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En busca de antídotos contra el nuevo populismo y el nacionalismo en Europa

La Fundación Alternativas alerta de la gravedad de la crisis política italiana y propone medidas para luchar contra las derivas antieuropeas

El líder populista, Matteo Salvini, durante una conferencia de la Liga en Italia el pasado 26 de mayo.
El líder populista, Matteo Salvini, durante una conferencia de la Liga en Italia el pasado 26 de mayo.EFE

"El populismo no es una causa, sino una consecuencia de las políticas europeas que no han protegido a los ciudadanos ante la crisis". Nicolás Sartorius, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, ha resumido con estas palabras el espíritu del estudio anual sobre el estado de la Unión Europea elaborado por la entidad y presentado este miércoles en Madrid. La difícil situación política de Italia, que se ha agravado con el veto del presidente de la República a un ministro de Economía euroescéptico propuesto por la coalición del Movimiento 5 Estrellas y la Liga, ha sido uno de los grandes protagonistas del debate. "El presidente de Italia, Sergio Mattarella, ha enviado un claro mensaje: Europa no se toca", ha declarado Sartorius. En este sentido, Diego López Garrido, economista y director del informe, ha puntualizado que "Europa tiene tres grandes frentes contra los que debe actuar: el nacionalismo populista, el autoritarismo y el proteccionismo de la administración Trump".

"Mattarella ha echado leña al fuego", ha criticado, por otra parte, el político socialista Josep Borrell durante la presentación que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes, en la cual participaron los autores del informe y personalidades políticas y académicas. La lectura que hace Borrell sobre la caótica situación italiana es que no se respeta al electorado y esto refuerza el sentimiento antieuropeo, que ha impulsado a los líderes populistas Luigi Di Maio y Matteo Salvini. "¿Cuál es la alternativa: llamar a un señor que representa al FMI?", se ha cuestionado sobre la propuesta del presidente italiano de encargar al economista Carlo Cottarelli formar Gobierno. Si en algo han coincidido los ponentes es que el resultado de unas eventuales elecciones en el país transalpino en el corto plazo va a ser igual o peor del que salió de las urnas el 4 de marzo. 

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El estudio, elaborado junto a la institución alemana Friedrich-Ebert-Stiftung, recomienda una serie de medidas a los Estados miembros de la UE. La publicación hace especial hincapié en la dimensión social y sugiere, para la conformación de un pilar social europeo fuerte, la elaboración de leyes a escala comunitaria que garanticen la calidad del empleo, el derecho a la negociación colectiva y la creación de un instrumento financiero comunitario para impulsar políticas activas de empleo en los países más castigados por la crisis, entre ellos Italia, España y Grecia.   

"La crisis ha degradado el Estado de bienestar, ha aumentado la desigualdad, ha disminuido los salarios y no ha resuelto el problema de los impuestos que recaen sobre los ciudadanos con menos recursos", ha afirmado López. Esta sensación de abandono por parte de los electores ha calado en el resurgimiento del nacionalismo y el populismo, movimientos que han sumado más de 130 millones de votantes europeos, según ha detallado José Pascual Marco, director general para Asuntos Europeos del Ministerio de Exterior español.

Ante el reto nacionalista, tanto en Italia como en otros países (en particular los Gobiernos del Este europeo, como Polonia y Hungría), el informe recoge la necesidad de poner en marcha un mecanismo de seguimiento permanente de los valores sobre los cuales se fundó la UE, que deben perseguir las derivas antidemocráticas, xenófobas y antieuropeas. "Europa debe caminar más unida, en lo político y lo social, respetando la diversidad de cada Estado miembro y en base a los valores de la Unión", ha insistido el director de esta séptima edición del estudio. Así mismo, la publicación insiste en que se deben dedicar recursos a contrarrestar las noticias falsas que alimentan los populismos ultranacionalistas.

Una Unión más humanitaria

"En Europa hay una pérdida de los derechos humanos, se ha retrocedido en el derecho al asilo de muchos refugiados que ahora se camuflan como simples inmigrantes cuando vienen huyendo de situaciones de crisis humanitaria", ha apuntado Estrella Galán, secretaria general de la Comisión de Ayuda al Refugiado y una de las autoras del estudio. En este punto, el informe recoge la necesidad de un verdadero sistema europeo de asilo, basado en el respeto de los derechos humanos para dar respuesta a la actual crisis humanitaria y asumir un reparto equitativo y solidario de los refugiados entre todos los Estados. Galán ha calificado de "criminalización de la solidaridad" los recientes casos de juicios a personas que han intentado ayudar a migrantes y la hostilidad hacia las ONG que operan en el Mediterráneo. 

Como balance positivo del último año en Europa, el informe destaca el Reglamento General de Protección de Datos que empezó a aplicarse el pasado 25 de mayo. También evidencia como la Unión se aleja cada vez más de las posiciones de los Estados Unidos de Donald Trump y asume el liderazgo de acuerdos como el de París y el nuclear con Irán. El estudio ha destacado notables avances en la política de Seguridad y Defensa, y ha subrayado que el europeísmo crece entre los más jóvenes, como apunta el último Eurobarómetro, que ven la necesidad de una mayor integración europea, aunque no acaben de entender cómo la Unión resolverá sus principales problemas.  

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