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El divorcio de Haya de Jordania y el emir de Dubái, el más caro del Reino Unido: la princesa obtiene 650 millones

La aristócrata mantuvo un romance con su propio guardaespaldas, quien intentó chantajearla para difundir su romance

Haya de Jordania chantaje
La princesa Haya de Jordania, en el Alto Tribunal de Londres durante su juicio contra el emir de Dubái, el 31 de julio de 2019.Chris J Ratcliffe (Getty Images)
María Porcel

La rocambolesca historia de la princesa Haya de Jordania, exesposa del emir de Dubái, lleva dos años y medio convertida en noticia primera plana de medios de Oriente Próximo, Reino Unido y de buena parte del resto del mundo. No le han faltado ingredientes para parecer un relato de ficción, aunque tristemente real y con el peso de la violencia machista de por medio. En la vida de Haya, que tuvo que salir de Dubái en 2019 tras las amenazas de su marido cuando descubrió que mantenía otra relación, ha habido huidas clandestinas a países lejanos, amenazas y secuestros frustrados, sibilinas gestiones diplomáticas de por parte del rey Abdalá de Jordania, la mediación de las abogadas de mayor prestigio del mundo, intentos de espionaje tecnológico... Y millones, muchos millones de euros. Ahora, ya con el divorcio cerrado y con una indemnización que, según se acaba de saber, es de más de 650 millones para la princesa, se ha conocido un nuevo capítulo de la historia. Y es que Haya, amenazada por su esposo y con el peso de la fuga de un emirato como Dubai sobre sus espaldas, también ha tenido que lidiar con un chantaje de los miembros de su seguridad personal.

En los documentos judiciales que ahora han salido a la luz se da cuenta de dicho chantaje, por el que Haya se vio obligada a pagar ocho millones de euros, pero también se desglosa por primera vez la cuantiosa indemnización de 554 millones de libras —651 millones de euros— recibida por la princesa, que sería la más alta en caso de divorcio del Reino Unido. Pese a todo, distaría mucho de las exigencias iniciales de Haya de Jordania, que eran de 1.640 millones de euros. Así, por ejemplo, se explica que el largo proceso legal ha tenido un coste de más de 140 millones de libras (164 millones de euros) y que ha sido pagado por ambas partes. El pago total para la princesa es de 251 millones de libras, casi 300 millones de euros, y en él se incluyen casi 25 millones de euros para compensar las joyas y la ropa de alta costura que ella se dejó en Dubái, 5,8 millones anuales para las vacaciones o 2,4 millones para reformar la cocina de la casa de Londres donde viven y añadir un horno para pizzas. Por la educación de sus dos hijos el emir pagará otros 3,5 millones de euros. Además, el juez ha asignado al jeque un pago de más de 10 millones de libras (casi 12 millones de euros) anuales en seguridad para la princesa y sus hijos hasta que los niños acaben de estudiar, porque, según el magistrado, “la mayor amenaza a la que se enfrenta [la princesa] es el propio jeque”.

Con respecto al chantaje, hace ahora un año se supo que Haya, de 47 años, había vivido un romance de dos años con uno de sus guardaespaldas, un hombre de nacionalidad británica llamado Russell Flowers. Entonces se hizo público, a través del Daily Mail, que ella le había hecho caros regalos: relojes de lujo, puros, armas personalizadas... en total, más de 1,4 millones de euros en obsequios. Pero hoy una investigación publicada por el diario británico The Times da la vuelta a la historia. Según el rotativo, el juez Sir Philip Drury Moor, del Tribunal Superior de Londres, ha sentenciado que fueron los miembros de seguridad de Haya quienes la chantajearon con hacer pública esa relación, y consiguieron que les pagara 7,8 millones de euros.

Los guardas de seguridad implicados eran cuatro, denominados en los escritos judiciales como A., B., C. y D., y los cuatro hombres y británicos. Al parecer B. y C. obtuvieron 4,5 millones (5,3 millones de euros), mientras que A. y D., que era el amante de la princesa, un hombre británico casado, se hicieron con 1,4 millones de euros cada uno. El juez Moor afirma en su escrito que fue “un episodio muy insatisfactorio” para la princesa y que “Su Alteza Real debió estar muy asustada”. De hecho, en las escuchas del juicio la propia princesa habla del miedo que llegó a sufrir a causa de las amenazas.

El juez Moor se lamenta, e incluso se culpa a sí mismo, de que los cuatro chantajistas “hayan huido y no sean perseguidos”. Al parecer, según los documentos judiciales obtenidos por The Times, todo empezó en febrero de 2018, cuando un exmiembro del equipo de seguridad interpuso una demanda por despido improcedente y decidió chantajear a la princesa para conseguir dinero. Ella entonces le dio a ese hombre, que sería el denominado A., un total de 1,4 millones que sacó la cuenta de su hija Jalila (que acaba de cumplir 14 años); según ha explicado, usó las cuentas corrientes de sus hijos porque era “lo más conveniente”, afirmando que devolvería el dinero usado a las mismas.

Solo pasaron cinco meses cuando, ese mismo verano de 2018, los miembros del equipo de seguridad llamados B. y C. le exigieron 5,3 millones a Haya. “Tenía miedo y tenía el dinero en la cuenta”, dice ella en la vista judicial. Más tarde, llegó el chantaje de forma directa por parte de su amante, que le exigió otros 1,4 millones de euros.

El escrito judicial da buena cuenta del terror que debió sentir Haya. Instruida en la universidad de Oxford, es hija del fallecido Hussein de Jordania y hermana de Abdalá, actual soberano de ese país, que además la ha ayudado a conseguir un puesto en la embajada de Jordania en Londres para lograr así la inmunidad diplomática. Es la —por lo que se puede saber de ese velado mundo— sexta esposa del emir de Dubái, el millonario jeque Mohammed Al Maktoum, con quien tiene dos hijos. Pero el descubrimiento por parte del emir de que tenía un amante precipitó su huida del país, y se refugió en Londres, donde la familia posee una exclusiva mansión en Kensington Palace Gardens (Londres), valorada en casi 100 millones de euros. La historia de Haya ha sido la más conocida, pero no la única. Se ha sabido que la primera esposa del jeque, de la que se divorció, nunca pudo ver a sus hijos tras el divorcio. Las princesas Shamsa —en el año 2000— y Latifa —en 2018—, hijas del emir, también intentaron huir del país, pero con menos suerte que la sexta esposa de su padre.

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

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