Acusados del derribo del MH17 tres militares vinculados con la inteligencia rusa y un ucranio
El juicio contra los sospechosos, que pueden ser procesados en rebeldía, está previsto para marzo de 2020 en Holanda
El Equipo Internacional Conjunto (JIT, en sus siglas en inglés) que investiga el derribo del vuelo MH17 de las líneas aéreas malasias sobre el este de Ucrania, ocurrido el 17 de julio de 2014, ha señalado este miércoles en Holanda a los cuatro primeros sospechosos que pueden ser acusados de asesinato. Se trata de los militares rusos Sergey Dubinsky, Oleg Pulatov e Igor Girkin, vinculados a los servicios secretos de Rusia, y del ciudadano ucranio Leonid Kharchenko
“Todos se encontraban en Ucrania en el momento de la tragedia aérea y querían ganar terreno en Donestk, al este del país. Aunque no dispararon el misil [Buk, que abatió la nave], sí participaron en los preparativos, por eso se les señala como responsables del asesinato de las 298 víctimas”, ha afirmado Fred Westerbeke, fiscal general holandés. Rusia y Ucrania no permiten la extradición, pero se emitirán órdenes internacionales de arresto para el cuarteto.
Westerbeke ha puntualizado que “incluso si los cuatro sospechosos querían derribar un avión militar, en lugar de uno civil, se les acusa del mismo delito y deberán explicarse y responder de ello ante los jueces”. Los investigadores afirman que Girkin es excoronel de los servicios secretos rusos y en verano de 2014 era ministro de Defensa de la separatista República Popular de Donetsk. Dubinsky es antiguo oficial de los servicios de inteligencia militares rusos (GRU) y en 2014 estaba al frente del espionaje de la república rebelde, mientras que Pulatov era su segundo. Ambos son señalados por su papel relevante en el transporte del misil Buk que derribó el vuelo MH17. Leonid Kharchenko era jefe de un batallón de insurgentes ucranios y estaba presente en el lugar donde fue instalado el misil Buk.
El anuncio llega cinco años después de la tragedia, y permitirá que haya un juicio, previsto para el 9 de marzo de 2020 en suelo holandés. Se celebrará, según se ha anunciado, en el tribunal de alta seguridad de La Haya, abierto en el complejo del aeropuerto de Schiphol.
Si Rusia y Ucrania no colaboran, los acusados tendrán que ser juzgados en rebeldía. El fiscal general de Ucrania, Yuriy Lutsenko, ha asegurado que su país intentará arrestar a Leonid Kharchenko, informó la agencia Interfax. Moscú ha negado desde el principio su relación con los hechos y apunta a Ucrania como responsable. El Ministerio de Exteriores de Rusia ha rechazado de nuevo una implicación.“Una vez más se formulan acusaciones totalmente infundadas contra la parte rusa, encaminadas a desacreditar a Rusia ante los ojos de la comunidad internacional”, afirmó el Ministerio de Exteriores a través de un comunicado.
Igor Girkin también ha rechazado las imputaciones y ha dicho que no tiene intención de declarar. “Todo lo que puedo decir es que el Boeing no fue abatido por los rebeldes”, ha dicho a la agencia Interfax, citada por France Presse. En cambio, el fiscal general de Ucrania, Yuriy Lutsenko, ha asegurado que intentarán arrestar a Leonid Kharchenko, según ha informado Interfax. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha dicho a través de un comunicado que "Ucrania acepta las conclusiones de la JIT" y que "espera que los culpables del asesinato de niños inocentes, mujeres y hombres sean puestos en el banquillo de juicio".
Wilbert Paulissen, jefe de la policía nacional holandesa, valoró la aportación de los testigos del caso. “Seguimos pidiendo la colaboración ciudadana, para apoyar a los 50 investigadores y 25 miembros de la Fiscalía que siguen trabajando en el caso del MH17”, añadió. Su labor se centra hoy en “aclarar la cadena de responsabilidades, desde los que tomaron la decisión a quienes transportaron las armas”.
Wilbert Paulissen, jefe de la policía nacional holandesa, ha afirmado que las llamadas a los testigos “han sido muy útiles en la investigación. "Y seguimos pidiendo la colaboración ciudadana, para apoyar a los 50 investigadores y 25 miembros de la Fiscalía que siguen trabajando en el caso del MH17”, ha añadido. Su labor se centra hoy en “aclarar la cadena de responsabilidades, desde los que tomaron la decisión a quienes transportaron las armas”.
En 2018, el JIT anunció que un misil Buk de la serie 9M38, llevado desde la base de la 53 Brigada Antiaérea del Ejército de la Federación Rusa en Kursk hasta la localidad ucrania de Donetsk, abatió el avión. Los investigadores reconstruyeron el recorrido del convoy donde viajaba la lanzadera que disparó el proyectil, y según sus datos, salió de Rusia el 23 de junio de 2014 y llegó a Ucrania el 25 de junio.
La comisión internacional de MH17
El Equipo Internacional Conjunto (JIT, en sus siglas en inglés) que investiga lo ocurrido con el vuelo MH17 se ocupa de recoger pruebas que puedan establecer la responsabilidad penal derivada del derribo del avión de las líneas aéreas malasias. Está compuesto por fiscales y expertos policiales holandeses, y por colegas de los mismos departamentos procedentes de Australia, Bélgica, Malasia y Ucrania. Los expertos están dirigidos desde Holanda, y han pedido apoyo legal a 18 países: desde interrogatorios de testigos o sospechosos, a interceptar líneas de teléfono y recogida de muestras de ADN o bien datos en Internet. Uno de sus mayores retos fue emprender la propia investigación criminal en un territorio en guerra, porque los forenses trabajan sobre el terreno y hubo que entrar en la región de ucrania de Donetsk.
Una vez levantados en 2014 los cadáveres de las 298 víctimas de 10 nacionalidades, comenzó la labor de rastreo y posterior estudio de los restos del aparato. En 2014, el Consejo Holandés para la Seguridad —organismo externo involucrado en los trabajos— presentó un informe preliminar señalando que el avión estalló en vuelo sobre Ucrania “debido probablemente al impacto de varios objetos externos con alta energía que atravesaron el fuselaje a gran velocidad”. El 2016, el equipo de investigación anunció que el proyectil en cuestión era un misil Buk lanzado desde territorio ucranio en manos de rebeldes rusos. En 2018 se reveló que la lanzadera llegó de Rusia y regresó después.
El JIT también ha informado este miércoles de los nuevos hallazgos a los familiares de las 298 víctimas —todos los pasajeros y la tripulación del avión— antes de hacerlo público. Sus especialistas pertenecen a varios de los países de origen de los fallecidos, entre ellos, Australia, Bélgica, Malasia y Holanda, además de Ucrania porque allí cayó el aparato.
Para señalar el convoy que portaba la lanzadera, estudiaron todas las fotos y los vídeos donde aparece y luego los compararon con las imágenes de otros vehículos similares. Como se trataba de un transporte militar, formado por 50 vehículos y 6 lanzaderas de misiles Buk, su lento avance por carretera permitió comprobar que una misma lanzadera aparece a lo largo de todo el recorrido. Tiene igual numeración, manchas y grietas en la carrocería, además de una rueda sin radios, que la fotografiada el 17 de julio, día de la tragedia del MH17, y también al día siguiente, en Donetsk. En 2016, los investigadores ya concluyeron que el misil Buk fue lanzado desde suelo ucranio, controlado en ese momento por rebeldes rusos.
Poco antes de revelar la identidad de los cuatro sospechosos, el proyecto de investigación Bellingcat publicó ocho nuevos nombres “de ciudadanos rusos y ucranios relacionados directa o indirectamente con la caída del vuelo MH17”. Uno de ellos es Valeri Stelmach, “que habría advertido a su jefe directo por teléfono de la llegada de un avión, antes del disparo del misil Buk”. Por otra parte, Oleg Pulatov, ayudante del general de brigada Sergei Dubinsky, del servicio de inteligencia militar de los rebeldes del este de Ucrania, y este último, “jugaron un papel importante en el transporte de la lanzadera del Buk desde Rusia a Ucrania y de vuelta a suelo ruso”, según el colectivo.
Bellingcat utiliza fuentes públicas y sus propias investigaciones, y remite sus conclusiones a los expertos oficiales. En 2018, ya les informaron de que Oleg Ivannikov, alias Orion, era, según sus datos, “el oficial ruso implicado en el transporte de la lanzadera”. El otro presunto implicado en la tragedia del MH17 es el coronel Tkatsjov, "reconocido en las grabaciones interceptadas debido al tono agudo de su voz", añadieron entonces.
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