Asesinado un ambientalista que se oponía a la construcción de una hidroeléctrica en Oaxaca

El ambientalista Jaime Jiménez Ruiz, quien se oponía a la construcción de proyectos hidroeléctricos en Río Verde, Oaxaca, fue asesinado la tarde del domingo sin que hasta el momento se haya abierto una carpeta de investigación para determinar las causas del crimen. El hecho ocurrió en el municipio de Santiago Jamiltepec, una región indígena rica en minas de oro y plata. Con el homicidio Jiménez Ruiz, Oaxaca suma ya cinco activistas asesinados en lo que va del año según las cifras de los organismos de derechos humanos, en uno de los países más peligrosos para los ambientalistas.

Jiménez, quien fue agente municipal en la localidad Paso de la Reina, al sur del Estado, también era integrante del movimiento por la defensa del Río Verde, donde la empresa Enersi S. A. planea la construcción de una presa. En enero del 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que “no se construirán nuevas presas, no se realizará la presa Paso de la Reina en Oaxaca”, pero los activistas de la zona mantienen las denuncias sobre proyectos hidroeléctricos y extractivistas.

Otras cuatro activistas que defienden los recursos del lugar han sido víctimas de homicidio en lo que va del año. El 23 de enero fue asesinado Fidel Heras Cruz en la comunidad conocida como La Esperanza. Cruz era defensor de los territorios indígenas. El organismo Servicios para la Educación Alternativa (Educa) también ha denunciado los asesinatos, entre el 14 y 15 de marzo, de Raymundo Robles Riaño, suplente del agente municipal, Noé Robles Cruz y Gerardo Mendoza Reyes. Estos crímenes, según la organización, se mantienen en la impunidad. “Con este nuevo crimen contra un ciudadano de Paso de la Reina, se sigue aumentando la inseguridad en la comunidad de apenas 500 habitantes”, advierte Educa.

Los habitantes de Paso de la Reina han mantenido durante varios años una lucha pacífica contra los proyectos hidroeléctricos avalados por el Gobierno del Estado. Los defensores del medio ambiente en esta zona no cuentan con medidas de seguridad a pesar de la amenaza constante que sufren. “Es preocupante la situación en materia de seguridad y derechos humanos en el Estado, entre cambio del titular de la Fiscalía, el paro de la policía estatal y la dilatación de la actuación de los funcionarios federales y estatales no hay condiciones que garanticen el ejercicio de los derechos, más aún cuando está en pleno desarrollo el proceso electoral”, denuncian desde Educa.

México es uno de los países más peligrosos del mundo para los activistas, defensores de derechos humanos y periodistas. El año pasado fueron asesinados 14 activistas ambientales y de la comunidad LGBTI y en lo que va del Gobierno de López Obrador suman 30 los activistas asesinados. La violencia ha rebasado a las autoridades, que no han podido frenarla: en 2019 se registraron 35.000 homicidios, convirtiéndose en el año más violento de la historia reciente de México.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país