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Anabel Alonso: “Puedo tener una tendencia política, pero no me caso con ningún partido”

La actriz, bautizada como el “azote de la derecha”, se ha convertido en una voz muy activa en Twitter. Nadie está exento de sus comentarios irónicos

La actriz Anabel Alonso.
La actriz Anabel Alonso.CORDON PRESS

Baloncesto, béisbol, guitarra, baile, inglés… En todas estas actividades se ha iniciado Anabel Alonso (Barakaldo, Vizcaya, 1964) y todas ellas las ha abandonado. “Nunca me oirás decir: ‘Pues llevo cuatro años dando clases de…’. Nunca. Y con los años no mejoro”, reconoce riéndose la actriz, que es poco constante para casi todo menos para la interpretación, una profesión en la que lleva más de tres décadas y que todavía le apasiona. Retirarse no está entre sus planes de futuro, pero la idea de descansar un tiempo sí que le ha rondado más de una vez por la cabeza. No obstante, siempre acaba cediendo ante su vocación.

Lleva desde 2014 en la serie Amar es para siempre, dando vida cada tarde al personaje de Benigna Castro, y a finales del año pasado por fin representó la obra de Molière El enfermo imaginario, dirigida por Josep Maria Flotats, cuyo estreno se demoró por el estado de alarma decretado en marzo. “Tengo la gran suerte y el lujo de que me llaman para seguir currando. En esta profesión una cosa es que empieces a trabajar y otra cosa es que a lo largo de los años te sigan llamando. Para mí el éxito no es el que te conozcan, sino que después de 30 años te sigan llamando”, explica por teléfono la intérprete, que empezó a finales de los años ochenta en La bola de cristal y se ha hecho un nombre en la industria con títulos como Kika, Los ladrones van a la oficina o 7 vidas.

Ha hecho comedia, drama, presentado programas de televisión e incluso ha llorado en las cocinas de MasterChef Celebrity. Casi siempre ha compaginado diferentes trabajos, pero ahora prefiere centrarse solo en la serie de Antena 3 y en un nuevo proyecto vital: su hijo, Ígor, de ocho meses. “El enano”, como se refiere a él de manera cariñosa, nació el 24 de mayo, gestado por la pareja de la actriz, la dramaturga argentina Heidi Steinhardt, con la que contrajo matrimonio en julio. Al ser el apellido de Alonso el primero del niño, Steinhardt fue la encargada de elegir el nombre y buscó uno que fuera corto, sonoro y original.

Un nombre poco común que sorprendentemente recuerda con facilidad la abuela del pequeño, María Elba Gómez, de 92 años. “Puede tener días más o menos buenos, puede que a mí no me reconozca, puede que esté más despistada… pero por Ígor pregunta siempre”, cuenta asombrada la intérprete, pues su madre padece demencia y requiere de unos cuidados que la obligan a vivir en una residencia de mayores. Se trata de un centro próximo a la casa de Alonso, en Madrid, lo que le permitía ir a visitarla casi a diario.

Sin embargo, esa cercanía se ha transformado en lejanía a raíz de la pandemia del coronavirus. Los encuentros se han reducido bastante, se han tenido que conformar con las videollamadas y durante las navidades han permanecido separadas: “Para ella no ha sido tan doloroso porque no tiene muy claros los días. A mí sí me ha dolido mucho porque nunca sabes si van a ser las últimas”. No obstante, guarda cierta esperanza debido a que su madre ya ha recibido la primera dosis de la vacuna contra la covid-19. Por ahora volverán a estar más de un mes sin verse, hasta que su progenitora sea inmune, pero Alonso no ve el momento de poder reencontrarse con ella y que conozca a su nieto en persona. “A ver si pasa todo esto y podemos pasear juntos, cada uno en su sillita”, añade riéndose y haciendo gala de su optimismo.

Sobre su madre también habló largo y tendido hace unos días en el programa Sábado Deluxe. Allí reveló una historia familiar que nunca antes había mencionado por lo larga y dolorosa que era de explicar. Alonso siempre ha dicho ante los medios de comunicación que es hija única, pero en realidad tuvo dos hermanos que fallecieron de forma prematura, por lo que ella creció como la única hija de un matrimonio que siguió adelante pese a sufrir una de las mayores desgracias de esta vida. Con un tono más apesadumbrado admite que siempre ha extrañado ese amor fraternal: “No sé lo que es tener hermanos, pero supongo que no hay nada parecido a ese vínculo. Aunque te lleves mal sabes que siempre tienes a alguien”, dice la actriz, que añade: “Igual lo he idealizado pero creo que el vínculo de hermanos es como inquebrantable, en general”.

Su pareja ha sido clave en este proceso de reconocer que no es hija única, sino que realmente es “la que queda” y ahora la intérprete desea que su hijo se críe rodeado de hermanos. Steinhardt y Alonso se conocieron en 2013 cuando la actriz se puso bajo las órdenes de la argentina en la obra de teatro Lastres. Y aquello les debió gustar porque repitieron en dos montajes más y no descartan volver a compartir proyectos profesionales.

Por su relación y su proyección mediática reciben a través de las redes sociales insultos, ataques homófobos y críticas; la última de ellas basada en que la actriz, a sus 56 años, es demasiado mayor para ser madre primeriza. Steinhardt es poco dada a responder a los haters, mientras que Alonso ha protagonizado infinidad de titulares sobre sus rifirrafes virtuales: “Hay algunas cosas que no hay que dejarlas pasar, que son impresentables y digo: ‘Hasta aquí hemos llegado”. Perfiles anónimos, celebridades, políticos… nadie está exento de los comentarios irónicos de la actriz, bautizada como “el azote de la derecha” por la prensa digital. Ella, que afirma coincidir con las ideas del centroizquierda, se ríe del mote y apunta: “Indudablemente voy más hacia la otra parte porque Ayuso y Almeida dan mucho juego, y Vox. Pero también el gobierno hace cosas mal. Yo puedo tener una tendencia política, pero no me caso con ningún partido”.

Trata de no tomarse muy a pecho lo que escriben de ella en las redes sociales, no ha recibido nunca amenazas y presume de que Twitter nunca le ha censurado ninguna publicación. Sin esconderse bajo un pseudónimo escribe sin pelos en la lengua: “Soy una persona conocida que no me corto a la hora de opinar”. Sus ideas políticas no coinciden con las de su excompañero de 7 vidas Toni Cantó, actual portavoz de Ciudadanos en las Cortes Valencianas. Hace mucho que no se ven y no se siguen mutuamente en Twitter, pero Alonso asegura que si se reencontraran, la relación sería cordial. Aunque agrega con cierto tono burlón: “Claro que le diría: ‘Anda, Toni, que de verdad dices cada cosa...”

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