencial del Frente Amplio por México y ha anunciado “una pausa” en la participación del partido de izquierdas en el comité organizador del proceso de selección. La primera fase de la elección del candidato que llevará la alianza opositora a las presidenciales 2024 concluyó esta semana. El requisito era juntar 150.000 firmas en 17 Estados. Tanto Silvano Aureoles, exgobernador de Michoacán, como Miguel Ángel Mancera, exjefe de Gobierno de Ciudad de México, habían anunciado que alcanzaron los apoyos requeridos. Sin embargo, minutos antes del anuncio oficial les avisaron que no cumplían con lo pedido. El comité organizador solo dejó pasar a la segunda fase del proceso a cuatro: los panistas Xóchitl Gálvez y Santiago Creel, y a los priistas Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid.

Jesús Zambrano, el presidente del PRD, había guardado silencio desde el anuncio del Frente la tarde de este miércoles. Mientras Mancera y Aureoles hicieron público su descontento y sembraron de dudas el recuento de firmas, Zambrano optó por no hablar públicamente hasta la mañana de este jueves, cuando llamó a conferencia de prensa en la Cámara de Diputados. Allí, acompañado de los dos aspirantes de su partido y un grupo de diputados, aseguró que su formación seguía dentro de la coalición, pero manifestó su descontento y pidió explicaciones sobre cómo pudieron contabilizar 1,9 millones de participaciones en apenas unas horas. “No compartimos esta decisión, acompañamos en su reclamo a nuestros dos aspirantes a la coordinación del Frente Amplio por México [el nombre que le han dado al candidato para evitar sanciones del Instituto Nacional Electoral]”, ha dicho el líder del partido.

La dirigencia ha pedido explicaciones suficientes para “transparentar” el proceso que dejó eliminados a los dos aspirantes del PRD y ha asegurado que consiguieron unas 500.000 firmas de apoyo en todo el país. “Cuando se habla de que por irregularidades o inconsistencias de distinto tipo, aplicando de última hora criterios que no estaban en la convocatoria original, nosotros expresamos desde luego nuestra molestia”, ha señalado Zambrano, que reclamó que se dejara caer que como partido hicieron “cosas indebidas”.

“Pensamos que hay una exclusión política indebida”, ha comentado Zambrano, el único orador en la escueta conferencia que dio el partido, y ha señalado además que pedirá en carácter de urgencia una reunión con quienes realizaron el conteo de las firmas para que puedan darles explicaciones. “Hoy anunciamos que establecemos una pausa en nuestra participación en el comité organizador a la espera de que se den las aclaraciones pertinentes”, ha agregado en un duro mensaje dirigido a toda la alianza, pero también a las dirigencias de los otros dos partidos. “No vamos a aceptar exclusiones políticas de nadie”. El reclamo apuntó a que los criterios del recuento solo afectaron a sus dos aspirantes, mientras que los del PRI y el PAN no se vieron afectados.

El primer requisito del método era conseguir 150.000 firmas en 17 Estados, con un mínimo de 1.000 y un máximo de 20.000 en cada entidad. Esto dificultó a personajes que son principalmente conocidos en sus regiones, como fue el caso del panista Francisco García Cabeza de Vaca, que superó el número necesario, pero no estaban lo suficientemente repartidas en todo el país. “Me hubiera gustado que fueran un poco más flexibles con los tiempos de recaudación de firmas, así como lo fueron con las fallas que hasta el día de hoy presenta la plataforma”, reclamó el exgobernador de Tamaulipas, en referencia a los problemas reportados en el sitio web de la oposición, que afectaron por los menos los primeros días de la campaña.

Mancera explicó después del anuncio que tenían pactada una cita con el comité a las 17.00 horas, y unos minutos antes le enviaron un correo electrónico en el que le anunciaban que no había cumplido con los requisitos porque de las 195.000 firmas que había registrado, unas 7.000 pertenecían a otras fuerzas políticas externas al Frente, uno de los impedimentos para dar el apoyo, otras 30.000 personas habían tecleado mal el número de identificación. Además reportó más del límite superior en Ciudad de México, la entidad que gobernó entre 2012 y 2018. “En unas horas revisaron dos millones de firmas, son Superman”, comentó irónicamente en entrevista con este periódico. “Es desalentar lo que estamos construyendo”.

La falta de información que ha rodeado todo el proceso interno de Va por México, que ha ido anunciando todos los pasos sobre la marcha, rinde cuentas ahora a la tríada partidista. Hasta el momento, todos los jugadores se habían mostrado amigables y poco confrontativos entre ellos. Pero a medida que se ha ido cerrando la contienda hacia menos aspirantes, las tensiones han ido en aumento. El Frente deberá disipar ahora las dudas planteadas por el PRD, para evitar que su candidatura pierda credibilidad en un proceso que apenas comienza, pero que deberá tener el próximo 3 de septiembre un único nombre para llevar en la boleta.

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