Marruecos eleva el pulso diplomático con Alemania a causa del Sáhara Occidental
Rabat llama a consultas a su embajadora en Berlín y critica la actitud del Gobierno alemán respecto a la soberanía del territorio en disputa
Las autoridades marroquíes han llamado a consultas a su embajadora en Alemania, Zohour Alaoui, como consecuencia del “activismo antagónico” que ejerce el Gobierno alemán respecto al conflicto del Sáhara Occidental, según señala un comunicado emitido este jueves por el Ministerio de Exteriores marroquí. El escrito añade que Alemania ha multiplicado “los actos hostiles” y las “acciones atentatorias” contra los “intereses superiores de Marruecos”.
Rabat acusa a Berlín por “su actitud negativa” después de que el pasado diciembre el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconociera la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Aquel acuerdo implicó el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel, que se posibilitaron gracias a la mediación de Washington. El Ministerio de Exteriores alemán publicó un comunicado en ese momento en el que felicitó a las partes por la normalización de las relaciones entre los dos países. Y añadió que respecto al Sáhara Occidental su posición no había cambiado. Seguía mostrándose partidario de una solución “justa, duradera y mutuamente aceptable bajo la mediación de Naciones Unidas”.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores marroquí filtró el pasado 2 de marzo un comunicado en el que anunciaba que suspendía todos los contactos con la Embajada alemana en Rabat a causa de “malentendidos profundos”. En ese momento no se precisaron detalles, pero toda la prensa local apuntó hacia el Sáhara Occidental.
Una fuente europea en Bruselas, que solicita el anonimato, señala que un diplomático marroquí le comentó: “Si Marruecos quiere defender sus intereses en la Unión Europea, ya no nos basta con canalizarlos a través de Francia y España. Tenemos que conseguir que Alemania nos escuche, porque es un país que nos ignora, que no nos tiene en su radar”.
La diplomacia marroquí alude también en su escrito de este jueves a un conflicto judicial de largo recorrido. Se trata del caso de Mohamed Hajib, un alemán de origen marroquí que fue detenido en 2009 en Alemania tras viajar a Pakistán. Hajib fue liberado bajo la condición de que debía regresar a su país natal. En Marruecos fue condenado a 10 años de prisión por delitos vinculados con el terrorismo. Amnistía Internacional denunció que Hajib había sufrido torturas y amenazas de violación mientras estuvo en la prisión de Toulal, en 2011. Un informe de la ONU concluyó que su detención había sido arbitraria y reclamó su puesta en libertad. Finalmente fue liberado en 2017, tras siete años en prisión. Hajib volvió a Alemania y reclamó al Estado alemán un millón y medio de euros en concepto de daños y perjuicios por haberle entregado a Marruecos.
Ahora, el Ministerio de Exteriores marroquí sostiene que Alemania ha actuado “con complicidad con un exconvicto por actos terroristas” y le ha revelado “información sensible comunicada por los servicios de seguridad marroquíes a sus homólogos alemanes”.
La diplomacia marroquí también ha expresado en el comunicado su disgusto ante el “empeño constante” de Alemania “en luchar contra el papel regional de Marruecos”. Se refiere en concreto al conflicto libio y a la conferencia internacional celebrada en enero de 2020 en Berlín, a la que fueron invitadas varias potencias como Rusia, Turquía, EE UU, Egipto o la UE, y Marruecos resultó excluido a pesar de que fue el anfitrión de las conversaciones de paz de 2015, en la ciudad de Sjirat.
Alemania no es el principal socio comercial de Marruecos, como sí lo es España, seguido de Francia. Ocupa el quinto lugar entre los principales clientes de Rabat y es el séptimo proveedor. Pero el Gobierno marroquí es consciente de que la diplomacia alemana juega un papel decisivo en las instituciones europeas.
El pasado diciembre, Berlín desbloqueó una partida de 1.387 millones de euros de apoyo financiero para Marruecos. De ellos, 202,6 millones consistían en donaciones y el resto se componía de créditos en condiciones muy ventajosas para combatir la pandemia. En aquel momento, el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Burita, se entrevistó con el responsable alemán de Cooperación Económica, Gerd Müller, y elogió “la excelencia de la cooperación entre los dos países”. Ocho días después, Donald Trump anunció en un tuit que había decretado el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
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