Xavier Olea, exfiscal de Guerrero: “Salgado Macedonio es intocable”
El abogado penalista reconoce que por orden del gobernador nunca solicitó la detención del candidato de Morena, acusado de violación, pese a tener pruebas suficientes en su contra
Xavier Olea, abogado penalista y fiscal de Guerrero entre 2015 y 2018, vive rodeado de recuerdos. Nacido en Iguala hace 68 años, en su despacho se acumulan torres de papeles, imágenes familiares, libros de derecho y hasta una fotografía de los reyes eméritos de España, guiño a las raíces que heredó de un bisabuelo vasco. Preside su despacho un enorme retrato de su padre, Xavier Olea Muñoz, gobernador de Guerrero con el PRI en 1975, ya fallecido. “Mi padre fue tan exacto que nació y se murió el mismo día”. Junto a su imagen tiene enmarcadas las palabras que leyó en su funeral.
Priísta desde su juventud y parte de una poderosa familia de Guerrero, el nombre de Xavier Olea no ha estado exento de polémica a lo largo de su carrera. La más reciente, surgida en mitad de la tormenta que ha desatado el caso Félix Salgado Macedonio, candidato de Morena a la gubernatura del Estado y sobre el que pesan dos denuncias de violación y, al menos, otros tres señalamientos por acoso y abuso sexual.
Olea reconoce que en 2018 la Fiscalía que dirigía estaba a punto de detener a Salgado Macedonio por el delito de violación, cuando recibió una llamada que frenó todo. Era el actual gobernador del PRI, Héctor Astudillo, que le ordenaba archivar la investigación y no hacer más ruido con el tema. Lo cuenta ahora, tres años después de haber renunciado al puesto. Está sentado en un sillón de cuero rojo, el bigote perfectamente recortado en una delgada línea sobre los labios, las canas peinadas hacia atrás con mucho gel y el traje de lana sin una arruga. Enciende el último cigarro de la cajetilla, pega un trago a una lata de refresco y comienza a hablar entre bocanadas de humo. Su voz a veces susurrante pasa a ser atronadora con la misma velocidad que se descuelga un ascensor.
Pregunta. ¿Por qué decide usted hablar y destapar la caja de los truenos ahora?
Respuesta. Abro esta cloaca precisamente porque creo que no puede haber un gobernador en mi Estado de esa calaña.
P. ¿Desde cuándo conoce a Félix Salgado Macedonio?
R. Le conozco bien desde hace muchos años. Una vez en un bautizo al que fuimos invitados empezó a ser lascivo con las señoras y las mujeres jóvenes. Era presidente municipal de Acapulco. Le dije que se retirara de la celebración.
P. ¿Diría usted que Salgado Macedonio es intocable en el Estado?
R. Definitivamente es un sujeto intocable en Guerrero.
P. ¿Por qué es intocable?
R. Es un tipo que en los noventa empezó a mover a la gente en la zona de Tierra Caliente, de donde es él. Fue diputado, senador, presidente municipal y ahora senador. Todos saben qué es lo que pasó cuando fue presidente municipal de Acapulco. Entraron los Beltrán Leyva, la Barbie, hubo muertos, descabezados... Que Guerrero no tenga memoria es problema de los guerrerenses.
P. ¿Qué sucedió con la denuncia de violación contra Salgado que usted frenó?
R. Le informé al gobernador que se había iniciado una carpeta de investigación en contra de este deleznable sujeto y me dijo: “Haz lo que tengas que hacer”. Después rectificó y me dijo que por ningún motivo enviara esa carpeta al juez.
P. ¿Por qué ese cambio de parecer?
R. Me dijo que porque se iba a enojar con él El Peje [Andrés Manuel López Obrador], aunque todavía no era candidato a la presidencia de la República y que el marido de la denunciante era su pariente y no quería escándalos políticos.
P. ¿Diría usted que había pruebas suficientes para procesar a Salgado Macedonio por violación?
R. Lo que estaba en la carpeta era suficiente para ejercitar la acción penal, que un juez librara la orden de aprehensión y que tuviera prisión preventiva oficiosa hasta que se diera el juicio.
P. ¿Qué había en esa carpeta?
R. Peritajes, testimonios, investigaciones, fotografías de la señora que había sido golpeada por él. Las amenazas de este sujeto [a la mujer]. Cuando le enseña esas fotografías y videos de la violación, la vuelve a violar de nuevo tanto oral como vaginalmente en sus oficinas.
P. Usted obedecía órdenes del gobernador Astudillo, pero también tiene una responsabilidad en todo esto, ¿no cree?
R. Yo tenía que ser institucional. Sabía perfectamente quién me había ayudado a ser fiscal.
P. ¿Diría que tenía las manos atadas?
R. La verdad no, pero en ese momento que era el primer asunto en que se me daba una instrucción, ni personalmente ni políticamente me pareció.
P. ¿Va a enfrentar usted alguna consecuencia penal por obstruir a la justicia y meter en un cajón ese caso?
R. Yo no lo metí en un cajón, simplemente dejé el caso en statu quo. Creo que hice bien, mantuve viva esa carpeta de investigación.
P. La Fiscalía de Guerrero dice que va a iniciar una investigación en su contra por robar el expediente...
R. Ellos mismos se contradicen porque dicen que siguen investigando el caso, pero no podrían seguir investigando si yo robé la carpeta. Lo único que le saqué fue una copia a la judicialización de la Fiscalía de delitos sexuales.
P. ¿Se siente responsable de haber dejado a esas víctimas desamparadas al frenar la investigación?
R. Definitivamente sí, desde el punto de vista profesional. Pero me planteo una circunstancia: Si Xavier Olea como fiscal hubiera pasado por alto — y creo que debí haberlo hecho— la orden del gobernador, estoy cierto de que Xavier Olea hubiese sido cesado y que cualquier juez hubiera negado la orden de aprehensión contra Salgado Macedonio.
P. ¿La justicia está supeditada a la política en Guerrero?
R. En muchos asuntos de interés político en Guerrero no hay independencia judicial.
P. ¿Cómo son las entrañas del sistema de justicia en el Estado?
R. Los jueces reciben llamadas de los propios gobernadores para que resuelvan de una u otra forma. La designación del presidente del Tribunal es muy parecida a la del fiscal, el dedo del gobernador está presente para designar magistrados e incluso jueces.
P. ¿Qué relación tiene con el actual gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo?
R. Esa relación está totalmente quebrada. Las razones por las que yo renuncio son personales en primer lugar, pero mucha razón en esto tienen que ver dos asuntos de violación. El de Salgado Macedonio y el de una mujer irlandesa violada por el empresario Luis Quiroz que también se intentó tapar.
P. ¿Tuvo usted algún contacto con Pablo Amílcar Sandoval para que fuera candidato de Morena en lugar de Salgado Macedonio?
R. Solo lo he visto dos veces en mi vida, los señalamientos son falsos.
P. ¿Qué relación cree usted que hay entre Salgado Macedonio y el gobernador Astudillo?
R. Creo que hay un acuerdo para respetarse y que Astudillo sea intocable cuando sea exgobernador. En Guerrero el escándalo de Salgado Macedonio no ha hecho mucha mella desde el punto de vista electoral y creo que el actual gobernador tiene mucho que ver en esa circunstancia. Es una protección para él y sus hijos, para tener una salida tranquila y elegante.
P. ¿Y al nuevo fiscal cómo le ve?
R. Me parece que es una gente sin cojones. Sin una preparación jurídica penal, pero es íntimo amigo de los hijos de Astudillo y era subsecretario de asuntos jurídicos de la Secretaría de Gobierno.
P. ¿Qué opina de la investigación que está llevando a cabo la Fiscalía actual sobre la denuncia por violación contra Salgado Macedonio?
R. Creo que muy pronto van a decretar el no ejercicio de la acción penal contra Salgado, así como lo hicieron en el otro caso. Van a decir que no hay elementos suficientes. Si no, cuando llegue al poder ordenará que la manden al archivo.
P. De ganar las elecciones, Salgado Macedonio volvería a tener fuero, entonces ya no se podría hacer nada contra él...
R. Si gana, no. Ya las ganó. Estoy seguro de que va a ser gobernador porque su partido tiene preferencia del 42% en Guerrero, le saca más de 12 puntos al PRI, PAN y PRD. Es una goleada tremenda, como si jugara el Real Madrid contra el Elche.
P. ¿A Guerrero ha vuelto o prefiere no pisarlo?
R. Siempre he tenido propiedades en Guerrero e iba cada 15 días, pero yo digo que mejor no arriesgarse.
P. ¿Tiene miedo?
R. No tengo miedo.
P. ¿Ha recibido amenazas?
R. No.
P. Entonces…
R. Ni el gobernador actual ni el próximo me la van a perdonar, ¿estás de acuerdo?
P. Usted les conoce mejor que yo...
R. Como dice el dicho: “Perro que no ladra, muerde”.
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