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Liberada la periodista australiana detenida en China durante más de tres años

La excarcelación de Cheng Lei, en prisión por compartir ilegalmente secretos de Estado, elimina uno de los principales obstáculos diplomáticos entre Pekín y Canberra

La periodista Cheng Lei habla por teléfono a su llegada al aeropuerto de Melbourne este miércoles.
La periodista Cheng Lei habla por teléfono a su llegada al aeropuerto de Melbourne este miércoles.STRINGER (via REUTERS)
Guillermo Abril

La periodista australiana Cheng Lei, detenida durante más de tres años en China, ha sido liberada de la prisión en la que había sido encerrada y ha podido regresar a casa, en Melbourne, donde se ha reunido con sus hijas. “Su regreso pone fin a unos años muy difíciles para la Señora Cheng y su familia”, ha dicho este miércoles el primer ministro australiano, Anthony Albanese, al anunciar la noticia en una comparecencia.

Albanese ha asegurado que ha podido conversar con ella por teléfono. Cheng, de momento, ha solicitado privacidad. “Este es un resultado que el Gobierno australiano ha estado buscando durante mucho tiempo y su regreso será muy bien acogido, no solo por su familia y amigos, sino por todos los australianos”, ha añadido el mandatario. Su retorno supone también la desaparición de uno de los principales escollos a la reparación de las tensas relaciones diplomáticas entre ambos países. Albanese confirmó en septiembre que tiene previsto visitar Pekín y encontrarse con el presidente chino, Xi Jinping, antes de final de 2023: sería el primer jefe del Ejecutivo australiano en hacerlo en siete años.

Cheng, de 48 años, nació en la República Popular, aunque creció en Australia, país del que era ciudadana (China no permite la doble nacionalidad). Trabajaba como periodista televisiva en la edición inglesa del canal estatal chino CGTN cuando fue detenida en agosto de 2020 como sospechosa de proporcionar de modo ilegal secretos de Estado al exterior. Diversos analistas consideraron su caso como un ejemplo de “diplomacia de rehenes”, relacionado con el empeoramiento de las relaciones bilaterales entre Pekín y Canberra. La periodista fue juzgada a puerta cerrada en marzo de 2022 y el veredicto no fue hecho público.

El Ministerio de Exteriores chino, sin embargo, ha confirmado este miércoles que Cheng Lei fue condenada a dos años y 11 meses de prisión por el delito de proporcionar ilegalmente secretos de Estado a países extranjeros. “Una vez cumplida su condena […] fue deportada por la Oficina Municipal de Seguridad del Estado de Pekín”, ha asegurado el portavoz de Exteriores, Wang Wenbin, en una comparecencia en la que ha subrayado que los derechos de la periodista “han sido plenamente garantizados”.

El marido de Cheng, Nick Coyle, ha confirmado la llegada a Australia de la periodista. “Es estupendo”, ha dicho, aunque ha declinado hacer más comentarios, según ha recogido el diario australiano Financial Review, en un artículo coescrito por Michael Smith, otro periodista australiano que fue corresponsal en Pekín y tuvo que salir en 2020 de inmediato del país al ser interrogado por la policía china por su posible conexión con el caso de Cheng Lei. En la actualidad, ningún medio australiano cuenta con un periodista en China.

Las esperanzas de la excarcelación habían aumentado con el anuncio de que Albanese visitaría Pekín antes de terminar el año. El primer ministro ha asegurado ante la prensa que el Gobierno australiano no ha negociado nada con Pekín para facilitar el regreso, y que la liberación coincide con la conclusión del procedimiento judicial. “Su caso se ha resuelto siguiendo el proceso legal en China”, ha dicho.

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Las relaciones entre Australia y China entraron en barrena, entre otros motivos, por el veto de Canberra al gigante tecnológico chino Huawei y el llamamiento del Gobierno australiano a investigar los orígenes de la pandemia de la covid, precisamente uno de los puntos contra los que la periodista Cheng Lei también alzó la voz públicamente.

Pekín replicó en 2020 con una dura campaña de represalias económicas contra Australia, imponiendo barreras comerciales a la importación de todo tipo de productos de este país, del carbón al vino. Muchas de estas barreras se han ido retirando poco a poco en los últimos meses a medida que tomaba forma el deshielo. En China, permanece aún en prisión el escritor australiano Yang Hengjun, detenido en 2019 y también juzgado por espionaje.

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Sobre la firma

Guillermo Abril
Es corresponsal en Pekín. Previamente ha estado destinado en Bruselas, donde ha seguido la actualidad europea, y ha escrito durante más de una década reportajes de gran formato en ‘El País Semanal’, lo que le ha llevado a viajar por numerosos países y zonas de conflicto, como Siria y Libia. Es autor, entre otros, del ensayo ‘Los irrelevantes’.

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