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El nuevo capítulo de Maxim’s, el emblemático restaurante de París en el que se encontraron Serge Gainsbourg y Jane Birkin

La gestión del establecimiento, con 130 años de historia, pasa a manos del grupo empresarial Paris Society, que introduce una nueva oferta gastronómica

Maxim’s restaurante de París
Interior de Maxim's, en París. Imagen proporcionada por el restaurante.RICARD ROMAIN

Hay lugares que destilan un encanto más parisino que la propia París contemporánea: rebosan de elegancia, sofisticación y maestría. Entre ellos destaca Maxim’s, toda una institución centenaria que ha cambiado de manos con la noble misión de recobrar su estatus como un destino gastronómico y social para las élites de París.

En sus días de esplendor, Maxim’s acogió a grandes estrellas que dejaron una huella imborrable. La fachada carmesí en el número 3 de la rue Royale, en algún lugar entre el Sena y la Torre Eiffel, se ha convertido en un símbolo emblemático de la ciudad. Inmortalizado en películas como Gigi, dirigida por Vincente Minnelli y ganadora de múltiples premios Oscar en 1959, y capturado en momentos icónicos de revistas —como la imagen de Brigitte Bardot caminando descalza en los años sesenta o el encuentro de Serge Gainsbourg y Jane Birkin en los años setenta—, Maxim’s ha formado parte de la historia parisina.

Fachada del Maxim's, en París.
Fachada del Maxim's, en París.

Desde octubre de 2023, Paris Society, grupo de prestigio en el sector de la restauración y la hotelería francesa fundado por el empresario Laurent de Gourcuff, ha tomado la gestión de Maxim’s con el ambicioso objetivo de revivir su leyenda. Durante los últimos 15 años, la empresa se ha hecho con restaurantes y clubs nocturnos como el Raspoutine o el Girafe, conocido por sus mariscos y pescados en una terraza con vistas impresionantes a la Torre Eiffel. Gourcuff quedó cautivado por la atmósfera mágica y atemporal de Maxim’s que considera, como expresó en el comunicado de apertura, “indiscutiblemente la marca de restaurante más fuerte del mundo”.

Al ingresar al restaurante, el servicio comparte relatos curiosos sobre la historia del lugar, como que la mesa en la que nos sitúan estaba reservada exclusivamente para el magnate Aristóteles Onassis en el pasado, en caso de que decidiera cenar en el último momento. La mesa tiene una vista privilegiada al espectáculo que ameniza la cena y se encuentra junto a la vidriera característica de Maxim’s, inspirada en el mundo vegetal, animal y la imaginación de la mujer.

Este diseño se despliega obsesivamente por todo el restaurante y sirvió de inspiración para la creación de una de las icónicas botellas de champán Perrier-Jouët Belle Époque, la cual, por supuesto, se sirve en Maxim’s. Además, en la carta de cócteles, encontramos una selección que rinde homenaje a distinguidos clientes del pasado, entre los que se destacan personalidades como Onassis, Barbra Streisand y Audrey Hepburn (19 euros).

La fascinante historia del establecimiento, que tanto atrajo a las personas conocidas de tout-Paris, se remonta a 1893, cuando el camarero Maxime Gaillard, según cuenta el restaurante, abrió un pequeño bistró en la rue Royale. Ese año, Irma de Montigny, una joven actriz parisina, entró en Maxim’s durante el campeonato de hípica Prix de Diane y quedó tan impresionada con este lugar que prometió ayudar a su lanzamiento.

Langosta, ensalada y vinagreta trufada. Imagen proporcionada por el establecimiento.
Langosta, ensalada y vinagreta trufada. Imagen proporcionada por el establecimiento.Romain Ricard

Durante la Exposición Universal de 1900, Maxim’s se convirtió en uno de los restaurantes de moda en París, bajo la gestión de Eugène Cornuché. Este emprendedor francés atrajo a los artistas populares de la Escuela de Nancy, transformando el establecimiento en un templo del Art Nouveau, ahora clasificado como monumento histórico en Francia. Dicen que su secreto para atraer a la élite era tener siempre una mujer sentada visible desde la acera.

En 1932, el restaurador Octave Vaudable compró el restaurante, imponiendo llevar traje y favoreciendo a la clientela adinerada. Más tarde, en 1981, el diseñador de moda Pierre Cardin, cliente habitual, se hizo con el negocio para que la casa permaneciera en manos francesas, “ya que los Vaudable la iban a vender a unos jeques”, cuenta Pierre-André Hélène, conservador del museo Maxim’s durante 13 años.

El empresario Laurent de Gourcuff, de Paris Society, que ahora gestiona el restaurante. Imagen proporcionada por el establecimiento.
El empresario Laurent de Gourcuff, de Paris Society, que ahora gestiona el restaurante. Imagen proporcionada por el establecimiento.

Durante la gestión de Cardin, se conservó la planta baja y se restauró el primer piso, que había sido modernizado en los años sesenta. También se instaló un ascensor en el edificio, se rehabilitó la fachada idéntica a como era en 1900, y se transformó el apartamento de los antiguos propietarios, así como parte de las oficinas, que correspondían el tercer y cuarto piso, en el museo Art Nouveau que Hélène dirigió hasta 2018. La actual dirección de la marca Pierre Cardin, a través de Rodrigo Basilicati, sobrino del diseñador fallecido en 2020, ha confiado la gestión del restaurante a Paris Society durante cuatro años, detalla Hélène.

En opinión del experto Hélène, la esencia distintiva de Maxim’s sigue intacta. Con el cambio de dirección, “no ha cambiado en absoluto, puesto que no ha habido ninguna modificación en los espacios, excepto en la cocina”. Sin embargo, reconoce un cambio positivo introducido por Paris Society, destacando la transformación del primer piso en un bar: “antes era así y Pierre Cardin ya no lo deseaba”. El bar es independiente al restaurante y quien no tenga reservada una cena es bienvenido a tomar una copa o algo para picar, como una terrina de foie gras con brioche tostada (42 euros), un cóctel (de 15 a 19 euros) o una copa de vino (desde 12 euros).

maxims gastro enero 2024

A pesar de la preservación de la esencia del lugar, Hélène destaca que Maxim’s enfrenta el desafío de atraer a las generaciones más jóvenes que parecen “ignorarlo todo”. Él afirma que Maxim’s es un mito parisino. “El mito de la elegancia, el espíritu, el símbolo de la antigua Francia. Y ahí radica el problema. Ya no hay clientela para eso. Las generaciones jóvenes lo desconocen por completo”, según el conservador, que considera que las palabras elegancia, espíritu y distinción ya no forman parte del vocabulario de las élites contemporáneas.

Maxim’s ha instaurado un código de vestimenta elegante para las mujeres y exige el uso de chaqueta para los hombres. Recuerde llevarla, ya que el restaurante no ofrece chaquetas en caso de olvido. La carta rescata la refinada cocina burguesa francesa casi en su totalidad. Hélène sugiere que el plato que podría establecer un vínculo con la carta anterior es el lenguado, reinterpretado, o los crêpes que antes eran Veuve Joyeuse —una receta propia de Maxim’s, rellenos con un delicado soufflé y aroma a limón— y ahora son Suzettes.

Cóctel con champán. Imagen proporcionada por el establecimiento.
Cóctel con champán. Imagen proporcionada por el establecimiento.RICARD ROMAIN

De la nueva carta —Paris Society no ha querido dar detalles sobre el chef— destacan algunas delicias gastronómicas como la sopa de trufas VGE, creada por el prestigioso chef ya fallecido Paul Bocuse para el presidente Valéry Giscard d’Estaing por su admisión al rango de Caballero de la Legión de Honor (33 euros). También ofrece la langosta a la americana, preparada con unasalsa de tomate, vino blanco y coñac (78 euros); vieiras con la clásica salsa beurre blanc, una deliciosa combinación de mantequilla y vino blanco (41euros, 71 euros con caviar); o el tournedó Rossini, un solomillo salteado en mantequilla, cubierto con trufa negra y foie gras (60 euros).

Para culminar la experiencia, el chef pastelero Yann Couvreur reinterpreta algunos postres, además de los crêpes (18 euros), como la isla flotante —un postre de merengue sobre una base de crema inglesa (14 euros)—, o la mousse de chocolate soufflé (16 euros).

Mousse de chocolate 'soufflé'. Imagen proporcionada por el establecimiento.
Mousse de chocolate 'soufflé'. Imagen proporcionada por el establecimiento.

La velada en Maxim’s se extiende desde las 18 horas hasta bien entrada la medianoche, ofreciendo una experiencia completa que fusiona la historia, la elegancia y la gastronomía refinada parisina. Según Gourcuff, “el objetivo de Paris Society es revivir el mito de Maxim’s, perpetuar la leyenda, restaurar su prestigio y mantenerlo como un lugar icónico, elegante y festivo donde los clientes pueden disfrutar de bailes, canciones y sus encuentros”.

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