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La CFE se entrega al Tren Maya: 8.000 millones de pesos para una zona olvidada

La paraestatal eléctrica dedica un plan de inversión millonario a fortalecer la obra estrella de López Obrador en el sureste del país, que por años ha padecido la falta de infraestructura

Trabajadores en el primer vagón de Tren Maya a Cancún, el 7 de julio.
Trabajadores en la presentación del primer vagón de Tren Maya en Cancún, el 7 de julio.Elizabeth Ruiz (CUARTOSCURO)
Karina Suárez

El Tren Maya se ha convertido en una prioridad para la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El director de la paraestatal eléctrica, Manuel Bartlett, informó esta semana que se desembolsarán 8.000 millones de pesos, unos 500 millones de dólares, para la construcción de centrales de generación, subestaciones, líneas de transmisión y distribución eléctrica a lo largo de la megaobra que recorrerá los cinco Estados del sureste mexicano.

Una parte de estos recursos, precisó el director de la CFE, será para electrificar 690 kilómetros de los 1.554 kilómetros de longitud total del tren, lo que supone un 44% de la obra emblema de este Gobierno. Bartlett destacó que las infraestructuras eléctricas se interconectarán al Sistema Eléctrico Nacional. La primera fase, que abarca un paquete de 19 obras en Yucatán y Quintana Roo, ya están terminadas y permitirán comenzar las pruebas operativas de los trenes eléctricos. La segunda fase, se prevé, entrará en operaciones en noviembre próximo.

En paralelo a este desembolso de 500 millones de dólares, la CFE está invirtiendo unos 1.216 millones de dólares para la construcción de dos centrales de generación eléctrica en el Estado de Yucatán. Las plantas de ciclo combinado en Valladolid y Mérida sumarán más de 1.500 megawatts al sistema eléctrico del país. Una capacidad que, a juzgar por la CFE, será suficiente para mantener la operación del Tren Maya y para atender la demanda de una región con 2,9 millones de habitantes.

Arturo Carranza, experto del sector energético, explicó que para este Gobierno la electrificación de la península de Yucatán es un objetivo prioritario e hizo hincapié en la complejidad técnica, por la orográfica de la zona, del proyecto. “La electrificación del Tren Maya representa, en parte, un esfuerzo del Gobierno para garantizar el acceso a la energía eléctrica de la península de Yucatán. La problemática (eléctrica) es muy grande y por eso, se están construyendo dos centrales en Mérida y Valladolid. La CFE tiene que mostrar capacidad para poder entregar a tiempo los ciclos combinados y reforzar las redes de transmisión. Poner en marcha el Tren Maya supone un aumento de la demanda eléctrica y por eso se necesita estas dos centrales de generación”, añadió.

Carranza pronóstico que la CFE contará con financiamientos a través de fideicomisos para sostener financieramente dicha megainversión. “La CFE tiene una estrategia para financiar proyectos importantes con fideicomisos y se ha vinculado a agencias de desarrollo estatales que pueden otorgar financiamiento en condiciones mucho más favorables. Dado el perfil de la empresa, la CFE puede acceder a financiamiento en términos más favorables que otras instituciones como Pemex”, detalló. El reto, advierte el especialista, es que estas obras cumplan con los calendarios de ejecución y puedan generar el flujo de dinero necesario para pagar estos financiamientos.

A diferencia de Pemex, cuya deuda global creció en el último trimestre a los 110.000 millones de dólares, la paraestatal reportó por primera vez en el sexenio utilidades por encima de los 87.700 millones de pesos al primer semestre de 2023. Una mayor demanda de electricidad y menores costos de operación por la caída en los precios del gas natural explican el óptimo resultado en los primeros seis meses del año.

La CFE ha prometido que con el silbido del Tren Maya al sureste mexicano llegará también el abasto de electricidad a una zona que por años ha padecido de apagones. Solo en junio pasado, empresarios y decenas de colonias estuvieron a oscuras ante la interrupción del servicio eléctrico por parte de la empresa eléctrica. Año tras año, la compañía se ve obligada cortar la electricidad debido a la congestión en las líneas de transmisión y distribución, un atasco que si continuara provocarían apagones no controlados y más severos. Este mal necesario, según la CFE, terminará con el tendido de miles de kilómetros de vías férreas.

Para Ramses Pech, especialista en temas eléctricos y económicos, el arranque del Tren Maya implicará más turismo, más habitantes y una creciente demanda eléctrica en la zona. Por ende, cuestiona si será suficiente con este plan de inversión para garantizar que no habrá más apagones en una zona que históricamente ha padecido de la interrupción del servicio eléctrico. “Los municipios tendrán que hacer una mayor inversión para sostener la electricidad en la península”, zanjó.

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Sobre la firma

Karina Suárez
Es corresponsal de EL PAÍS en América, principalmente en temas de economía y sociedad. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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