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Los inspectores logran recoger muestras dos semanas después del ataque químico

El equipo internacional de investigadores accede por primera vez a Duma, en las afueras de Damasco

Juan Carlos Sanz
Soldados sirios, este viernes junto a un edificio en ruinas en Duma (Siria).
Soldados sirios, este viernes junto a un edificio en ruinas en Duma (Siria). Youssef Badawi (EFE)

Dos semanas después del ataque con gas tóxico químico denunciado en Duma, entonces un enclave rebelde en los alrededores de Damasco, los inspectores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) han logrado este sábado recoger muestras sobre el terreno, ahora bajo control del régimen sirio. Los análisis en laboratorios independientes determinaran si se utilizaron armas prohibidas, aunque la investigación no servirá para establecer quién fue el responsable.

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La misión de la OPAQ evaluará la situación y considerará los pasos a tomar en el futuro, incluida la posibilidad de una segunda visita a Duma, aseguró la organización internacional con sede en La Haya en un comunicado. El equipo de nueve expertos llegó a Damasco hace una semana, coincidiendo con la intervención militar de represalia occidental por el supuesto ataque químico, pero no ha podido iniciar su trabajo por razones de seguridad. Los agentes de seguridad de Naciones Unidas que acudieron el martes a reconocer el terreno antes de la visita de los inspectores fueron recibidos a tiros en Duma.

La organización de socorristas voluntarios Cascos Blancos, que opera en áreas controladas por la oposición siria, acusó el pasado día 7 al régimen del presidente Bachar el Asad de un ataque con gas venenoso que había causado al menos 40 muertos y centenares de intoxicados en Duma. La denuncia motivó una respuesta de castigo conjunta de Estados Unidos, Francia y Reino Unidos, que bombardearon instalaciones relacionas con el programa de armas químicas en Damasco y en Homs (centro del país). El Gobierno sirio y su aliado ruso niegan la existencia del ataque, que atribuyen a un montaje de los grupos rebeldes.

La ciudad de Duma, capital de la comarca de Guta Oriental situada a unos 10 kilómetros al noreste de Damasco, ha permanecido controlada por facciones insurrectas durante casi seis años. El pasado día 14 se completó la evacuación de las últimas fuerzas insurgentes de Jaish al Islam tras su rendición pactada. Patrullas de la policía militar de Rusia, aliado del régimen, están ahora a cargo de la seguridad en la zona.

Las muestras recabadas por los investigadores de la OPAQ serán transportadas hasta el laboratorio de la organización en Rijswijk (cercana a La Haya) y después serán enviadas a una veintena de laboratorios certificados designados por la organización, donde serán analizadas en un plazo aproximado de dos semanas. "En función del análisis de las muestras y de otra información y material recogido por el equipo, la misión preparará un informe para remitirlo a los Estados miembros de la Convención de Armas Químicas", se señala en el comunicado difundido este sábado.

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EE UU y Reino Unido han acusado a Rusia y a Siria de haber manipulado los lugares donde se produjeron víctimas de los gases tóxicos desde que tomaron el control de Duma. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, lo ha negado y ha asegurado que sus expertos ya han trabajado en la zona y no han hallado rastros del uso de sustancias tóxicas.

En circunstancias idóneas, los equipos de investigadores de la OPAQ deben llegar al lugar de los hechos horas después de recibir la denuncia, como sucedió con la investigación del envenenamiento que sufrieron el espía ruso Serguéi Skripal y su hija en marzo en Reino Unido. Un retraso de dos semanas no impide en teoría detectar la presencia de elementos químicos, según expertos consultados pro France Presse.

Hallar trazas directas de la presencia de gas cloro (tóxico) resulta difícil a partir de los 10 días de un ataque y el caso de gas sarín (agente nervioso letal) se pueden hallar restos hasta 15 días después. Los análisis, sin embargo, pueden confirmar indirectamente la presencia de ambas sustancias químicas. También pueden verificar que se hayan empleado productos para enmascarar los gases tóxicos o limpiar sus restos.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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