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Riad y El Cairo acogen nuevos contactos para presionar a Israel y Hamás a lograr un alto el fuego en Gaza

El ministro de Exteriores israelí abre la puerta a un aplazamiento de la invasión de Rafah en caso de acuerdo para liberar a los rehenes. Biden reitera a Netanyahu su oposición a la operación en la ciudad del sur de la Franja

Un grupo de judíos ultraortodoxos observa los restos de un misil iraní descubierto cerca de la ciudad de Arad, este domingo.
Un grupo de judíos ultraortodoxos observa los restos de un misil iraní descubierto cerca de la ciudad de Arad, este domingo.ABIR SULTAN (EFE)

Los contactos y mediaciones para alcanzar un alto el fuego entre Israel y Hamás, que duran ya semanas sin llegar a su objetivo, vuelven a ganar tracción. Riad acoge conversaciones en las que participan varios países árabes y Estados Unidos, con la asistencia del secretario de Estado, Antony Blinken, mientras que en El Cairo se espera la llegada de una delegación del movimiento islamista de Gaza y una respuesta a la última propuesta israelí para una tregua de unas semanas. Por primera vez, el Gobierno de Israel se ha mostrado abierto a congelar o aplazar la invasión de Rafah, única localidad de la Franja en la que el ejército aún no ha entrado de lleno, si se alcanza un pacto que permita liberar de allí a los rehenes. Sin embargo, el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu no ha aclarado el alcance de esa posible suspensión sujeta a un acuerdo. En los últimos meses, cada vez que se ha acariciado la tregua, la tensa cuerda negociadora se ha roto.

“Hacemos un llamamiento a Estados Unidos para que solicite a Israel que no ataque Rafah. Es el único país capaz de impedir que Israel cometa este crimen”, alertó el presidente palestino, Mahmud Abbas, este domingo en la capital saudí. Allí, los países más influyentes en ambas partes van a tratar de elevar la presión para parar, aunque sea temporalmente, una guerra que ha causado ya más de 34.000 muertos en Gaza. Al mismo tiempo, crece la incertidumbre sobre cuántos rehenes capturados por el grupo islamista quedan vivos (se estima que unos 130). Hamás ha presionado en los últimos días con la divulgación de unas grabaciones en las que tres de los secuestrados, dos de ellos con nacionalidad estadounidense, piden ser liberados antes de que sea tarde.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló este domingo por teléfono con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, según confirmaron fuentes de la Casa Blanca, para tratar las opciones de un alto el fuego. Biden también reiteró su “oposición clara” a los planes de Israel de invadir Rafah.

Biden y Netanyahu han hablado en varias ocasiones desde le inicio de la guerra. En una conversación telefónica entre ambos a principios de abril, el presidente estadounidense le transmitió al primer ministro israelí que la situación humanitaria en Gaza le parecía “inaceptable” y pidió que se tomaran medidas para aliviarla. Ambos también discutieron este domingo “incrementos en la entrega de ayuda humanitaria a Gaza, incluso con el proyecto de abrir nuevos cruces en el norte a partir de esta semana”, según un comunicado de la Casa Blanca. “El presidente [estadounidense] destacó la necesidad de que este progreso se mantenga y mejore en plena coordinación con las organizaciones humanitarias”, dice este.

Netanyahu continúa pendiente de dar la orden definitiva a sus tropas para que invadan Rafah, que acoge a cerca de 1,5 millones de residentes y desplazados sacudidos por una gran crisis humanitaria. La comunidad internacional, incluido su principal aliado, EE UU, ha instado reiteradamente a Netanyahu a no dar ese paso.

Unas declaraciones del titular de Exteriores, Israel Katz, apuntaron a un posible cambio de rumbo. “La liberación de los rehenes es la máxima prioridad para nosotros”, señaló Katz el sábado durante una entrevista en el canal 12, uno de los más seguidos de la televisión israelí. Al ser preguntado si eso significaba dejar de momento a un lado la operación de Rafah, pese a que allí se concentran los que Israel considera últimos batallones plenamente activos de Hamás, su respuesta fue “sí”. No aclaró, sin embargo, si la suspensión del plan iría más allá del tiempo de una tregua que sigue pendiente de acordarse.

Benny Gantz, ministro integrante del Gabinete de guerra, resaltó que la devolución de los rehenes es “urgente y de mucha mayor importancia” que tomar Rafah. Lo contrario, escribió este domingo en la red social X (antes Twitter), quitaría el derecho a seguir existiendo al Gobierno. Las familias de los secuestrados siguen presionando a Netanyahu en las calles de manera permanente, como ocurrió este sábado. Insisten en que se priorice un acuerdo de liberación a la vía militar. En el lado opuesto se sitúan los integrantes más ultranacionalistas del Gobierno, que no dejan de amenazar a Netanyahu con dejarlo caer. Este domingo, el responsable de la cartera de Finanzas, Bezalel Smotrich, dijo en un vídeo que si se alzaba la “bandera blanca” en Rafah, el primer ministro “no tendrá derecho a existir”.

Temor a una huida masiva

La delegación egipcia que visitó Israel el viernes mostró cierto optimismo a su regreso, según la agencia EFE, en medio del temor a que, como territorio fronterizo, la invasión de Rafah provoque una huida masiva de gazatíes hacia ese país. Este lunes, está previsto que viaje a El Cairo una delegación de Hamás. Los fundamentalistas palestinos siguen poniendo como condición el fin de la guerra y la salida de las tropas de ocupación para liberar a los cautivos. Israel, por su parte, reclama su derecho a retomar la guerra una vez los secuestrados, vivos o muertos, hayan retornado. Khalil Khayya, alto responsable político del grupo palestino, dijo el viernes que están analizando las últimas propuestas israelíes. La respuesta será anunciada este lunes en la capital egipcia por Khayya, según la agencia AFP.

Pese a todo, el presidente Abbas y las delegaciones de países mediadores en el conflicto como Qatar y Egipto, así como otros Estados árabes directamente implicados en el intento de frenar la contienda, como Jordania o Emiratos Árabes, se sientan desde este domingo en Riad junto a las autoridades locales. Ningún país árabe ha roto relaciones con Israel; es más, Arabia Saudí no ha aparcado de manera definitiva sus planes de establecer oficialmente relaciones con ese país.

Está previsto que a los líderes árabes se les una en Riad el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, a lo largo del lunes. Su séptimo viaje a la región desde que comenzó la guerra, el 7 de octubre, le llevará también a Israel, donde tiene previsto visitar uno de los kibutz escenario de la matanza de unas 1.200 personas por parte de Hamás aquel día.

La capital saudí acoge una reunión del Foro Económico Mundial (WEF, según sus siglas en inglés) a cuya sombra se desarrollan estas nuevas conversaciones. Borge Brende, presidente de ese foro, comentó este domingo que hay “un nuevo impulso” en torno a los secuestrados y el desbloqueo del alto el fuego. Un alto representante del Gobierno catarí ha acusado a Hamás y a Israel de boicotear el acuerdo cada vez que ha estado próximo, según una entrevista concedida al diario israelí Haaretz.

Han pasado más de cinco meses desde que se logró la única semana de tregua, la última de noviembre, que permitió silenciar las armas en Gaza y liberar a 105 rehenes de ese enclave. De los 250 iniciales, se calcula que quedan unos 130, pero una parte de ellos se cree que ya ha muerto.

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