Almagro usa el derrumbe de la Línea 12 del metro para atacar a Ebrard en vísperas de las elecciones

El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha usado este viernes el derrumbe de la Línea 12 del metro de Ciudad de México para atacar al canciller Marcelo Ebrard. Un mes después de la tragedia, en la que murieron 26 personas, el diplomático uruguayo al frente del organismo multilateral desde 2015 ha hecho referencia a la etapa de Ebrard como jefe de Gobierno de la capital para insinuar su responsabilidad en el incidente. Todo, para responder a unas críticas de carácter político a su gestión que el secretario de Relaciones Exteriores le había dirigido durante la conferencia de prensa matutina del presidente, Andrés Manuel López Obrador.

“Hablando de mala gestión, es muy raro. Como yo soy buena gente, obviamente por mi parte le deseo que ninguna obra más que él haya hecho como jefe de Gobierno de la Ciudad de México se derrumbe sin perjuicio de mi solidaridad con las víctimas de la línea de metro”, ha lanzado Almagro en una entrevista en NTN24. Ebrard, que tras el derrumbe afirmó que se ponía a disposición de las autoridades, diferenció entre la OEA como institución, de la que México es uno de los países miembros, y la administración de Almagro, que según sus críticos lleva años actuando más como un político que como representante de una organización multilateral.

El ataque del secretario general se produce en vísperas de las elecciones federales y locales del domingo, la convocatoria más grande de la historia de México, en la que participará, como siempre, una misión de observación de ese organismo. “La OEA ha participado o ha estado en México en diversos procesos electorales. Solicitó estar en este proceso electoral y México tiene una política en la que no prohibimos a ninguna organización internacional, y menos a las que formamos parte, que puedan enviar a sus observadores siempre y cuando cumplan con la legislación mexicana, es lo que se les advirtió”, manifestó Ebrard antes de añadir: “Ahora, por supuesto que la actuación del actual secretario general de la OEA, el señor Almagro, ha sido una de las peores en la historia y se lo hemos dicho en las sesiones, y voy a decir por qué para quienes me están escuchando”.

Concretamente, Ebrard se ha referido a la actuación de la OEA en las elecciones presidenciales de Bolivia de 2019. En esa ocasión, la presión internacional alentada por Almagro derivó en la renuncia, forzada por el Ejército, del expresidente Evo Morales en medio de acusaciones de fraude, que fueron rebatidas por otros organismos, y que desencadenó en una gravísima crisis política en la que murieron decenas de personas en una sangrienta oleada de protestas. Entonces México fue el primer país en acoger a Morales antes de que este decidiera asilarse en Argentina. El canciller ha hablado de “muy dudosas y cuestionables actuaciones para intervenir en procesos internos, como fue el caso de Bolivia, que fue oprobioso, porque facilitaron prácticamente un golpe en un país con una vida democrática ininterrumpida en los últimos años”.

En su opinión, Almagro “ha actuado de manera reiterada sin consultar a los Estados miembros, o sea, actúa como si fuese autónomo, independiente o que asume que no necesita consultar a los Estados miembros. Entonces, eso ha sido un problema recurrente durante su gestión”. El secretario general de la OEA, muy duro con los regímenes de Daniel Ortega en Nicaragua o Nicolás Maduro en Venezuela, lleva años escudándose en esa retórica y, sin embargo, no ha logrado favorecer una transición democrática en esos países. “Nuestra opinión sobre su actuación es que es la peor o de las peores que ha habido en la historia de esa organización. Sin embargo, México no va a prohibir que vengan los observadores de la OEA, incluso de otros organismos en nuestro país”, ha abundado Ebrard.

Tras hacer referencia al accidente de la Línea 12 del metro de Ciudad de México, Almagro ha exhibido su control de la organización, recordando que las acusaciones de mala gestión fueron “el eslogan de campaña” que Ebrard utilizó para evitar su reelección en 2020. “Y eso”, ha añadido, “como se ha visto ha quedado superado por los hechos”.

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