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Interjet confía en pagar la deuda con el fisco a pesar de la falta de liquidez y la pérdida de inversores

El SAT afirma que no hay acuerdo sobre el pago millonario de impuestos atrasados y llama a los inversores de la aerolínea a inyectar el capital prometido

Jon Martín Cullell
Una protesta de trabajadores de Interjet para reclamar el pago de sus salarios, en Cancún.
Una protesta de trabajadores de Interjet para reclamar el pago de sus salarios, en Cancún.Alonso Cupul (EFE)

A Interjet se le acumulan los problemas. A la deuda millonaria con el fisco y la falta de liquidez para hacerle frente se añade ahora la salida de uno de sus inversores, el empresario Carlos Cabal Peniche. Aunque la dirección de la aerolínea asegura que están comprometidos con el pago de los impuestos atrasados, el Servicio de Administración Tributaria (SAT), encabezado por Raquel Buenrostro, ha afirmado este martes que todavía no hay acuerdo y ha llamado a los dueños a materializar la inyección de capital prometida hace ya varios meses.

El acuerdo entre Interjet y el SAT parece más lejano de lo que las declaraciones de los nuevos inversores dan a entender. El principal accionista, Alejandro del Valle, afirmó la semana pasada ante los trabajadores que la dirección había hecho una propuesta de pago y que esperaban una respuesta en los próximos días, según publicaron varios medios. Sin embargo, Raquel Buenrostro ha asegurado este martes en rueda de prensa que la empresa, cuyas cuentas están intervenidas, “no tiene liquidez" y ”urge un aumento de capital". “Siempre nos han dicho que nos van a pagar. El cómo es el que falta”, ha señalado. “Los bienes que tiene no le alcanzan para cubrir sus adeudos”. Interjet supuestamente debe más de 20 millones de dólares por impuestos atrasados entre 2013 y 2017.

En julio, Del Valle y Cabal Peniche anunciaron una inversión de 150 millones de dólares en la empresa, hasta entonces controlada por Miguel Alemán Magnani, empresario que forma parte del consejo asesor del presidente Andrés Manuel López Obrador. Los nuevos recursos iban a servir para reforzar “la estructura interna y el plan de operaciones” con la compra de nuevas aeronaves ante la crisis del coronavirus y los problemas financieros que arrastraba desde antes.

Cuatro meses después del anuncio, la inyección todavía no se ha hecho efectiva a la espera de un acuerdo con el SAT sobre la deuda. Buenrostro, en cambio, ha afirmado que “para aportar capital no necesitan permiso del Gobierno”. La perspectiva de una inyección también queda en el aire con la retirada de Cabal Peniche, aunque no se conoce el monto de su aportación. La empresa se ha limitado a asegurar este martes en un comunicado que su salida no afectará el proceso de reestructura.

Agobiada por las deudas, Interjet ha tenido que reducir al mínimo sus operaciones. A principios de noviembre, canceló todos sus vuelos durante tres días y dejó en tierra a unos 3.000 pasajeros ante su incapacidad para pagar el suministro de turbosina, el combustible de los aviones. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) desaconsejó entonces comprar boletos con Interjet y señaló que en lo que va de año ha recibido 1.542 quejas de clientes, en su mayoría relacionadas con la cancelación de vuelos. En respuesta, Alemán Magnani se quejó este lunes de la alerta y dijo que presentaría una reclamación. "Yo también puedo ser un gran futurista si te digo que vas a quebrar y digo a todos que no te compren”, afirmó durante una comparecencia en una reunión de negocios.

La aerolínea también debe nóminas de hasta cuatro quincenas a sus trabajadores y algunos de los empleados despedidos todavía no han recibido la indemnización. En octubre, hubo un amago de huelga que finalmente fue desconvocada. Buenrostro se ha mostrado cautelosa sobre la posibilidad de apretarle demasiado las tuercas a Interjet. “Lo que menos queremos es que una empresa quiebre”, ha dicho, tras insistir en la prioridad de mantener los empleos.

El SAT ha puesto en marcha una política de mano dura con los grandes contribuyentes, principales beneficiarios de las condonaciones de impuestos, una práctica que la actual Administración se ha comprometido a eliminar. Hasta el mes de octubre, las autoridades fiscales ya habían ingresado 200.000 millones de pesos en adeudos de la élite empresarial, más del doble que en el mismo periodo del año pasado.

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Sobre la firma

Jon Martín Cullell
Es redactor de la delegación de EL PAÍS en México desde 2018. Escribe principalmente sobre economía, energía y medio ambiente. Es licenciado en Ciencias Políticas por Sciences-Po París y máster de Periodismo en la Escuela UAM- El PAÍS.

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