Ana Mena: “Tengo muchas ganas de colaborar con más chicas, pero necesito canciones que sean apropiadas para ello”
La popularidad en Italia de la cantante y actriz malagueña la llevó hasta el Festival de San Remo, aunque hoy descarta presentarse a Eurovisión. Persigue que su nuevo tema ‘Las 12′, una colaboración con la artista mexicana Belinda, sea un éxito veraniego
“Il mio nuovo singolo Mezzanotte è fuori ovunque” (“Mi nuevo sencillo Mezzanotte ya está en todas las plataformas”). Esta es la carta de presentación de Ana Mena (Estepona, 25 años) en sus redes sociales. La biografía que corona todos sus perfiles —solo en Instagram tiene más de un millón de seguidores— está en italiano, a pesar de que no haya ninguna raíz biológica que la ate a esta lengua. Pero a veces uno no es tanto de dónde nace, sino de dónde le hacen sentir como en casa, como ella misma confesaba este viernes a EL PAÍS en las alturas del hotel Emperador que se alza en mitad de la Gran Vía madrileña.
La música de la cantante malagueña ha calado hondo en el país mediterráneo. Tanto, que su fama la ayudó a escalar hasta el Festival de San Remo, celebrado el pasado mes de febrero, optando a ser la representante de Italia en Eurovisión, que este año ganó Ucrania. Y aunque no lo consiguió —quedó en el puesto 24 de los 25 aspirantes—, la experiencia ha significado mucho para ella. “En mi casa siempre hemos tenido la tradición de ver el festival. Poder presentar mi primer single sola allí ha sido un reto”, explica.
Tras varios años rompiendo las listas de éxitos con A un paso de la luna (2020) y Música Ligera (2021), ahora da la bienvenida a la estación estival con su nuevo sencillo, Las 12. Una colaboración con la artista mexicana Belinda que llega después del lanzamiento de su versión en italiano, Mezzanotte, que sobrepasó el millón de reproducciones en Spotify el mismo día de su lanzamiento gracias a sus admiradores de ambos lados del Mediterráneo (poco más del 51% de reproducciones provenían de España, mientras el otro 49% restante, de Italia).
Pregunta. ¿A quién llama cuando llegan las doce?
Respuesta. A la gente que no puedo llamar por la mañana (risas).
P. ¿Qué tal ha ido la acogida de este nuevo tema?
R. Ha sido muy bueno. No esperaba que la canción íntegramente en italiano tuviese ese recibimiento en España. En especial porque el tema original fue creado en español y después la versionamos al italiano.
P. ¿Y cómo ha sido colaborar con Belinda?
R. Tenía muchas ganas de trabajar con Beli. Y en general también muchas ganas de colaborar con más chicas, pero necesito canciones que sean apropiadas para ello. En este caso, Las 12 se prestaba totalmente. La escribimos el año pasado, como en octubre, junto a los productores de Despacito y otras piezas. Y ahí la teníamos guardada. Yo siempre he intuido que era una canción para sacarla justo antes de verano, así que la colaboración ha llegado en el momento perfecto.
P. ¿De dónde viene esa afinidad con Italia? Aunque ya habla perfecto italiano, no tiene raíces con ese país, ¿verdad?
R. No, no, qué va. He escuchado canciones italianas desde niña gracias a mi padre, que me ponía mucha música en general. Nunca ha habido prejuicios en mi casa a la hora de escuchar música. Aunque ha predominado siempre el flamenco. Mi madre era cantaora, y yo lo llevo en la sangre.
P. Entonces, ¿por qué dio el salto a cantar en italiano?
R. Todo empezó por casualidad, a raíz de una colaboración hace cinco años, por un tema con Fred de Palma [un rapero italiano]. En ese momento yo no era nada conocida y él tampoco, ambos estábamos empezando. Ninguno de los dos teníamos idea de qué iba a pasar. Eso fue lo guay. Que la canción llegó hasta donde llegó por la gente, que hizo un trabajo orgánico de boca a boca. Así es como te das cuenta de que algo está gustando de verdad. Nunca tuvimos la garantía de si iba a ser una casualidad que triunfara la canción, pero afortunadamente ahora siento que Italia es como mi segunda casa.
P. Y eso la catapultó al Festival San Remo. ¿Cómo ha sido la experiencia? Aunque al final no saliera…
R. ¿El qué no ha salido?
P. Llegar a ser representante de Eurovisión por Italia.
R. Yo no quería eso. No, no. Yo no quería ir al festival. A lo mejor aquí se entiende como si fuera un Benidorm Fest, pero este nunca ha sido una preselección de Eurovisión, aunque ahora el ganador tenga la posibilidad de ir. Yo nunca he pretendido ir. De hecho, cuando me preguntan si quiero ir al Benidorm Fest… no entra en mis planes ahora mismo. Quizás en otro momento, pero quiero enfocarme en mi álbum. San Remo me gustó mucho porque en mi casa siempre hubo tradición de verlo. Tuve que hacer entrevistas sola en italiano por primera vez y tener conversaciones coloquiales de verdad, así que fue un reto bonito. Además, que me permitiesen como artista extranjera participar… no me lo esperaba.
P. Como ha dicho, quiere enfocarse en su álbum. Pero también es actriz, participa en la serie de Netflix Bienvenidos al Edén.
R. Aun así, la música siempre ha sido mi primera vocación. Me veo haciendo música toda la vida. Además, me sirve como terapia, cuando me pasa algo o tengo algún problema suelto todo en el estudio.
P. ¿Se ha visto desbordada psicológicamente alguna vez?
R. Claro. A mí lo que me hace tocar tierra es volver a mi casa. Hace un par de semanas, aparte de porque estaba enferma, necesitaba ir porque desde enero no había tenido ni dos días libres. Necesitaba respirar, ver a mi familia, descansar y dormir. Esa es mi manera de sanarme, tanto de los problemas profesionales como de los personales. Regresar a mi casa y estar con los míos es lo que más me estabiliza.
P. ¿Fue también en casa donde descubrió que lo suyo era la música?
R. Llevo desde los siete años cantando y escribiendo canciones. Era una niña, pero esa era la forma en la que me divertía. Yo ya de pequeña era muy folclórica. Incluso actuando, nunca me ha dado miedo la cámara. Era como una persona mayor. Tenía 50 años en el cuerpo de una niña de 8. Reconozco que a esa edad jugaba a cosas muy raras.
P. ¿Un ejemplo?
R. No me divertía con cualquier juguete ni con cualquier muñeca. Me gustaba irme al campo. Podía pasarme mirando a los animales horas y horas. Otra cosa que recuerdo es montar en quad con unos 10 años. Todos los fines de semana montaba a mi hermano delante, que tendría unos tres años, y me iba a derrapar. ¿Tú te crees? A derrapar al campo, a llenarme de barro y ponerme fina. Jugaba también a la puntería, era una loca de los tirachinas y de las escopetas de plomillos. Me ponía una filita de latas y así me divertía, poniéndome obstáculos o colocándolas cada vez más lejos.
P. ¿Y se le daba bien?
R. Que flipas. Ahora no, no veo tres en un burro. Por aquel entonces también era muy de dibujar.
P. Y ahora, ¿cómo se divierte cuando desconecta?
R. Lo de dibujar todavía me queda. Me gustan también mucho la bici y el campo. De hecho, trabajo mucho con mi padre en un huerto con tomates que tenemos. No son muy grandes, pero tienen un sabor espectacular. Ayer mismo me hice una buena ensalada de mi huerto. Y, entre otras aficiones, este verano quiero aprender a surfear.
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