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Luis Munguía, presidente de la Conasami: “La inflación es la principal amenaza para incrementar el salario mínimo”

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos alista su próxima propuesta de alza de salario mínimo para 2023. La meta de su Administración es que este sueldo llegue a 260 pesos diarios al final del sexenio

Luis Munguía, titular de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), este martes en Ciudad de México.
Luis Munguía, titular de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), este martes en Ciudad de México.Rodrigo Oropeza
Karina Suárez

El presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), Luis Munguía Corella, (Hermosillo, 1982) tiene una misión difícil por resolver rumbo al último tramo de este año: en un entorno de inflación desbocada, que ya rebasa el 8% en el país, el titular de este órgano desconcentrado buscará llegar a un consenso con el sector obrero y patronal para aumentar el salario mínimo el próximo año. México comenzó 2022 con un aumento del 22% en este sueldo respecto al año previo, al pasar de 213.39 a 260.34 pesos diarios en la frontera norte y de 141.70 pesos a 172.87 pesos en el resto del país, un paso a favor de los derechos laborales.

De concretarse un nuevo aumento en 2023 sería el quinto incremento desde que López Obrador llegó al poder, sin embargo, el país aún está rezagado respecto a los salarios mínimos que ofrecen sus partes internacionales. El propio Munguía Corella reconoce que el salario mínimo sigue siendo uno de los más bajos de América Latina, sin embargo, también advierte que desde 2019 se han dado pasos firmes para cerrar esta brecha. La meta de esta Administración es que este sueldo diario llegue, al menos, a 260 pesos en todo el país al cierre de 2024.

Pregunta. Desde que el presidente López Obrador llegó al poder, una de sus principales consigas fue subir el salario mínimo…

Respuesta. El salario mínimo era muy bajo antes de 2019 y además era tan bajo que no alcanzaba para cubrir la canasta mínima de Bienestar que calcula el Coneval. En 2019 el salario mínimo pasó de 88 pesos a 102 pesos en casi todo el país. Ese año fue muy importante porque en la frontera libre de la frontera norte se duplicó el salario mínimo (pasó de 88 pesos a 176.72) y la respuesta viene de los beneficios fiscales que se dieron a las empresas de la zona. Fue una política innovadora, redujimos los impuestos a las empresas, pero parte de esta ganancia extra que tuvieron se fue a salarios.

P. ¿Cómo afectó la pandemia a la política de incrementos que tenían planeada en los salarios mínimos?

R. Habíamos planeado hacer el incremento de salario gradual, pero que fuera sostenida para evitar algún riesgo de inflación o desempleo, y el otro punto es decirle a las empresas el objetivo al que pretendes llegar para que vayas adecuando sus costos con tiempo y se ha mostrado en el mundo que este tipo de políticas se tiene que hacer de esta manera.

Al principio habíamos planeado aumentar el primer año un 16%, luego un 20% y luego 25% y luego ir bajando poco a poco como una curva. Con la pandemia tuvimos que hacer una revisión de la curva, es decir, del crecimiento, y tuvimos que hablar con el sector empresarial, principalmente, que es el que más problemas puede tener de que aumente el salario mínimo porque el sector obrero evidentemente quiere que aumente. Hubo una negociación fuerte y por eso creció un 15% en 2021. Eso nos cambió la trayectoria por completo y ahorita estamos en una situación de recuperar lo que se perdió, por eso es que el año pasado se aumentó el salario mínimo más [22%] para compensar este cambio.

P. Ahora, con la ofensiva rusa en Ucrania, una escalada de inflación inédita y alza en las tasas de interés, ¿cómo afectarán estos factores en su evaluación final sobre el alza del salario para el próximo año?

R. Desde el año pasado estamos calculando cuánto va a ser la inflación, cuánto podemos subir el salario mínimo. Lo importante para nosotros es saber cuánto le pega a la inflación el salario mínimo y lo demás no es tanto nuestro trabajo.

P. ¿Y ya han calculado cuánto impacta el incremento al salario mínimo a la inflación?

R. Muy poquito. Este año podemos ver cuánto afecta al costo para las empresas, cuánto le pega al sector empresarial y es bajo el impacto que tiene al sector empresarial porque todavía, a pesar de que la mayoría de los trabajadores están entre uno o dos salarios mínimos, todavía cuando sube el salario mínimo no le sube tanto a las empresas, es decir, el costo laboral total de incrementar el salario mínimo en México el año pasado fue de 1,3%.

Aunque el impacto es muy bajo, también hay una parte psicológica, para que los empresarios no suban los precios si observan que sube el salario mínimo. Eso es lo que realmente podría afectar, es donde tenemos que coordinar mucho, sector empresarial, Banco de México, que ellos son expertos en expectativas.

Luis Munguía sobre salario mínimo
Munguía, durante la entrevista en las oficinas de la Secretaría del Trabajo esta semana. Rodrigo Oropeza

P. ¿Ante este entorno económico adverso existe un margen para incrementar el salario mínimo?

R. Tenemos una meta del salario mínimo que queremos cumplir, es dos veces la línea de bienestar que hace el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), ahorita está como en 130 pesos diarios, es decir, dos veces sería 260 pesos diarios a precios actuales. Ahí la decisión será que vamos a tener dos años igual [en incremento de salario] o le damos más a este año y menos al que sigue. Nosotros creemos, desde el lado técnico, que lo ideas sería sí incrementar un poquito menos el próximo año y un poco más después por la inflación.

P. ¿Esperarían al menos alcanzar el incremento mínimo del 15% que ya tuvieron en 2021?

R. Sí, al menos.

P. ¿Qué tan tenso ha sido el cabildeo con los grupos empresariales este año?

R. No lo veo tan difícil, está menos tenso que en 2020. Ese año fue el momento más álgido de las negociaciones con las empresas porque estábamos incrementando el salario mínimo en pandemia y estaba la negociación de la Ley de outsourcing o subcontratación, entonces, como había varios frentes, fue más difícil y finalmente lo que siempre les decimos nosotros es que no podemos seguir en México con un modelo que se basa en la explotación o que se pague poco.

P. Existe esta percepción entre la población de que pese a esta alza del salario mínimo, a las familias no les está alcanzando para el día a día ¿Cuánto ha pulverizado la inflación el alza de los salarios?

R. El alza del salario mínimo está por encima de la inflación, eso no está a discusión, subió un 22% este año respecto al año previo y la inflación es de un 8%. La realidad es que sí va por arriba, debe haber más gente que sí le alcanza, pero debe haber muchos casos que no, es obvio que hay descontento social, sobre todo en momentos inflacionarios.

P. ¿Cuántas personas en México siguen ganando actualmente el salario mínimo?

R. En México, alrededor de 19,2 millones de ciudadanos ganan hasta un salario mínimo, un aumento del 6,2% respecto a los 14,8 millones de personas que ganaban ese sueldo en 2017, acorde a la nueva metodología que la Conasami está poniendo sobre la mesa del Inegi.

No decimos que ya estamos bien, tenemos un reto por delante, todavía tiene que subir más el salario mínimo, tenemos ese objetivo, dos veces la línea de bienestar es lo mínimo que un hogar necesita para no estar en la pobreza. Obviamente, sí esperamos que siga subiendo el salario mínimo, que en las próximas administraciones se mantenga al menos e intenten mejorarlo porque el salario mínimo en México sigue siendo de los más bajos de la OCDE y de América Latina.

P. ¿Hay alguna amenaza que pudiese impedir llegar a esta meta sexenal de incrementar a 260 pesos el salario mínimo al final de la Administración?

R. Ahorita, la principal amenaza es la inflación y la Conasami es tripartita [conformada por el Gobierno, obrero y patronal], entonces nuestro ideal es que se logre esto, pero no siempre se va a lograr, otra posible amenaza es que si el sector empresarial está en contra y vota en contra y a lo mejor alguien del sector obrero no quiere y vota en contra, la iniciativa no pasaría. No tenemos el poder masivo dentro del consejo, ahí el cabildeo es principalmente con los empresarios. Además, todo ha sido muy técnico y si nosotros determinamos que subir el salario mínimo a 260 pesos va a generar otros problemas que no queremos como subir inflación o el despido de más trabajadores, pues no llegaríamos a la meta porque queremos lo mejor para los trabajadores.

P. ¿Considera que el plan de Gobierno para atajar la inflación ha conseguido este objetivo? Particularmente, ¿qué le parece el polémico subsidio a las gasolinas?

R. Teóricamente, sí debería ayudar porque si sube la gasolina suben los precios de todos los alimentos. México es un país donde todo se mueve en camiones, no tenemos una red ferroviaria de primer mundo, no usamos barcos, entonces entre más cara es la gasolina, más caro es mandar mercancías de una parte del país a otra. Sé que es polémico por el tema del subsidio a los autos, pero [la medida] también tiene un impacto en el precio de los productos básicos.

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Karina Suárez
Es corresponsal de EL PAÍS en América, principalmente en temas de economía y sociedad. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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