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El ‘nannygate’: la batalla de Carrie y Boris Johnson contra su exniñera

Theresa Dawes acusa a la esposa del ex primer ministro británico de despedirla después de descubrir que se había tomado una copa de vino a solas con él. La pareja lo niega y asegura que la exempleada busca una indemnización elevada

Former prime minister Boris Johnson and his wife Carrie Johnson arrive at the Coronation of King Charles III and Queen Camilla on May 6, 2023 in London, England.
Boris Johnson y su mujer, Carrie Johnson, a su llegada a la coronación de Carlos III y Camila, el 6 de mayo en la abadía de Westminster, en Londres.WPA Pool (Getty Images)
Rafa de Miguel

Boris Johnson podría decir aquello de Michael Corleone en la tercera parte de la saga de El Padrino: “Justo cuando pensaba que estaba fuera, me vuelven a meter”, se quejaba el mafioso de sus enemigos. Aunque en el caso del ex primer ministro británico suele ser él quien salta de nuevo al charco, normalmente por escándalos tan poco edificantes como la batalla que mantiene actualmente junto a su mujer Carrie contra la exniñera de la pareja.

Johnson, siempre deseoso de regresar a la primera línea política —y vengarse de paso de Rishi Sunak, a quien sigue considerando el principal causante de su caída—, había tomado posición en las últimas semanas en contra de los dos principales asuntos políticos en el debate público del Reino Unido: la marcha atrás del actual primer ministro en sus promesas contra el cambio climático y los recortes previstos en los planes de trenes de alta velocidad en el norte del país, la gran promesa de Johnson. De lo que hablan todos los diarios tabloides, sin embargo, es del nannygate, la batalla de Theresa Dawes (59 años) contra el matrimonio Johnson por el modo tan arbitrario e injusto, según ella, en que fue despedida. Ocurrió apenas dos semanas después de que la contrataran para atender al pequeño Frank Alfred Odysseus, el tercer vástago de la pareja, nacido el pasado 5 de julio.

Cuenta Dawes que, cuando apenas llevaba tres días en el puesto, Carrie Johnson regresó a casa del hospital, llamó a un Uber, y le dijo que tenía 15 minutos para hacer la maleta y largarse del domicilio. La exniñera contó la historia al The Sunday Mirror, así como la razón por la que, según ella, había sido despedida con cajas destempladas. El día en que nació el pequeño, Johnson regresó eufórico a la vivienda e invitó a la niñera a “remojar la cabeza” del recién nacido. “Era un día precioso y caluroso. Boris llegó a casa, salió a la terraza y abrió una botella de vino—un rosado bien frío—”, ha contado Dawes al tabloide. “Me pidió que me uniera a él, para brindar por el pequeño Frank y contarme cómo estaban Carrie y el bebé y cuándo iban a venir a casa. Ese tipo de cosas”, explicó la exempleada de los Johnson.

Alguien vio a ambos disfrutar de ese vino: la madre de Carrie, quien supuestamente se lo comunicó a su hija. Al día siguiente, cuando la exasesora de comunicación del Partido Conservador regresó a su domicilio, con un aire claramente irritado, pasó de largo sin apenas saludar a Dawes y preguntó dónde estaba su madre, antes de dirigirse a la habitación de los niños.

“Me quedé estupefacta”, cuenta la exniñera, cuando la esposa de Johnson le dijo que se fuera. La razón esgrimida por Carrie tenía algo de retorcida. Según Dawes, seguía molesta porque la misma niñera le había contado, dos semanas antes durante la entrevista de trabajo, que el matrimonio al que había prestado servicios con anterioridad celebró la dimisión de Johnson por el escándalo del partygate, las fiestas prohibidas en Downing Street durante el confinamiento. “Fui a la cocina para hablar con Boris y le dije: ‘Lo siento si le he ofendido’. Pero no sabía qué responderme. Me dijo: ‘No sé qué decir, está muy afectada por las hormonas, acaba de tener un niño. No puedo controlarla”, balbuceó el ex primer ministro. Dawes asegura que la razón alegada por Carrie era simplemente una excusa, y que lo que realmente le irritó fue la idea de que su marido estuviera ya tomando una copa a solas con la nueva empleada del hogar.

El matrimonio —se casaron por sorpresa en mayo de 2021— ha negado todas las acusaciones a través de un portavoz, y acusa a la niñera de intentar sacar más dinero del despido. El contrato era por tres meses, dice Dawes, y les ha amenazado con emprender acciones legales para reclamar el pago íntegro de ese periodo más una indemnización por daños. “Es decepcionante ver cómo alguien abusa de una posición de confianza y se inventa una historia falsa para obtener un beneficio económico”, han dicho los Johnson.

Dawes es consciente, como el resto de los británicos, de los cientos de miles de libras que Johnson ha ganado, simplemente por sus discursos, desde que abandonó Downing Street. Y resulta llamativo que el nuevo escándalo salte a la prensa en el momento en que el ex primer ministro vuelve a salir a la luz para arremeter contra el Gobierno de Sunak. Pero sus andanzas y aventuras acumuladas durante décadas tienen como resultado que, al margen de las posibles maniobras políticas que se escondan detrás del nuevo episodio, nadie duda de que los comentarios del ex primer ministro a su exniñera en la cocina suenan cien por cien puro Johnson.

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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.

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