Mapas | El epicentro del terremoto en Marruecos y sus efectos destructivos
El seísmo golpeó la cordillera del Atlas y las víctimas se concentran en las provincias vecinas: Al Hauz, Tarudant y Chichaua
El terremoto de magnitud 6,8 que sacudió Marruecos el viernes pasado ha causado una gran devastación. El epicentro se ha localizado en la cordillera del Atlas, 60 kilómetros al sur de Marraquech, y sus consecuencias se han sentido en una gran área alrededor.
El Ministerio del Interior marroquí ha elevado este lunes el número de víctimas mortales a 2.862 personas. Las zonas más afectadas son las provincias de Al Hauz (1.604), Tarudant (769), Chichaua (202) y en la prefectura de Marraquech (18), según la agencia MAP.
La mayor destrucción se ha producido en pueblos de montaña. Allí muchas casas están hechas de adobe, con arcilla seca y cocida, y no pudieron resistir el impacto del temblor.
Según las primeras estimaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), las pérdidas económicas para Marruecos estarían probablemente en una franja media-alta, entre los 1.000 y los 10.000 millones de dólares. Y podrían ser superiores.
Los peores terremotos en la región
El terremoto del viernes es el de mayor magnitud ocurrido en Marruecos, al menos desde el año 1900. Con todo, el seísmo más mortífero se registró en Agadir en 1960, un temblor de magnitud 5,8, a 15 kilómetros de profundidad, que produjo una gran devastación y mató a 12.000 personas.
En 2004, un seísmo de magnitud 6,4 en Alhucemas dejó 600 víctimas mortales. La zona volvió a ser golpeada en 2016 por un terremoto de similar magnitud, aunque esa vez solo hubo una muerte.
Los temblores de estos días se han producido en una región con fallas cartografiadas, pero con una sismicidad histórica relativamente baja. Quizá por eso el riesgo en la zona se había subestimado. Los datos con los que contaban los sismólogos (hasta esta semana) es que allí está el Atlas, unas montañas que crecen por el choque continental, y que hay fallas geológicas, pero hasta ahora habían registrado escasa actividad sísmica. Así lo explicaba el sismólogo Itahiza Domínguez: “Eso despista un poco, puede hacer pensar que no parece una zona donde se acumule energía. Y en este caso es un error, evidentemente, ahora nos hemos dado cuenta”.
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