Rusia ataca Kiev con una oleada de misiles y deja al 80% de la población sin agua potable
El principal objetivo son las infraestructuras energéticas y una docena de regiones de Ucrania. En la capital, hasta 350.000 casas se quedan sin luz, según las autoridades
La semana ha comenzado en Ucrania, una vez más, con ataques aéreos rusos sobre una docena de regiones de Ucrania. Los misiles han caído sobre Kiev y Járkov, las dos principales ciudades del país, y en regiones como Zaporiyia, Dnipró, Odesa, Cherkasi, Poltava, Vinitsia, Chernivtsi, Kirovohrad o Jmelnitskii. El día 250º desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero se ha convertido, así, en otro lunes de ataques intensos —como los que se produjeron el 10 y el 17 de octubre— cuyo principal objetivo, según las autoridades de Kiev, son las infraestructuras energéticas del país.
Más allá de los misiles que sí han impactado, el Ministerio de Defensa ucranio asegura que ha conseguido derribar con sus sistemas antiaéreos 44 proyectiles (18 en el centro del país, 12 en el sur, nueve en el norte y cinco en el oeste). Uno de ellos incluso llegó a caer sin causar víctimas en territorio de la vecina Moldavia, junto a la frontera ucrania, según la agencia Interfax. Otros, sin embargo, sí han llegado a su objetivo.
En redes sociales aparecen imágenes de los sistemas antiaéreos interceptando algunos de los misiles sobre Kiev. Una de las instalaciones atacadas en la principal urbe del país ha sufrido daños que han dejado sin luz a 350.000 apartamentos, según el alcalde, Vitali Klichko. La empresa estatal y los servicios de emergencia, añade el primer edil en sus redes sociales, están tratando de restablecer el servicio. Varios barrios de la capital se quedaron este lunes sin luz ni agua, aunque según avanzaba la jornada algunos iban recuperando el servicio.
Hasta el 80% de la población de la ciudad, con unos tres millones de habitantes antes de la invasión, se ha quedado sin agua, según el alcalde Klichko. Las autoridades han pedido a la población que acumule agua o la compre dentro de sus posibilidades. En las fuentes públicas hay ciudadanos haciendo cola mientras rellenan garrafas y botellas de plástico que cargan en carritos, pero en los dos supermercados visitados por EL PAÍS no había escasez de agua en las estanterías.
Además, los ataques dejaron sin corriente 450 repetidores que dan señal a la telefonía móvil en Kiev, por lo que no se descarta también problemas en las comunicaciones, según el Ministerio de Transformación Digital.
El gobernador de la región de Kiev, OleksiI Kuleba, afirma que, pese a todo, la situación no está fuera de control en estos momentos, pero no descarta que, si la crisis energética empeora, haya que llevar a cabo traslados de población a otras regiones o zonas en las que la situación sea menos severa. De hecho, reconoce, hay un plan para sacar a ciudadanos de Kiev si no es posible reparar de manera rápida los daños causados por los ataques rusos.
Klichko no oculta que la situación es “complicada” y que los cortes en el suministro van a seguir pese a que las reparaciones avanzan, sobre todo en la margen izquierda del río Dniéper, que divide la capital. El alcalde recuerda que desde este martes 1 de noviembre habrá cambios en el transporte público. La frecuencia del paso de los convoyes en la red de metro se reducirá para ahorrar energía. Una medida similar se va a aplicar en los trolebuses y tranvías, que contarán en algunos casos rutas alternativas mediante autobuses.
Ucrania busca ayuda en el exterior para poder afrontar los daños que los ataques rusos están causando en su infraestructura energética. Por el momento, han acordado recibir ayuda de gobiernos y empresas de 12 países, entre ellos España, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores ucranio. Ucrania se está quedando sin repuestos para hacer frente a los daños. “Ya hemos agotado las reservas de equipos que teníamos en nuestros depósitos después de las dos primeras oleadas de ataques desde el 10 de octubre”, dijo en unas declaraciones en televisión Dmitro Sakharuk, director ejecutivo de DTEK, grupo energético con más de 55.000 trabajadores propiedad del magnate Rinat Ajmetov.
“En lugar de luchar en el campo de batalla, Rusia lucha contra civiles”, lamenta el Gobierno de Ucrania por medio de su ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, que en su cuenta de Twitter pide a Rusia que “no justifique estos ataques llamándolos ‘una respuesta”. Por su parte, Estados Unidos acusa a Rusia de llevar a cabo un nuevo ataque “bárbaro” empleando el frío y la oscuridad contra civiles, según ha denunciado en la misma red social la embajadora en Kiev, Bridget A. Brink.
Los ataques de este lunes tienen lugar después de que, el sábado, la flota rusa atracada en el mar Negro delante de las costas de Sebastopol (península ucrania de Crimea, anexionada ilegalmente por Rusia) fuera atacada. Moscú anunció entonces que daba por suspendido el acuerdo por el que se permite exportar cereal desde Ucrania a decenas de países del mundo en el que ese grano es esencial para afrontar la crisis alimentaria.
Desde las siete de la mañana han sonado las alarmas y llegado mensajes a los teléfonos móviles, advirtiendo del peligro y de la necesidad de ponerse a salvo en refugios ante la posibilidad de ataques en todo el país. Las autoridades de Ucrania activan esas alertas, que casi suenan a diario desde que comenzó la invasión, cuando detectan movimientos en el ejército ruso como aviones de combate, misiles, drones o misiles de largo alcance. Aproximadamente una hora más tarde ha empezado a trascender la información sobre el impacto de proyectiles en diferentes regiones del norte, el sur, el este y el oeste. La compañía ferroviaria informa de retrasos en los trenes.
En Járkov, la segunda ciudad del país, permanece suspendido el servicio de metro. El gobernador de esa región del noreste, Oleh Siniehubov, acusa a Moscú de haber lanzado varios misiles S-300 desde la ciudad rusa de Belgorod, al otro lado de la frontera. En otras regiones, como en Zaporiyia, en el sureste, el gobernador, Oleksandr Staruj, ha informado de ataques llevados a cabo desde aviones de combate. En Dnipró, en el este, el gobernador, Valentin Reznichenko, ha informado de la muerte de una mujer.
Los gobernadores de algunas ciudades bombardeadas señalan a través de las redes sociales que, como en ocasiones anteriores a lo largo de octubre, han sido atacadas infraestructuras esenciales para el normal desarrollo de la vida de los ciudadanos. Desde el día 10, las tropas del Kremlin han intensificado su campaña para golpear la infraestructura energética de Ucrania, dañada ya en aproximadamente un 40% a las puertas de un invierno que se prevé durísimo tanto en el frente de batalla como para la población de todo el país.
Sin perder el humor, el Ministerio de Defensa ucranio ha querido remarcar que este último bombardeo, calificado de “acto de terror”, ha tenido lugar en el día de Halloween. Pero, añade en su cuenta de Twitter, los santos Javelin e Himars “someterán a los espíritus malignos”, en referencia a dos de los famosos armamentos que EE UU suministra a Ucrania y a los que la población eleva a la santidad por lo útiles que son en el frente de batalla.
Naciones Unidas entrega a Ucrania 30 ambulancias adquiridas por España
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, según sus siglas en inglés) va a entregar este miércoles 30 ambulancias a las autoridades de Ucrania adquiridas con fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). El acto tendrá lugar en Kiev con la presencia del ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, junto al ministro de Sanidad ucranio, Victor Liashko. Se trata de ambulancias que serán distribuidas en maternidades de diferentes regiones del país para poder así mejorar la atención a mujeres embarazadas.
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