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El príncipe Enrique debe realizar una petición formal y con antelación si quiere dormir en Kensington

Buckingham niega que Carlos III deba permitir a su hijo alojarse en el palacio. Como consejero de Estado, el duque de Sussex tiene que disponer de un alojamiento en territorio británico, pero carece de él desde que su padre los desalojó de Fogmore Cottage

El rey Carlos y el príncipe Enrique en el Museo de Historia Natural de Londres, el 4 de abril de 2019.
El rey Carlos y el príncipe Enrique en el Museo de Historia Natural de Londres, el 4 de abril de 2019.Samir Hussein (Samir Hussein/WireImage)
El País

Por ley, los siete consejeros de Estado británicos, que incluyen, por ejemplo, a la princesa Ana y al príncipe Andrés, deben tener una casa en el Reino Unido. Pero actualmente hay uno que no la tiene. El príncipe Enrique, de 39 años, que como hijo del rey Carlos III es uno de esos siete miembros de la familia real que podría sustituirlo en caso de que este estuviese en el extranjero o enfermo, no tiene hogar en suelo británico. Así es desde principios de 2023, después de que su padre los desalojara a él y a su esposa Meghan Markle de Frogmore Cottage por la renuncia del matrimonio a seguir con sus deberes reales.

En un intento por resolver el problema, fuentes del palacio de Buckingham han asegurado a The Times que los cortesanos reales habían discutido el alquiler de una propiedad en una finca real para los duques de Sussex. Una opción, según explicaron este fin de semana en el medio británico, era ofrecerles cobijo en un apartamento en el palacio de Kensington, donde su hermano Guillermo y Kate Middleton tienen una casa y una oficina privada. Pasan algunas noches allí, después de haber trasladado a su familia a Windsor. Pero esta sugerencia se rechazó rápidamente. De hecho, este lunes 25 de septiembre el palacio ha negado las noticias que aludían a que el rey Carlos III podría verse obligado a permitir que el príncipe Enrique se quede en este palacio la próxima vez que viaje al Reino Unido, según recoge la prensa británica.

Esta opción cobró sentido cuando una persona de confianza del monarca aseguró al periódico británico que era improbable que Carlos III destituyese a su hijo menor como consejero de Estado porque “sería visto como un acto de antagonismo y él no quiere hacer eso”. Por tanto, dijo, “si algún lugar de la finca real necesita ser destinado como un apartamento para su hijo, eso sería algo razonable”. Sin embargo, parece que las conjeturas sobre que el lugar elegido sea Kensington son solo eso, ya que el propio palacio de Buckingham ha refutado esa idea confirmando al mismo periódico que “estas afirmaciones no son ciertas”.

El interés por la falta de vivienda de los duques de Sussex en el Reino Unido se ha avivado a raíz del último viaje de Enrique de Inglaterra a Londres, a principios de septiembre, cuando se le negó una habitación en el castillo de Windsor durante su fugaz visita a la ciudad. El duque, que desde hace más de tres años vive en California con su mujer y sus dos hijos, voló a la capital inglesa desde Estados Unidos para acudir a la entrega de premios de la organización benéfica WellChild y solicitó hospedarse en el castillo, mientras su padre se encontraba en Balmoral coincidiendo con el aniversario de la muerte de Isabel II. La solicitud fue denegada. Enrique, por su parte, rechazó la invitación a Escocia por motivos de su apretada agenda. Al final, el duque pasó la noche en un hotel en Londres. De cara al futuro, el palacio de Buckingham le hizo saber que si quiere quedarse en una residencia real o visitar a su padre mientras está en el Reino Unido tendrá que reservar su estancia con antelación a través de una solicitud formal. Según The Times, los asesores reales dicen que es probable que el alojamiento temporal para Enrique en Windsor esté disponible para él, cuando sea posible, si se solicita para visitas cortas.

Hasta el año pasado, los consejeros de Estado eran la reina (Camila), el príncipe de Gales (Guillermo), el príncipe Enrique, el duque de York (Andrés) y la hija mayor de este, la princesa Beatriz, una situación que muchos consideraron inadecuada porque Enrique, el príncipe Andrés y Beatriz no son miembros de la realeza en activo. En noviembre, Carlos III pidió al Parlamento británico que agregara a la lista a sus otros dos hermanos, la princesa Ana y al príncipe Eduardo. Se entiende que el rey decidió no eliminar a Enrique y Andrés porque no quiere aumentar las tensiones familiares y cree que es poco probable que alguno de los dos tenga que sustituirlo en el futuro.

Poco después de anunciar su decisión y la de Meghan de alejarse de la vida real oficial en enero de 2020, Enrique dijo en un evento de caridad: “El Reino Unido es mi hogar y un lugar que amo. Eso nunca cambiará”. Pero la tensión familiar no ha hecho más que aumentar desde entonces, sobre todo después de que se estrenara en Netflix la docuserie Enrique & Meghan, donde el matrimonio repasa los obstáculos que han superado desde que empezaron su noviazgo hasta que renunciaron a formar parte de la familia real, y se estrenara más tarde En la sombra, el libro de memorias del duque. Desde entonces, ha cambiado que ya no tiene ninguna casa en la nación que considera su hogar y que a pesar de ser el hijo del rey, si quiere alojamiento tiene que buscárselo de antemano, como cualquiera.

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