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Victoria Beckham cumple 50 años: de sobrevivir a la ‘Spice pija’ a reírse de ella misma por el negocio

La excantante británica afronta un espléndido momento profesional tras el éxito de su marca de belleza y el buen pronóstico de su firma homónima de moda, en números rojos durante años. Atrás quedan los tiempos de acoso mediático y su etapa de estrella de la música con las Spice Girls

Victoria Beckham
Victoria Beckham en el estreno de 'Lola', el 3 de febrero de 2024 en Los Ángeles (California).Axelle/Bauer-Griffin (FilmMagic/Getty Images)
Elena Muñoz

La relación de Victoria Beckham con la fama lleva décadas de recorrido. Pocas celebridades han conseguido mantener su popularidad a lo largo de los años tanto como ella, que se dio a conocer en la veintena y este 17 de abril cumple los 50. Primero, como estrella de la música con las Spice Girls, el grupo femenino que más discos ha vendido de la historia. Después, cuando dejó en pausa su carrera para formar una familia con David Beckham, la prensa explotó la imagen de una Victoria cabreada con el mundo, elitista y altiva. En la actualidad, su nombre se vincula la industria de la moda, en la que debutó como diseñadora en 2008. Sin embargo, para muchos sigue siendo la mujer de David Beckham, algo que ella misma se toma con humor. Tanto es así que la firma que lleva su nombre tiene a la venta una camiseta blanca de manga corta donde se puede leer David’s wife (esposa de David), disponible por 110 libras (unos 129 euros al cambio).

“Creo que puedes ser muchas cosas. Una estrella del pop, una madre, una esposa, una diseñadora… ¡Mi pasión siempre ha sido soñar en grande y luego soñar aún más grande! Primero cree en ti mismo; todos los demás te seguirán. Y si tienes mucha suerte, encontrarás a alguien que crea en ti incluso más que tú”, reflexionaba en un mensaje publicado este jueves en su cuenta de Instagram sobre su cumpleaños redondo. Un mensaje con palabras de agradeciemiento a sus padres, marido y cuatro hijos.

La británica ha encontrado el equilibrio entre su estatus de celebridad internacional y el de empresaria y diseñadora de una firma que, después de muchos años, por fin ha proporcionado beneficios. “Es un momento emocionante. Este año hemos tenido beneficios. Es algo que lleva tiempo, especialmente para una marca independiente”, reveló el pasado mes de octubre en una entrevista para la edición francesa de Vogue.

Victoria Adams, la vida antes del fenómeno Spice Girls

Hija de un ingeniero electrónico y una vendedora de seguros y peluquera, Victoria es la mayor de tres hermanos. Nació en Essex en una familia muy acomodada. En el documental sobre David Beckham estrenado en Netflix el año pasado, ella trata de subrayar el carácter obrero y humilde de su familia hasta que su marido entra en escena y pregunta: “¿En qué coche te llevaba tu padre al colegio?”. Ella rehúsa contestar, pero al final ante la insistencia de su marido, dice: “En un Rolls Royce”. Este corte, el más comentado del documental (y monetizado también en camisetas de su firma), evidencia que, quizá, la familia Adams era más acaudalada de lo que Victoria dice.

Tal y como recoge una noticia publicada por la BBC en 2002, la vida de la diseñadora cambió en 1993 cuando respondió a un anuncio en la revista The Stage en el que se buscaban chicas que supieran bailar y cantar para la formación de un grupo. Detrás de aquel llamamiento estaban Bob y Chris Herbert, padre e hijo representantes de artistas musicales. Los Herbert ficharon a Victoria Adams y al resto de las integrantes ―Melanie Chisholm (Mel C), Geri Halliwell, Melanie Brown (Mel B) y Emma Bunton― y formaron la banda Touch. Aquel primer intento fracasó, las cinco jóvenes optaron por cambiar de manager y empezaron a trabajar con Simon Fuller. El grupo se rebautizó como Spice Girls. El 7 de julio de 1996 lanzaron en el Reino Unido su tema Wannabe y el resto es historia. “Cada una de nosotras habíamos luchado a nuestra manera. Y creo que elegir a cinco chicas muy normales, juntarlas y llevarlas de viaje por el mundo fue algo increíble que ninguna nos tomamos a la ligera”, contó hace poco en W Magazine sobre la experiencia como miembro del grupo.

Spice Girls
Las Spice Girls en los Brit Awards en febrero de 1997. De izquierda a derecha: Mel C, Geri Halliwell, Victoria Adams, Emma Bunton y Mel B.Avalon (Getty Images)

Cada una de las integrantes representaba un arquetipo (estereotipado según las modas noventeras) y Victoria fue Posh Spice (la Spice pija), un sobrenombre siempre presente en su vida. Las Spice Girls se convirtieron de la noche a la mañana en un fenómeno de masas. Aprovechando su éxito, lanzaron dos discos seguidos: Spice, en 1996, y Spiceworld, en 1997. En el año 2000 llegó Forever, el último. Durante aquellos años vivieron de gira convertidas en las británicas más famosas del planeta. Mientras, también en el Reino Unido, un joven llamado David Beckham empezaba a despuntar jugando al fútbol en el Manchester United. Victoria y David experimentaron el estrellato de forma casi paralela. En 1997, se conocieron en persona y el 4 de julio de 1999 se casaron en una mediática y carísima boda.

La etapa Beckham

Los tabloides británicos, conocidos por sus prácticas de acoso y derribo, encontraron en Posh y Becks, como denominaron a la pareja, su nueva gallina de los huevos de oro. Los fotógrafos seguían cada uno de sus pasos y sus gestos eran analizados al milímetro, dando pie a todo tipo de rumores. “Cuando la gente supo que habíamos empezado a salir, la intensidad de los paparazis y los medios fue mayor que nunca”, apuntó en W Magazine. Este clima de acoso mediático acarreó otro tipo de consecuencias. La excantante vivió uno de los episodios más aterradores de su vida cuando tuvo conocimiento de un complot para secuestrarla. Scotland Yard llegó a detener en 2002 a nueve personas implicadas en la presunta operación.

Victoria Adams & David Beckham
Victoria Adams y David Beckham después de un concierto de Whitney Houston en Londres, el 20 de septiembre de 1997.Dave Benett (Getty Images)

Tiempo antes, en 2000, tuvo que lidiar con amenazas de muerte enviadas a casa de sus padres, según publicó la prensa de la época. Tal era la psicósis que durante el ensayo de su actuación en los Brit Awards de aquel año tuvo que ser evacuada del escenario al detectarse un puntero rojo apuntando a su pecho. Para resguardarse de ese lado oscuro de la fama, se construyó una fachada de persona seria y distante, una respuesta a la atención exacerbada que despertaba su persona, criticada por tener pocas curvas o tener demasiadas, incluso culpabilizada cuando su marido tenía un mal día en el terreno de juego. “Cuando pienso en la era de las Spice Girls y todo lo que me hicieron pasar los medios, veo cómo me afectó aquello. Cuando estás en esa situación te proteges a ti misma. Tan pronto como veía un paparazi, me ponía mi armadura y así era cómo me veía el mundo (…). Me pintaron como alguien que siempre estaba enfadada. Era falso. Pero soy consciente de la imagen que proyectaba”, se sinceró en Vogue.

Una carrera de fondo en la moda

El matrimonio tuvo a su primer hijo, Brooklyn, en marzo de 1999, a los 24 años de edad. Poco después, en 2000, las Spice Girls oficializaron su separación y Victoria Beckham trató de lanzar su carrera en solitario, aparcada de forma definitiva tras la fría acogida de su único álbum de estudio. Fue entonces cuando dejó en un segundo plano la música para apoyar a su marido y dedicarse a su familia (después de Brooklyn, llegaron Romeo, de 21 años, Cruz, de 19, y Harper Seven, de 12). De 2003 a 2007 los Beckham vivieron en Madrid y David triunfó como una de las estrellas del Real Madrid de los galácticos. Esta época fue especialmente dura para la diseñadora, epicentro de la prensa del corazón patria, pero fue en España donde comenzó a fraguar la idea de crear su propia marca de moda, tal y como ha revelado la propia Victoria. Después, llegó la vida en Los Ángeles y todo cambió para mejor. En 2007, la banda se reunió para alegría de sus fans, lanzaron un disco recopilatorio y ofrecieron decenas de conciertos en una gira que se alargó 12 meses, hasta abril de 2008. La última vez que se vio a Victoria Beckham sobre el escenario fue en 2012, en la icónica actuación celebrada en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres. La cantante rechazó volver a reunirse de nuevo con las Spice Girls, que han continuado ofreciendo conciertos sin ella.

Mia Regan, Romeo Beckham, Cruz Beckham, Harper Beckham, David Beckham, Victoria Beckham, Brooklyn Beckham and Nicola Peltz
La familia Beckham al completo. De izquierda a derecha: Mia Regan (exnovia de Romeo), Romeo Beckham, Cruz Beckham, Harper Beckham, David Beckham, Victoria Beckham, Brooklyn Beckham y Nicola Peltz (esposa de Brooklyn) en el estreno de Netflix de 'Beckham', en octubre de 2023 en Londres.Karwai Tang (WireImage)

En 2008 vio materializado el sueño de toda una vida: lanzar su firma. Su extensa colección de bolsos (atesora más de un centenar de birkins, el modelo más exclusivo de Hermès) y su asistencia a desfiles en su era de Posh Spice ya habían dado pistas de su amor por la moda. “Fue algo que siempre había querido hacer. En el colegio, personalizaba mis uniformes y los de mis compañeros de clase”, respondió en una entrevista reciente al ser preguntada por la creación de su marca homónima. Después de 14 largos años, la compañía ha logrado beneficios por primera vez hace solo unos meses. El diario Financial Times afirma que los ingresos de la compañía VBHL (Victoria Beckham Holding Limited) crecieron un 44%, hasta los 58,8 millones de libras en 2022 frente, a los 40,9 millones de 2021.

En sus inicios, el escepticismo en el fashion business era patente y el futuro de la firma parecía más que incierto. Para muchos se trataba de un intento más de una celebridad de capitalizar su fama diversificando negocios. La industria había contado con ella como poderoso reclamo comercial en muchas ocasiones: protagonizó campañas, portadas de revistas, lanzó perfumes… pero una cosa era ser un agente externo y otra querer formar parte de una de las maquinarias más herméticas del mundo. Beckham es consciente de su visibilidad, por eso ella es su mejor embajadora y no duda en vestir de pies a cabeza con ropa de su marca. Eso sí, la lista de celebridades y personalidades que han confiado en sus diseños crece por momentos. Desde la reina Letizia y Kate Middleton hasta la cantante Rosalía o actrices como Gwyneth Paltrow, Anne Hathaway y, por supuesto, su amiga Eva Longoria, madrina de su hija.

Nuevos negocios y desafíos

En 2019, amplió su negocio con la creación de Victoria Beckham Beauty, una división de belleza que funciona como una marca independiente y que ha tenido muy buena acogida. “He trabajado duro para llegar aquí, para tener el sello de aprobación de París por parte de la industria tanto de la moda como de belleza y ¿sabes qué? Es algo muy difícil de conseguir”, zanjó hace poco en Allure. A esa línea de belleza se suma ahora una colección de perfumes inspirados en su vida junto a David Beckham. Juntos desde hace 27 años, en casi todas sus entrevistas o charlas públicas sale a relucir el nombre de su marido. La vida familiar protagoniza buena parte del contenido compartido por la diseñadora en sus redes sociales y también ha colaborado con las parejas de sus hijos para promocionar su marca de moda, sabedora del interés extra que despierta vincular su vida personal con la profesional.

A sus 50 años, ejerce el pleno control sobre su imagen. Hace tiempo que dejó de importarle lo que publicara la prensa y utiliza las redes sociales con gran asiduidad para mostrarse como realmente es, o al menos, como quiere ella ser percibida: “Tan pronto como pude comunicarme a través de las redes sociales, la gente pudo ver mi verdadero yo. Pero seamos claros: nunca publico para demostrar nada a nadie. Dejé de preocuparme hace mucho lo que pensara la gente sobre mí (…) Gracias a las redes, la gente me ve ahora como una mujer trabajadora, una esposa, una madre… mi auténtica personalidad”.

Los Beckham no han abandonado el ojo público, pero tampoco es algo que hayan intentado. Ahora que el fulgor del flash de los paparazi se ha atenuado, se muestran cómodos en su estatus de celebridades, se prodigan con frecuencia en la alfombra roja, se apoyan mutuamente con sus proyectos (la familia al completo no se pierde nunca los desfiles de Victoria) y comparten con sus millones de seguidores sus ratos juntos. El año en que se cumplen tres décadas después de la creación de las Spice Girls (Royal Mail, el servicio de correos británico, lanzó unos sellos conmemorativos el pasado enero), ella es la única de las cinco que se ha reinventado por completo. Al frente de su negocio en la moda y la belleza, este año se suma una colaboración con la firma relojera Breitling. Y desde el 23 de abril se podrá comprar la colección cápsula que ha diseñado con Mango, un lanzamiento que coincide con el 40º aniversario de la marca española y que se prevé sea un éxito de ventas. Infatigable, cumplir años no resta energía a la empresaria que asegura que esto es solo el principio: “Tengo mucha ambición y he trabajado duro para lograr mis metas. Nunca espero que las cosas vengan solas”. El mensajé que publicó ayer en su Instagram, donde acumula más de 32 millones de seguidores, lo terminaba con una advertencia de futuro: “Este es el comienzo de un nuevo y emocionante capítulo y yo apenas estoy comenzando”.

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