Una veintena de ciudades brasileñas sufre dos días de ataques criminales coordinados
Las autoridades del Estado de Río Grande do Norte relacionan los incidentes con recientes operaciones policiales y el descontento en las prisiones
La ciudad brasileña de Natal y otra veintena de localidades del Estado de Río Grande do Norte han sufrido dos noches de ataques coordinados contra juzgados, comisarías, tiendas y autobuses públicos en lo que las autoridades consideran un pulso lanzado por una organización criminal llamada Sindicato del Crimen. La banda, que controla algunas prisiones, aparentemente protesta contra recientes operaciones policiales. Todo el que ha podido permanece recluido en casa. El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ha enviado y desplegado fuerzas de seguridad federales en apoyo a la policía local. El supuesto cabecilla de la ola de violencia fue abatido en la noche del martes en el vecino estado de Paraíba y unas 40 personas han sido detenidas.
Al menos dos personas más han muerto en los incidentes. Las autoridades estatales dijeron inicialmente que la ola de violencia respondía a varias recientes detenciones y aprensiones de armas y drogas. Añadieron después que la banda criminal también pretende el regreso a las cárceles de las visitas íntimas, los aparatos de televisión y las bombillas dentro de las celdas, que fueron eliminadas hace seis años tras un motín con una treintena de muertos. Sólo los pasillos carcelarios tienen luz para evitar que los presos aprovechen la red eléctrica para cargar teléfonos móviles clandestinos.
La gobernadora de Río Grande do Norte, Fatima Bezerra, ha declarado que la violencia ha disminuido pero aún persiste. La noche del lunes fueron perpetrados ataques en 14 ciudades, la noche del martes en 18 localidades y este miércoles ha habido incidentes en cuatro municipios. Esa reducción “obedece a las operaciones policiales en las carreteras que incluyen detenciones. Estamos trabajando 24 horas, como es nuestro deber. Pero todavía no podemos garantizar la normalidad total, pero la violencia está disminuyendo”, ha declarado la gobernadora, informa el diario O Globo. Por la tarde, Bezerra ha dicho que “la situación todavía es preocupante”.
Tanto en Natal, la capital del Estado, como en Mossoró, algunos servicios públicos han sido suspendidos como líneas de autobús, ambulatorios, escuelas, universidades o la recogida de basuras. En Natal solo circulan el transporte escolar, los autobuses de turistas y los taxis.
La noche pasada, el considerado jefe del Sindicato del Crimen y supuesto cerebro de los ataques, José Wilson da Silva Filho, apodado Argentino y de 29 años, murió en un enfrentamiento con la policía en la ciudad de João Pessoa, donde fue localizado, informa CNN Brasil. Las autoridades también han trasladado a algún preso relevante de una prisión estatal, donde las condiciones de vida y seguridad suelen ser precarias, a una penitenciaría federal.
El primer centenar de miembros de la Fuerza Nacional enviados anoche por el Gobierno federal en un avión militar a Natal ya están desplegados. Se espera que lleguen otros 120 uniformados, pero el ministro de Justicia, el antiguo juez y gobernador Flávio Dino, ya ha garantizado que “si el clima de enfrentamiento persiste” habrá incluso más refuerzos.
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