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Cómo elevar la captación de talento

Becas, financiación flexible y educación en remoto permiten democratizar el acceso a los programas empresariales

Acto de entrega de Becas al Talento de ESADE, celebrado el pasado 21 de febrero en su campus de Barcelona.
Acto de entrega de Becas al Talento de ESADE, celebrado el pasado 21 de febrero en su campus de Barcelona.

Los elevados precios de algunos programas empresariales ofrecidos por las escuelas de negocios han generado una imagen elitista de este tipo de educación. Sin embargo, ni todas las formaciones tienen por qué ser tan caras, ni hace falta tener grandes recursos económicos para acceder a ellas. Los esfuerzos por democratizar la educación en las escuelas de negocios están creciendo ante un nuevo paradigma económico que necesita profesionales altamente cualificados en el sector empresarial. Las becas son una de las herramientas fundamentales de las instituciones para atraer el talento con bajos recursos económicos, como también lo son los préstamos flexibles fruto de convenios con entidades bancarias. La modalidad en línea, impulsada por la pandemia, ha abaratado los costes de los programas formativos incrementando las oportunidades de acceso para el alumnado.

Los programas de becas se han convertido en la gran apuesta de las escuelas de negocios para la captación de talento, incrementando anualmente su presupuesto para llegar a un mayor número de alumnos. “Entendemos que las becas son una herramienta fundamental para garantizar el acceso a este tipo de educación, por lo que, entre todas las acciones que pueden llevar a facilitar el acceso a los programas, estas son las que mayor atención y esfuerzo reciben”, explica Silvia Rull, directora asociada del departamento de Reclutamiento y Admisiones de ESADE.

La institución de enseñanza catalana ha destinado cuatro millones de euros para la subvención de programas formativos en el presente curso académico, de los que se han beneficiado 287 jóvenes con recursos económicos limitados y un excelente expediente académico. Como apunta Rull, la concesión de estas becas depende de varios factores: “Se estudia el perfil del alumno atendiendo a varios parámetros. En el caso de aquellos que optan a los programas de grado, no solo son las notas que haya obtenido en bachillerato, sino también su situación económica y su nivel de inglés. Hay que recordar que la mayoría de los programas son bilingües y otros se imparten totalmente en inglés”.

“Lo importante es que el coste de estos estudios no sea el principal impedimento para obtener una educación de calidad”, añade Cristina Isabel Masa, vicerrectora de Enseñanzas de la Universidad CEU San Pablo, otra institución educativa que también ha incrementado la partida económica destinada a los programas subvencionados y que les ha permitido aumentar en un 70% el número de alumnos becados en el último año, entre ellos un 25% más de alumnos internacionales y un 53% más de mujeres.

Impulsar el liderazgo femenino

Los programas de becas también buscan ayudar a reducir la brecha de género que existe en los estudios financieros de posgrado y que se ve reflejada también en el mercado laboral. Según un estudio elaborado por la consultora PwC, las mujeres directivas tan solo representan el 22% en España. El MBA de IESE cuenta con varias modalidades de becas para mujeres. “Este tipo de formación incrementa las oportunidades de liderazgo”, apunta su responsable de Admisiones, Paula Amorim. Para Silvia Rull, “este es el primer paso para aumentar la presencia de mujeres directivas en las empresas”. ESADE también cuenta con programas becados dirigidos exclusivamente a mujeres.

Otra forma de democratizar el acceso a los programas formativos de las escuelas de negocio es a través de plazos de financiación flexible que ofrecen las propias instituciones y de préstamos estudiantiles o créditos blandos. Así, cobran especial relevancia los acuerdos que los centros de formación firman con diferentes entidades bancarias. “El objetivo es mejorar las condiciones de los préstamos a un interés mucho más bajo del habitual, y proporcionar facilidades de pago que se pueden extender hasta 20 años y que empiezan seis meses después de haber terminado los estudios”, añade Amorim.

Por su parte, Antonio Alonso, presidente de la Asociación Española de Escuelas de Negocio, recuerda que, aunque hay programas que superan los 100.000 euros, “la gran mayoría oscila entre los 10.000 y 20.000 euros”. El presidente de AEEN señala que la educación telemática —impulsada por la pandemia— también ha servido para abaratar los costes de las formaciones y llegar a un mayor número de alumnos. “Ha sido uno de los elementos más facilitadores para este tipo de estudios. Muchos estudiantes que quizás no se planteaban cursar estos programas por razones económicas o de presencialidad han podido acceder ahora gracias a esta modalidad educativa”, destaca Alonso. Y añade: “El uso de plataformas digitales permite llegar a más alumnos con los mismos recursos, asegurando que la calidad de los programas se mantiene”.

Garantizar el acceso del talento a la formación empresarial también trae consigo beneficios para las propias instituciones educativas. “Ser capaz de comunicar todo este tipo de acciones y esfuerzos por democratizar la educación en este sector contribuyen a la buena imagen de las escuelas de negocios. Aunque en la actualidad no hay un problema de demanda, es necesario seguir trabajando con este enfoque y que estos programas no se dirijan solo a un perfil determinado de personas”, concluye Alonso.

Las escuelas de negocios se acercan a los institutos públicos

Desmontar el mito de que la educación empresarial de alta calidad es cara y elitista también implica un esfuerzo de comunicación. En este sentido, instituciones como ESADE buscan acercarse al alumnado de centros educativos públicos a través de sesiones informativas sobre becas. Además, el centro de formación empresarial —en colaboración con la Fundación Junior Achievement— ofrece el programa Miniempresas, con el que estudiantes de secundaria y bachillerato pueden experimentar la toma de decisiones empresariales a través de la creación, organización y gestión de su propia empresa. “Hay muchos alumnos de institutos públicos que nunca se habían planteado cursar este tipo de educación porque la consideraban lejos de sus posibilidades. Se trata de mostrarles que estos programas también pueden ser para ellos”, apunta la directora asociada del departamento de Reclutamiento y Admisiones de ESADE.

 


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