“Se me permite arrodillarme por múltiples razones”: Lil Nas X juega a la polémica religiosa en su nuevo disco
‘J Christ’, el nuevo single del joven rapero abiertamente gay, vuelve a explotar la polémica como herramienta promocional. Este viernes verá la luz
En el momento en que lea esto, probablemente Lil Nas X haya publicado una andanada de tuits nuevos, pero a la hora de publicar el presente artículo, la última noticia es que el músico acaba de revelar que su nuevo sencillo, que ha visto la luz a las 00.00h del viernes 12 de diciembre (hora de EE UU), se titulará J Christ. “¡Mi nuevo single está dedicado al hombre que tuvo el mayor regreso de todos los tiempos!”, escribe en su tuit, acompañado de una imagen en la que aparece crucificado.
Hasta entonces, el músico nacido como Montero Lamar Hill (Atlanta, EE UU, 24 años) había fijado en su cuenta este otro tuit del 3 de enero: “Me encanta este ciclo constante que el mundo tiene conmigo. Cuando comencé a hacer música, todos me dijeron que era solo otro rapero de Twitter. Luego hice la canción más grande de todos los tiempos. Todos me llamaron artista de un solo éxito. Luego lancé uno de los álbumes más reproducidos del año con tres éxitos en el top 5. Ahora todos dicen que mi nueva mierda no conseguirá nada. En algún momento tendréis que daros cuenta de que soy el favorito de Dios”.
Es solo uno de los múltiples mensajes que, desde finales de 2023, viene colgando en las redes para anunciar su nueva canción, que vendrá acompañada de un videoclip que ha dirigido y guionizado él mismo y que ha grabado en Brasil. Poco más se sabe –por ahora- sobre este lanzamiento, que huele a anticipo de un segundo álbum, el sucesor de Montero, que apareció en 2021 y se convirtió en un éxito global. Sí ha mostrado un pequeño fragmento de un tema, de estilo rap, en su cuenta de Tik Tok, y, en su momento, anunció que en el sencillo colaboraba “una estrella pop muy querida de la que he sido fan por mucho tiempo y realmente creo que va a ser el más grande regreso de todos los tiempos”.
Otro mensaje con una foto de la cantante Kesha portando un cartel que ponía “Nueva música, 12 de enero”, hizo pensar en ella, pero la cantante pronto salió al quite publicando un desmentido en su cuenta de Twitter como respuesta a otro tuit de Lil Nas X del día de Reyes en el que decía que el nuevo sencillo está basado “en los acontecimientos del 6 de enero”.
El 9 de enero, tras el anuncio del título y portada de la canción, reveló que la estrella pop invitada era... Dios. En otro de los múltiples posts, aparece posando junto a la cantante Pink Pantheress, y también ha retuitado un buen número de noticias procedentes de cuentas con toda la pinta de ser falsas, ideadas por él mismo en las que numerosas estrellas opinan sobre este nuevo tema deshaciéndose en todo tipo de elogios superlativos.
Uno llega a creérselo cuando ve a Beyoncé, Elton John, Taylor Swift, Tom Holland, Ellie Goulding, Nicki Minaj o Megan Thee Stallion, pero cuando los protagonistas son Michael Jackson o la reina Isabel II de Inglaterra uno ya se da cuenta de que Lil es un experto en reírse de (o con) todos nosotros.
Una conversión cristiana que huele a márketing
Toda esta acción de mercadotecnia viral tuvo su primera explosión el 30 de noviembre, cuando la estrella compartía un vídeo con una melosa balada de folk acústico, acompañado de la frase: “¿Os importa si entro en mi era cristiana?”. Lo que parecía una broma aislada ha ido in crescendo con un zafarrancho de cosas con las que el músico, oficialmente ateo hasta entonces, nos intenta convencer de que se ha convertido al cristianismo: utilizando el símbolo de la cruz en lugar de su nombre en sus redes sociales, grabándose en Tik Tok desde una iglesia, mostrando fotos con presuntos carteles que anuncian su sencillo en los exteriores de varios templos rurales estadounidenses, anunciando que habrá preestenos del vídeo en iglesias de Nueva York, Chicago, Houston y Los Ángeles o colgando un videojuego diseñado por él en el que te vas al cielo o al infierno acompañado de este reclamo: “¿Volarás alto con los ángeles y te irás de fiesta con Dios o chuparás la polla de Satanás y te acostarás con Hitler?”.
Para culminar todo esto, el 3 de enero compartió el primer esbozo de diseño artístico que acompañará al tema. En él, aparece un dibujo suyo ataviado como un sacerdote, con la leyenda “En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén”. Ayer mismo anunció que este año comenzará a cursar Estudios Bíblicos en la universidad privada evangélica Liberty University, de ideales profundamente conservadores. Uno encuentra aquí una posible coña a costa de la conversión religiosa de su colega Kanye West –quien coprodujo uno de los temas de Montero–, pero, sobre todo, se adivina una estrategia viral claramente encaminada a escandalizar. Algo que ya está consiguiendo, en vista de los numerosos mensajes (ya no se sabe si reales o inventados) de cristianos indignados con la actitud blasfema de Lil, a los que él contesta diciendo que no está haciendo mofa, que está haciendo arte.
En realidad, este icono afroamericano y LGTBI (es abiertamente gay) estaría ahondando más aún en la polémica con que sacudió a los sectores más reaccionarios de su país a partir del vídeo de Montero (Call Me By Your Name). Prueba irrefutable de ello es este otro mensaje del 30 de noviembre: “Hacer música cristiana no significa que ya no pueda chupar pollas. No son cosas mutuamente excluyentes. Se me permite arrodillarme por múltiples razones”. Minutos después, escribía: “Todos ven todo lo que hago como la construcción de un personaje, cuando en realidad solo soy un artista expresándome de diferentes maneras. Da igual que sea un vaquero, gay, satánico o ahora cristiano, ¡todos encontrarán un problema! No son capaces de ejercer de policías del arte de otros como hacen con el mío. Todos me odian porque soy divertido, cuqui y chiquitito”. “Prometo hacer que todos mis haters no quieran vivir más este año”, tuiteaba el 4 de enero. Y, en su primera imagen del año, aparecía ataviado con un vestido blanco de mujer, tipo Madonna en Like A Virgin. Obviamente, la controversia asociada al videoclip de Like A Prayer (en el que en 1989 Madonna bailaba frente a cruces ardiendo y besaba a un santo negro en una iglesia), es un referente que se está comentando mucho.
Una trayectoria fulgurante y controvertida
De tan desacomplejado autobombo se puede inferir cualquier cosa: desde que todo es una gran humareda que oculte que esta nueva música es más bien genérica o que, realmente, nos encontremos ante uno de los hitos pop de nuestro tiempo y el chico de Atlanta haga historia por tercera vez. La primera fue con su sencillo de debut, Old Town Road, un tema de country-rap, cantado por un chico negro y gay, que estuvo 19 semanas en el número 1 en EE UU, en 2019, y batió el récord absoluto de tiempo consecutivo en lo alto de las listas. La segunda vez, en 2021, cuando fue incluido en la lista de las 100 personas más influyentes del año para la revista Time con solo un álbum recién publicado. Prueba de su fuerza en la industria la demuestra el elenco de colaboradores que aparecía en ese disco: Elton John, Kanye West, Miley Cyrus (su padre, Billy Ray, ya había intervenido en el remix de Old Town Road), Doja Cat, Megan Thee Stallion y Jack Harlow.
El tema previsto para este viernes será lo primero que publique Lil Nas X tras año y medio de silencio, un periodo aparentemente largo si se tienen en cuenta los vertiginosos ritmos del cibermundo global, siempre ávidos de novedades permanentes. En otros de sus mensajes recientes, él bromeaba con que no había publicado nada porque había olvidado su contraseña de Spotify. Pero el caso es que el artista no ha estado precisamente parado en todo este tiempo. Tras la publicación de Montero en septiembre de 2021, comenzó a preparar una gira que se iniciaría justo un año después. Esta finalizó el 17 de noviembre de 2022 en Barcelona, en un Sant Jordi Club al que apenas acudieron tres mil personas, prueba de que aquí el artista todavía no ha alcanzado el estatus que tiene en otros países. El pasado verano, nos volvió a visitar, en esta ocasión como parte del cartel del festival Mad Cool en Madrid, y, como anécdota, también fue visto disfrutando la noche de Chueca junto a varias drag queens en el club Vuélvete Loca.
Su show en directo responde a todos los cánones del nuevo pop, aunque escénicamente no son tan novedosos, en realidad. Como en la última gira de Rosalía, no hay músicos en escena, y lo que suena por los altavoces es tan fiel al disco que se podía reconocer cada tema utilizando la aplicación Shazam. Como diría el crítico Diego A. Manrique, más que un concierto es un espectáculo de vedette, marcado por los constantes cambios de escenografía y vestuario, coreografías y un desarrollo en tres actos. Básicamente, el modelo de concierto pop que implantó Madonna a mediados de los años ochenta del siglo pasado. De ella, y de Lady Gaga, Lil Nas X recoge y amplifica la estrategia de optar por una imaginería kitsch que apabulle constantemente.
Las canciones son algo secundario: lo importante es que el fan no levante la vista (o aparte su móvil) del escenario. Parte de esta gira fue registrada en el documental Lil Nas X: Long Live Montero, cuyo estreno en el festival de Toronto también estuvo envuelto en polémica: debió ser retrasado por una amenaza de bomba.
Tampoco faltó la controversia en su actuación en la ceremonia de entrega de los Premios Grammy, en abril de 2022. En la siempre conservadora industria discográfica estadounidense le llovieron las críticas por agarrarse repetidamente los genitales, colocar el micrófono en el centro de la entrepierna y girarlo, fingiendo que el dispositivo era su pene. En 2022 llegaron también varias canciones sueltas. La primera de ellas, Late To Da Party, también atrajo bastante salseo, pues en su letra criticaba a los BET (Black Entertainment Awards), los premios concedidos a los mejores artistas afroamericanos, por considerarse ninguneado por ellos, denunciando homofobia soterrada. Luego llegaron Down Souf Hoes, dueto con otro rapero afroamericano queer, Saucy Santana. Su último tema oficial hasta la fecha, Star Walkin, fue publicado en septiembre de 2022 y fue comercializado como el tema estrella del videojuego League Of The Legends, donde él también aparece como personaje. Luego llegó el silencio... y el estruendo. O dice él que ocurrirá mañana.
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