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Una investigación periodística desvela el trasfondo del ‘caso Cienfuegos’

Una publicación de ‘Times Magazine’ y ‘ProPublica’ relata las declaraciones del exfiscal Édgar Veytia que incriminaban al exsecretario de la Defensa

Salvador Cienfuegos en marzo del 2018.
Salvador Cienfuegos en marzo del 2018.MARIO JASSO (Cuartoscuro)
El País

Una investigación periodística publicada por Times Magazine y ProPublica desvela nuevos detalles del caso de Salvador Cienfuegos Zepeda, el exsecretario de la Defensa mexicano (2012-2018) que fue apresado en Estados Unidos bajo acusaciones de vínculos con el narcotráfico. La publicación relata los entresijos de la investigación hecha por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) que llevó a la detención, antes de que el exfuncionario fuera entregado a México y exonerado de los cargos. Entre los datos nuevos revelados, están las declaraciones que hizo el exfiscal de Nayarit Édgar Veytia, también detenido por narcotráfico, quien acusó a Cienfuegos de proteger a cárteles de la droga a cambio de sobornos.

La DEA llevaba años investigando la conexión entre el narcotraficante Juan Francisco Patrón Sánchez, conocido como H-2, que operaba principalmente en el Estado de Nayarit, y las autoridades mexicanas. La hipótesis era que las más altas esferas de la política mexicana le ofrecían protección a cambio de sobornos. Para probar eso buscaban la cara detrás de un militar de alto rango, a quienes los miembros del Cártel de los H llamaban Zepeda o Padrino. Algunos de los mensajes que interceptaron entre los delincuentes apuntaban a que ese militar era el secretario Cienfuegos. Pero no tenían a nadie que pudiera declarar ante una corte que haya visto al exsecretario reunirse con ninguno de los narcotraficantes investigados.

La detención de Veytia, arrestado en marzo de 2017 en San Diego (California), y su posterior colaboración arrojó detalles del trasfondo de las rutas y dinámicas del narcotráfico en la costa del Pacífico mexicano. De acuerdo a la investigación, Veytia declaró que bajo las órdenes del gobernador Roberto Sandoval acordó con los H y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) dejarles moverse en libertad a cambio de dinero y de no tocar a los civiles. Cuando la violencia se salió de control, las autoridades nayaritas decidieron acabaron con el acuerdo hecho con la organización de Patrón Sánchez.

El fiscal general de Nayarit, Édgar Veytia, detenido en San Diego y acusado de tráfico de drogas.
El exfiscal general de Nayarit, Édgar Veytia.

Veytia aseguró que entregó en secreto al H-2 a una unidad especial de la Marina mexicana, dirigida por el comandante Marco Antonio Ortega Siu. En un espectacular operativo, los agentes de Ortega Siu torturaron y asesinaron al narcotraficante mientras este gritaba: “Soy gente de Cienfuegos”. Los marinos asesinaron de manera extrajudicial a una decena más de sicarios y operadores que pertenecían a la organización, porque “sabían demasiada información”, siempre de acuerdo a la declaración de Veytia, que habló ante las autoridades estadounidense durante más de 100 horas, a lo largo de 10 sesiones.

Pese a que los agentes de la DEA pudieron corroborar algunos de los datos que había dado el exfiscal de Nayarit, decidieron desestimarla porque era un personaje con muy poca credibilidad, algo que podía convertirse en un problema ante un tribunal. Veytia fue condenado a 20 años de prisión por narcotráfico, y continúa encerrado en un penal de Estados Unidos.

Otro de los detalles que trascendieron gracias a la investigación del Times y ProPublica es el escándalo diplomático que le sucedió a la detención de Cienfuegos en octubre de 2020. De acuerdo a la publicación, cuando trascendió la información el canciller Marcelo Ebrard llamó al embajador estadounidense en México de ese momento, Christopher Landau, a su despacho. El embajador le contó a los periodistas que nunca había visto al canciller tan enojado. “Se lo tomaron mucho peor de lo que esperábamos”, dijo.

Las autoridades judiciales estadounidenses revaluaron la calidad de la evidencia y, según la publicación, admitieron al interior de la Fiscalía que lo más contundente eran unos mensajes entre dos criminales que ya estaban muertos. Fue el propio fiscal general de Estados Unidos, William Barr, quien se disculpó con Ebrard por lo sucedido. El canciller mexicano pidió ver con sus propios ojos la evidencia contra Cienfuegos, y Estados Unidos envió entonces las más de 700 páginas que tenían de investigación. Un documento que luego fue publicado por el Gobierno mexicano.

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