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Las vidas de Alejandro Sanz y Raquel Perera después de su divorcio

La expareja se ha trasladado a Madrid y mientras el cantante publicita su amor por la artista Rachel Valdés, Perera vuelve al primer plano y utiliza sus redes sociales para inspirar a otras mujeres

Alejandro Sanz y Raquel Perera anunciaron el pasado mes de julio su separación, después de 12 años juntos. A través de un mensaje conjunto en sus respectivas cuentas de Instagram, el cantante de 51 años y su exesposa de 44 dejaron claro que su ruptura iba a ser respetuosa entre ellos y con sus dos hijos, Dylan y Alma. Sanz comparte su vida desde verano con la artista cubana Rachel Valdés.
Alejandro Sanz y Raquel Perera anunciaron el pasado mes de julio su separación, después de 12 años juntos. A través de un mensaje conjunto en sus respectivas cuentas de Instagram, el cantante de 51 años y su exesposa de 44 dejaron claro que su ruptura iba a ser respetuosa entre ellos y con sus dos hijos, Dylan y Alma. Sanz comparte su vida desde verano con la artista cubana Rachel Valdés.Getty Images
El País

Las vidas de Alejandro Sanz y su exesposa Raquel Perera han cambiado mucho desde que anunciaron su separación y después su divorcio. Y sin embargo, de alguna manera, como suele ocurrir con muchos exmatrimonios que tienen hijos en común, siguen entretejidas la una con la otra. Su separación se anunció amistosa y basada en el cariño que ambos sienten por sus hijos y la realidad ha demostrado que por ellos han sido capaces de hacer cambios radicales en su vida que han incluido trasladarse ambos a vivir a Madrid desde Miami, donde el artista residía habitualmente desde hace muchos años.

Desde que Alejandro Sanz unió esta nueva etapa de su vida a la artista cubana Rachel Valdés, ambos viven en Madrid y, casualidad o planificación, también han regresado a la misma ciudad sus dos exesposas, Raquel Perera y Jaydy Michel, casada a su vez desde hace 10 años con el futbolista Rafa Márquez. Una especie de reunificación familiar que ha provocado que el cantante tenga por primera vez a casi todos sus hijos viviendo en la misma ciudad, Manuela, de 19 años, fruto de su unión con Michel, y Dylan y Alma, de ocho y cuatro años respectivamente, los dos que ha tenido con Perera. En esta nueva vida solo falta Alexandre, de 18 años, que el cantante tuvo de una relación extramatrimonial con la diseñadora Valeria Rivera, que es músico como su padre y continúa viviendo en Miami.

Sanz, dicen sus amigos, está viviendo un gran momento de placidez personal y también se muestra más abierto a mostrar el amor por su nueva pareja de una forma pública una vez su divorcio ha quedado totalmente resuelto. Se deja ver con ella en actos públicos, en varias ocasiones acompañado de su hija mayor que parece tener con la nueva novia de su padre una excelente relación, y comparte imágenes que dejan claro que sus hijos más pequeños forman parte de su nueva vida con asiduidad. El pasado día 19 cumplió 52 años y publicó un vídeo en sus redes sociales en el que se le veía soplando las velas feliz y animado por sus hijos y Rachel Valdés. La artista, a su vez, no olvidó declarar su amor al cantante en el día de su cumpleaños: “Hoy celebro la vida. Hoy celebro tu día. Feliz cumpleaños, mi amor”, rezaba la publicación que acompañaba a una imagen de espaldas de la pareja cogidos de la mano y mirando un cuadro en una exposición.

El acuerdo de divorcio de Alejandro Sanz, contempla que pagará un millón de euros a Rachel Perera en tres partes: 400.000 euros que abonó en septiembre; 300.000, antes del 30 de septiembre de 2021; y otros 300.000, antes del 30 de septiembre de 2022. Si el cantante no tuviera fondos por cancelación de giras y conciertos a causa de la pandemia de coronavirus, esos plazos se extenderían otro año más. Además, tendrá que abonar la cantidad de 10.000 euros al mes, 5.000 por cada uno de los dos hijos en común que tienen. Una cantidad que se irá reduciendo a lo largo del tiempo y bajará a 6.000 euros (en total) a partir de 2023. Sanz tendrá derecho a ver a sus hijos la mitad de las vacaciones escolares, así como en fines de semana alternos y dos días entre semana. Si Raquel Perera tuviera una nueva pareja y esta se mudara a esa casa donde viven ella y sus hijos, la exesposa de Sanz tendría que asumir el pago de la mitad del alquiler.

Con este inicio de nueva vida, Raquel Perera también ha abandonado el segundo plano que mantuvo mientras vivió con Alejandro Sanz y ha comenzado a manifestarse con voz propia en distintos medios. Primero habló con la revista ¡Hola! y recientemente ha dado detalles sobre su nueva vida tras su divorcio con Vanity Fair. Vive en un chalet adosado en la exclusiva urbanización madrileña La Finca con sus dos hijos y afirma que desde su separación ha recibido “muchos mensajes de apoyo de otras mujeres”. También cuenta que ha empezado a utilizar su cuenta de Instagram para “dar o recibir consejos e intercambiar experiencias”. Con más de 91.000 seguidores, afirma que su perfil es “bastante inspirador”. “Siempre me ha gustado el mundo de las emociones y del comportamiento humano. Me interesa la conexión con las personas”, afirma.

En la revista cuenta que nació en la Concepción, un barrio popular de Madrid y que sus padres llevan casado 50 años. Fue una hija que no dio disgustos, una joven que tuvo éxito con los chicos y se confiesa “inquieta por naturaleza”. Estudió Psicología “para intentar contestar a todas las preguntas que bullían en mi interior” y trabajó de azafata y luego en una agencia de comunicación relacionada con la Fórmula 1, años en los que afirma habérselo “pasado en grande”. Tras vivir un par de años en Londres y Dublín regresó a Madrid y estuvo varios meses de gira con Marlango, el grupo musical de Leonor Watling, de quien era mánager Rosa Lagarrigue, que en ese momento también representaba a Alejandro Sanz. Fue Lagarrigue quien la llamó para entrar en su equipo y ese trabajo le llevó más tarde a encargarse de Sanz, con quien comenzó a relacionarse laboralmente en 2005.

De su exmarido afirma que es “un tipazo con una personalidad arrolladora y un talento increíble. Personas como él no pueden vivir encerradas ni encarceladas, solo ellas eligen cuándo estar solas para inspirarse”. Perera asegura que se empezó a enamorar de él cuando vio la valentía con la que paró su carrera para “ordenar su estrés y su ansiedad”, un período que ocurrió en 2007. También da detalles de su vida juntos, de cómo en una época su pandilla de amigos estaba formada por Shakira y Antonio de la Rúa, Colate y Paulina Rubio, Eva Longoria, Kim Kardashian, Jennifer López y Marc Anthony. Y afirma que cuando inició su relación con él no se planteó nada pero sabía dónde se metía porque lo había visto como su asistente que era: “Conocía los apetitos desordenados de los artistas, esos camerinos llenos de mujeres con deseos incontrolables, todos los intereses creados alrededor de él... Pero me desnudé y me tiré a la piscina. Pensé: ‘Aquí estoy, disparadme’. Y claro, pronto empecé a notar las balas por todas partes”, dice en la entrevista.

Cenas, fiestas, reuniones, intereses y una familia. Así viene a resumir su vida junto al cantante, con quien dice que intentó crear una familia muy unida que incluía a los hijos mayores del cantante y que esos valores continúan en la actualidad por el bien de sus hijos. Asegura que mantiene un trato cercano con Jaydy Michel y que hubo un momento en el que fue plenamente consciente de que Alejandro “necesitaba comerse la vida a mordiscos”. Sobre su ruptura explica que hubo “un momento maduro de intentar comprender y aceptar. Y luego hay otro de romper la vajilla entera de la casa. Le dije: “Vive lo tengas que vivir”. Lo único que le pedí encarecidamente era que nos protegiera a mí y a los niños. Cuando una relación está basada no solo en un amor verdadero sino en la realidad, vas aprendiendo muchas cosas... Puedo entender (que no justificar) que cualquier persona cometa un error de formas, una noche, un “sin querer”... Cada pareja determina los límites de su relación, pero yo particularmente no permitiría que se establezcan vínculos sentimentales ni emocionales con otra mujer que no sea yo. Me gusta ser la única deseada por mi pareja”, le cuenta a Vanity Fair.

El resto es historia, el vínculo con Alejandro Sanz continúa aunque su relación sentimental haya acabado y ahora Perera confiesa que siente curiosidad por lo que le deparará el futuro.

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