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Plantas híbridas que producen y acumulan al mismo tiempo

El mercado mundial de baterías crecerá un 25% en los próximos años. España aspira a lograr los 22 gigavatios de capacidad en 2030

Baterías de almacenamiento de electricidad procedente de fuentes solar y eólica en Países Bajos.
Baterías de almacenamiento de electricidad procedente de fuentes solar y eólica en Países Bajos.Mischa Keijser (IMAGE SOURCE / GETTY IMAGES)

El futuro está claramente solo en las plantas híbridas de energía renovable, aquellas que pueden producir, pero también almacenar electricidad. Así que tenemos que aumentar la capacidad de crear más productos de almacenamiento”.

Las palabras de Dusan Lichardus, CEO de Tesla Group, dibujan un mercado lleno de oportunidades, pero lastrado aún por trabas administrativas y costes elevados. La compañía checa ha apostado por el potencial de crecimiento de nuestro país pues, según sus previsiones, “se encuentra entre los más atractivos de Europa”.

Tesla anunció el pasado verano su desembarco en el mercado español de las energías renovables con el propósito de desarrollar 500 megavatios (MW) de proyectos solares híbridos y suministrar hasta un gigavatio (GW) de sistemas de almacenamiento en baterías estacionarias, un segmento en el que prevé alcanzar una cuota de mercado del 12% dentro de tres años. “Recientemente, un nuevo informe ha determinado que el mercado mundial de baterías de iones de litio crecerá de los recientes 8.000 millones de dólares a 55.000 millones en 2030. Por lo tanto, hablamos de una tasa de crecimiento anual compuesto del 25%, que es enorme”, asegura Lichardus.

¿Asignatura pendiente?

A pesar de estas prometedoras expectativas, son muchos los expertos que siguen considerando el almacenamiento como la gran asignatura pendiente de las renovables. Y en esta materia, a juicio de Roger Pasola, director de almacenamiento, hidrógeno y nuevos desarrollos de la Unión Española Fotovoltaica (Unef), son varios los “alumnos” que tienen trabajo por delante para cumplir con los objetivos previstos.

En primer lugar, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que debe alcanzar los 22 GW de capacidad previsto en el borrador del nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) en 2030. Para ello se están impulsando nuevos procedimientos de evaluación ambiental centrados en el almacenamiento, al tiempo que se potencian esquemas de apoyo aprovechando los fondos ­Next Generation de la Unión Europea.

Por otro lado, las renovables. “El último estudio de DNV, empresa de consultoría asociada a Unef, muestra que el 80% de las empresas renovables (promotores y desarrolladores, principalmente) está hoy involucrada, o bien en un estudio avanzado y pilotando tecnologías de almacenamiento (40%), o bien invirtiendo (20%), poseyendo (10%) u operando (10%) instalaciones”, asegura Pasola.

Cada vez más los grandes proyectos de generación renovable van de la mano de importantes propuestas de acumulación. Sistemas que permiten una gestión más eficiente “al almacenar el exceso de energía en momentos de alta producción y liberarla cuando la demanda es mayor o la generación es baja”, apuntan desde la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec, cuyos socios son Iberdrola, Endesa y EDP). En definitiva, amortiguar los efectos de la intermitencia de estos sistemas —la eólica solo se genera cuando hace viento; la solar cuando hace sol—, el gran hándicap de ambas tecnologías, pues supone una importante pérdida de energía.

“Solo en 2022 ya estábamos desaprovechando cerca del 19% del potencial de generación de las instalaciones, lo que se traduce en más de 160 millones de euros perdidos. Y va en aumento”, advierte Roberto Giner, CEO de Octopus Energy Spain. “Si instalas baterías con una capacidad de carga de días, semanas o incluso meses, reducirás esa incertidumbre y la dependencia de generación tradicional y aumentará la penetración de las renovables”, añade Gustavo Jurado, CEO de Arba Energías Renovables.

También particulares

Según datos recogidos por Unef, en 2022 el almacenamiento detrás de mostrador en instalaciones de autoconsumo se incrementó en 1.382,84 megavatios hora (MWh). “Cualquier particular puede instalar un sistema de baterías en su domicilio adecuado a su necesidad, en función de sus consumos, de su autogeneración, de su forma de movilidad, de sus consumos térmicos”, asegura Raúl García, director de la Asociación Española de Almacenamiento de Energía (Asealen).

Esta tecnología no solo contempla desarrollos a gran escala, sino que puede aplicarse en pequeñas instalaciones, tanto en empresas como en hogares. “Una vivienda que tiene una pequeña instalación, donde a mediodía los padres pueden estar trabajando y los hijos en el colegio, con una batería puede aprovechar esa generación”, explica Ramón Penades, presidente de APPA Fotovoltaica. El almacenamiento impulsado por particulares, gracias a los incentivos y ayudas, es mucho más accesible y permite gestionar la demanda de los hogares de una forma mucho más eficiente. Tanto a escala global como doméstica es una pieza clave para cumplir con los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero. Los expertos estiman que entre 2023 y 2026 se puedan instalar en España más de 2.000 MW en baterías y que se haya comenzado en 2026 la construcción de 500 MW de bombeos y otras tecnologías de almacenamiento mecánico.

Ahorro del 50% en electricidad

La empresa vasca Cegasa ha impulsado un proyecto de autoconsumo colectivo en la localidad de Todolella (Castellón). “Gracias a nuestras baterías de ion de litio se está abasteciendo a 51 consumos, incluyendo vecinos, pequeños negocios y administración local, con un ahorro de hasta el 50% en su factura de electricidad”, explica el directivo Ramón Ugarte. 
Las soluciones nBESS creadas por la empresa gallega Norvento Enerxía permiten “la integración del almacenamiento en comunidades energéticas, mediante una solución todo en uno que optimiza el autoconsumo de la comunidad y habilita su funcionamiento en isla”, describe Luis Jiménez, mánager de la compañía española. 
“En los últimos tiempos se están desarrollando muchos sistemas de almacenamiento independiente [en inglés, stand alone BESS]”, detalla Tomás García, portavoz de JLL. Una modalidad cuyo funcionamiento no depende de una planta generadora.

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