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Sánchez y Scholz defienden en Berlín los valores socialdemócratas como forma de frenar la ola reaccionaria

El presidente español arropa a su homólogo alemán, en horas bajas de popularidad, y alerta contra “el virus de la extrema derecha que ha empezado a contagiar a los partidos conservadores tradicionales”

El presidente español, Pedro Sánchez, sentado junto al canciller alemán, Olaf Scholz, este sábado durante el congreso del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD).Foto: CLEMENS BILAN (EFE)
Elena G. Sevillano

Pedro Sánchez y Olaf Scholz son ahora los principales exponentes de la socialdemocracia frente a la ola derechista que recorre Europa y, como tales, han advertido este sábado de que hay que adoptar una postura clara frente al extremismo de derechas y poner por delante los valores tradicionales de sus formaciones. Ambos han insistido en Berlín, durante el congreso del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), en que la defensa del Estado del bienestar y el ofrecer perspectivas de futuro a los ciudadanos son clave para frenar la ola reaccionaria que recorre el continente a pocos meses de las elecciones europeas del año que viene.

Sánchez ha entrado en la sala del plenario del congreso de los socialdemócratas alemanes acompañado de Olaf Scholz y entre aplausos de los 600 delegados del partido, que después han interrumpido su discurso en numerosas ocasiones para ovacionar sus palabras. Previamente, ambos líderes se habían reunido en privado para tratar los asuntos que marcarán la agenda del próximo consejo europeo, en los que España, que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, está tratando de dar un último acelerón antes de que termine su mandato a final de año.

Los dos pesos pesados de la socialdemocracia europea han escenificado su buena sintonía en Berlín. El presidente español, con un Gobierno progresista recién formado, ha arropado al canciller alemán, que al cumplirse sus dos primeros años de mandato pasa por un mal momento. A la crisis presupuestaria que está desestabilizando a la coalición de Gobierno con verdes y liberales se suma la caída de popularidad que reflejan las encuestas. Apenas dos de cada diez alemanes dicen estar satisfechos con su gestión, mientras los sondeos sitúan ya a la ultraderecha como segunda fuerza política, por encima de los socialistas.

Sánchez ha empezado agradeciendo a Scholz su “liderazgo” y su “visión para liderar la transformación verde y digital” y recordando que “lo revolucionario en política es hacer lo correcto”, para enseguida advertir sobre “el virus de la extrema derecha” que “ha empezado a contagiar a los partidos conservadores tradicionales”. Es lo que ha sucedido, dijo, en Estados Unidos, Brasil, Argentina y varios países europeos, por lo que Europa debe “proponer soluciones” para evitar una vuelta al pasado. En esas soluciones ha coincido con Scholz, cuyo discurso también ha sido muy aplaudido en la sesión de la mañana.

“Tenemos que seguir defendiendo nuestros principios. No podemos olvidar para qué estamos aquí: para mejorar la vida de las personas”, ha dicho el presidente español. “El odio y el miedo son virus peligrosos que pueden ser letales para la democracia”, ha subrayado, antes de apostillar: “La extrema derecha lo entiende muy bien y sabe cómo extenderlo”.

Justo antes de la intervención de Sánchez, el copresidente del SPD, Lars Klingbeil, le había dado las gracias por su lucha en España contra la extrema derecha y los populismos. En Alemania cunde la preocupación porque en varios Estados de la antigua República Democrática que celebran comicios el año que viene el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) lidera con un 32% las encuestas de intención de voto.

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Tanto Scholz como Sánchez han defendido, cada uno a su manera, que los valores de la socialdemocracia, y ofrecer perspectivas de mejora a las clases media y trabajadora, será clave para frenar ese descontento social e impedir que siga volcándose hacia la ultraderecha, como ha ocurrido ya en muchos países. En ese contexto Sánchez ha planteado un “dilema existencial” entre progreso y extrema derecha: “¿Queremos una Europa que nos sirva para inspirar al mundo por ser ejemplo de integración y progreso o queremos una Europa que se esconde detrás de las trincheras? ¿Queremos ser una inspiración que demuestre que la democracia, la justicia social y la economía pueden funcionar juntas, o una Europa atemorizada dominada por el miedo?”, se ha preguntado el presidente español.

En su encuentro previo, los dos líderes hablaron de los temas más candentes de la agenda europea ante el Consejo que se celebra los días 14 y 15 en Bruselas, según fuentes de Moncloa. Scholz y Sánchez abordaron las cuestiones clave de la recta final de la presidencia española del Consejo de la UE, que termina el 31 de diciembre, con especial interés en la negociación del marco financiero plurianual, la reforma de las reglas fiscales y el pacto migratorio. El Gobierno español está dando un “acelerón final” a los dosieres que ha impulsado durante la segunda mitad del año y la colaboración con Alemania, un “socio estratégico a todos los niveles”, es clave, añadieron estas fuentes.

En clave nacional, Scholz descartó en su discurso que la salida de la grave crisis presupuestaria y política en la que está sumido su Gobierno vaya a traducirse en recortes a las prestaciones sociales. “No habrá desmantelamiento del Estado del bienestar en Alemania”, prometió el socialdemócrata, muy presionado por uno de sus socios, los liberales, para meter la tijera a las ayudas sociales y tapar así el agujero de 17.000 millones de euros que ha dejado una reciente sentencia del Tribunal Constitucional en los presupuestos para 2024, aún sin aprobar. El canciller dijo confiar en que las negociaciones a tres bandas para acordar las cuentas llegarán a buen puerto. “No nos enfrentamos a una tarea insuperable. Solo necesitamos que todos se pongan de acuerdo”, aseguró, pero admitió que el reto “es difícil”.

El canciller pidió a su partido que adopte una postura clara contra las actitudes de extrema derecha en la sociedad, que han aumentado en los últimos tiempos en Alemania. “Tenemos una historia y una responsabilidad con la democracia. Y por eso no debemos permitir que esto ocurra”, aseguró. Y subrayó que, “en tiempos de incertidumbre” —la misma expresión que empleó Pedro Sánchez— como los actuales, “es importante transmitir confianza y perspectiva”.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.
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