Crisis entre Rusia y Estonia por la retirada de un monumento soviético en Tallín
Un muerto y al menos 43 heridos en las protestas registradas en el país báltico
La retirada de un monumento en memoria de los soldados soviéticos en la Tallín (Estonia) ha desatado una oleada de protestas callejeras (que han dejado un muerto y 43 heridos) y una crisis diplomática entre la república báltica y Rusia. El presidente del Senado ruso ha pedido la ruptura de relaciones diplomáticas con Tallín, mientras el ministerio de Exteriores ruso ha afirmado que la retirada del monumento es "blasfema e inhumana".
El Gobierno estonio considera peligroso el actual emplazamiento del monumento, que se ha convertido en escenario de enfrentamientos entre nacionalistas de ambas comunidades. El Ejecutivo de Tallín no ha revelado a dónde trasladará la estatua, aunque su portavoz Martin Jasko ha afirmado que sería reubicada en el cementerio militar de la capital.
Rusia considera el monumento como un homenaje a aquéllos que vencieron al fascismo durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que para muchos estonios se trata de una dolorosa reminiscencia de los casi 50 años de ocupación soviética.
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha dicho hoy que Moscú dará "pasos serios" contra Estonia. "Debemos reaccionar sin histeria, pero también dar pasos serios que demostrarán nuestra auténtica actitud ante esta acción inhumana. Creo que ésta es la manera en la que vamos a actuar", ha declarado el titular ruso según citan las agencias rusas.
El primer ministro estonio, Andrus Ansip, ha respondido que su país "no considera necesario entrar en profundas discusiones" con las autoridades de Moscú sobre asuntos que son "internos" de su país.
Los incidentes que han provocado un muerto (tras ser hospitalizado) y 43 heridos comenzaron cuando centenares de manifestantes porrusos se lanzaron a las calles para protestar contra la decisión. El enfrentamiento con las fuerzas antidisturbios fue muy violento. Se teme que hoy puedan reproducirse los choques.
Más de 300 personas fueron detenidas en los peores episodios de violencia que vive el país desde su vuelta a la independencia en 1991.
