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Trump dio la aprobación final al ataque en Siria mientras tomaba el postre con el presidente chino

El mandatario estadounidense le comunicó a Xi el lanzamiento de misiles al final de la cena en su club privado de Florida

En una inusual revelación de los entresijos del poder, el presidente estadounidense, Donald Trump ha explicado por primera vez y con detalle la intrahistoria del bombardeo al régimen sirio. Mientras degustaba el pasado jueves un postre con su homólogo chino, Xi Jinping, en su club privado de Mar-a-Lago en Florida, Trump dio la aprobación final al lanzamiento de misiles —que había autorizado antes de la cena— contra una base aérea del Ejército sirio como represalia por su ataque químico que mató a unos 80 civiles. Y justo después decidió comunicárselo a Xi.

“Estaba sentado en la mesa, habíamos terminado de cenar y en ese momento estábamos tomando el postre, el más bonito trozo de pastel de chocolate que hayas visto jamás”, explica con orgullo Trump en una entrevista a la cadena Fox Business, emitida este miércoles. “El presidente Xi lo estaba disfrutando y recibí el mensaje de los generales de que los buques estaban cerrados y cargados. ¿Qué hacemos? Tomamos la determinación de hacerlo, así que los misiles estaban de camino”, prosigue en referencia al lanzamiento de los proyectiles desde dos buques en el Mediterráneo.

Y entonces Trump decide contárselo a Xi, en el que fue el primero de sus dos días de reuniones en Florida, porque no quería que “se fuera a casa” y se enterara entonces de que “el hombre con el que acababa de cenar” había ordenado en ese momento un ataque militar. “Le dije ‘Señor presidente, permítame explicarle algo’ —esto era durante el postre— ‘acabamos de disparar 59 misiles’”, cuenta el republicano en la entrevista, en la que califica de “animal” a Bachar el Asad, pero descarta tomar medidas militares para desbancar al presidente sirio.

Trump se desvía durante unos segundos de la narración del ataque del jueves para arremeter contra la gestión del Ejército por parte del anterior gobierno de Barack Obama. Y luego vuelve al relato de los hechos ante Xi. “Dije ‘Acabamos de disparar 59 misiles hacia Irak’”, explica, lo que lleva a la entrevistadora a interrumpirle para corregirle que se dirigieron hacia Siria.

Trump rectifica y prosigue con su explicación a Xi: “‘Quería que lo supieras’ Y él estaba tomando su pastel, estaba en silencio”. Entonces, asegura, el presidente de la segunda potencia mundial estuvo callado 10 segundos y pidió al intérprete que le repitiera lo que acababa de oír. “No creí que fuera una buena señal”, admite el empresario neoyorquino en la entrevista.

Pero sostiene que, justo después, Xi avaló la decisión y le dijo: “‘Cualquiera que sea tan brutal y utilice gases para hacer eso a niños y bebés. Está bien’”. “Estaba de acuerdo con ello”, afirma Trump, que en el pasado ha errado en la recolección de conversaciones.

China se ha mantenido al margen en estos seis años de guerra civil siria abogando por una resolución política del conflicto. En las votaciones del Consejo de Seguridad de la ONU, se suele alinear con Rusia, que apoya al régimen sirio, pero no siempre ejerce su derecho de veto.

De hecho, China se abstuvo este miércoles en la ONU en una resolución sobre el ataque químico, que volvió a vetar Rusia. Es la segunda vez, sobre un total de ocho votaciones, que Pekín no veta un texto sobre Siria, lo que la Casa Blanca atribuyó al efecto de la reunión entre Trump y Xi.

El uso de armas químicas, el pasado 4 de abril, por parte del régimen de El Asad contra civiles en el norte de Siria ha provocado un giro de 180 grados de la posición del Gobierno Trump. Tras asegurar que la dimisión del presidente sirio no era una prioridad, Washington ha dicho que no puede imaginarse un futuro con él en el poder, en línea con la filosofía de la Administración Obama.

El equipo de Trump también ha finiquitado su acercamiento a Rusia al acusar al Kremlin de encubrir el ataque químico y pedirle que rompa con Damasco. Pero, al mismo tiempo, la Casa Blanca ha insistido en que su estrategia en Siria —donde bombardea al Estado Islámico— no ha cambiado y que Trump mantiene su política aislacionista en la arena internacional.

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