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La sanidad portuguesa compromete el próximo presupuesto de Costa

Todos los partidos exigen al futuro Gobierno un fuerte aumento en la inversión sanitaria pública

el primer ministro electo António Costa y Catarina Martins, líder del Bloco.
el primer ministro electo António Costa y Catarina Martins, líder del Bloco. Armando Franca (AP)

La reelección en el Parlamento la tiene asegurada, pero la aprobación del presupuesto, no. El primer ministro electo de Portugal, António Costa (PS), se enfrenta a un creciente malestar en los hospitales del país. La insuficiente inversión pública en el Servicio Nacional de Salud dificulta -de momento- el voto favorable de los partidos de izquierda, de quien depende para alcanzar la mayoría absoluta, a los presupuestos de 2020.

El fin de semana dos hospitales, en Setúbal y Almada, cerraron los servicios de urgencias por falta de médicos. “No es una situación puntual, es una situación crónica”, apunta el presidente del colegio de médicos, José Miguel Guimarães. Por su parte, En presidente del sindicato de los hospitales del sur del país destaca que el personal no puede seguir trabajando 36 horas seguidas, ni con guardias cada dos o tres días.

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La situación llegó el fin de semana hasta el extremo de que las ambulancias esperaban hasta cuatro horas con sus pacientes en el interior porque no había camillas para trasladarlos. “El problema es que el personal sanitario trata a las personas como pacientes y el Ministerio de Finanzas como usuarios”, matiza Marta Soares, presidente de la liga de los bomberos, que realizan el 80% de los traslados de urgencia en el país.

Desde hace un año, la situación en el Servicio Nacional de Salud se ha ido deteriorando y, en consecuencia, un sinfín de directores de servicio ha presentado su dimisión, según recuerda el Colegio de Médicos. La revista médica The Lancet se hace eco en un editorial de la situación. "Los gastos en salud de los enfermos", dice, "ya representan el 28% del gasto total, significativamente más elevado que la media de la UE, el 15% (...). El SNS no satisface las necesidades de la población. La falta de inversión impide la modernización de los hospitales y la sustitución del material médico obsoleto".

Con la excepción del Partido Socialista, nadie del arco parlamentario va a dar el voto favorable a los presupuestos generales de 2020 si no hay un aumento significativo de la partida en el Servicio Nacional de Salud (SNS), como dejaron claro los partidos en la primera ronda de reuniones con el primer ministro electo. La bandera de Mario Centeno, ministro de Finanzas, de cerrar el año con déficit cercano al cero podrá tener efecto en los mercados internacionales y en Bruselas, pero no en sus posibles socios, que critican que eso se consiga no gastando en los servicios públicos.

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El SNS cerró el pasado año con un agujero de 848 millones de euros, un 145% más que el año anterior. El 40% de todo el presupuesto es para personal y eso que no se ha contratado a todos los profesionales que se necesitan tras la reducción del horario laboral de 40 a 35 horas semanales. Los hospitales no pueden ampliar plantilla, pero sí pueden recurrir a contratos temporales. Hospitales del Algarve recurren a anestesistas españoles a 50 euros la hora porque escasean estos especialistas en la medicina pública portuguesa.

El Bloco le ha dado el primer portazo a Costa, anulando una reunión. El poderoso sindicato CGTP advierte que habrá protestas en la calle si no rectifica la ley laboral

Con un Bloco de Esquerda molesto porque el PS despreció su acuerdo, y un Partido Comunista más agresivo, porque ha perdido el 30% de sus votos, la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP) ha avisado este lunes, por boca del secretario general, Arménio Carlos, que la contestación será en la calle. “Una de dos, o el Gobierno da respuestas a nuestras reivindicaciones o deberá enfrentarse a la contestación”. El sindicato, así como los partidos a la izquierda del Partido Socialista (PS), exige revocar la ley laboral actual y, en el caso de la CGTP, una subida de 90 euros mensuales en todos los salarios, públicos y privados.

Costa va a contar en el Parlamento con el voto favorable o la abstención para su reelección como primer ministro, pero en la negociación de los presupuestos los socios de antaño no van a ser tan complacientes, sobre todo en lo que afecta a la SNS, la primera preocupación para el 45% de los portugueses. El lunes, el Bloco le dio el primer portazo al PS. Anuló la reunión porque los socialistas querían discutir el programa de Gobierno y el Bloco el presupuesto de 2020.

Son las primeras muestras de que la situación ha cambiado respecto a la anterior legislatura. A Costa le va a salir más caro conseguir los votos.

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