Myanmar y Bangladés firman un acuerdo para el retorno de los rohingya
Más de 620.000 refugiados permanecen hacinados en campos de refugiados en el lado bangladesí, tras huir de la represión birmana
Myanmar y Bangladés han firmado este jueves un acuerdo de entendimiento para que cientos de miles de rohingya puedan regresar a su hogar, según ha informado a Reuters un alto funcionario de la antigua Birmania. Ambos países han tenido problemas para establecer los detalles de ese pacto, incluido el número de refugiados que podrá volver. Los rohingya, minoría musulmana en la budista Myanmar, huyeron del país hacia el vecino Bangladés para escapar de la represión que el Ejército birmano desató contra ellos desde el pasado 25 de agosto.
"Estamos listos para traerlos de vuelta tan pronto como sea posible después de que Bangladés nos remita los documentos", ha explicado el secretario permanente del Ministerio birmano de Trabajo, Inmigración y Población, Myint Kyaing, en referencia a los formularios de registro que los rohingya deben completar con sus datos personales antes de ser repatriados. El anuncio se produce después de que la líder de facto birmana, Aung San Suu Kyi, se reuniera este jueves con el ministro de Exteriores de Bangladés, y a pocos días de la muy esperada visita del papa Francisco —quien se ha mostrado preocupado por la situación de los rohingya— a ambos países.
Desde que comenzó la última ola de violencia en el Estado birmano de Rajine hace tres meses, más de 620.000 musulmanes rohingya han huido al vecino Bangladés y el éxodo no cesa. La ONU denunció en septiembre que la campaña militar llevada a cabo por las autoridades birmanas en Rajine contra los rohingya suponía "una limpieza étnica de manual".
Este mismo miércoles, el jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, también denunció la "limpieza étnica" contra esta minoría en Myanmar y sugirió la posibilidad de imponer sanciones económicas a los responsables de las "horrendas atrocidades". La postura de Tillerson ha cambiado respecto a la semana pasada, cuando se reunió en Naypyidaw (capital birmana), con el jefe del Ejército y la líder del país y señaló que no consideraba "aconsejables" esas medidas.
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