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Microrredes, útiles para cada ocasión

Los pequeños circuitos capaces de generar electricidad y de funcionar de manera autónoma se propagan en el mercado por su gran eficiencia

EXTRA ENERGIA 22-05-22
VICTOR DE SCHWANBERG/SCIENCE PHO (Getty Images/Science Photo Libra)

La energía eléctrica es parte esencial de nuestra vida. La usamos para cargar nuestros dispositivos móviles, al cocinar, en la oficina o cuando estamos en casa viendo la televisión. Antes de llegar a su destino final ha hecho un largo viaje, atravesando una central eléctrica y una serie de subestaciones y líneas de transmisión. Esa travesía, sin embargo, está cambiando. En países con infraestructuras desarrolladas, como en Europa, las tendencias en los mercados energéticos (con precios que han tocado récords) y la evolución de costes de las tecnologías renovables (cada vez más baratas) están haciendo que se evolucione paulatinamente a sistemas de generación distribuida que aportan cada vez mayor independencia de la red.

Un ejemplo de ello son las mi­crorredes (o, por su anglicismo, microgrids): sistemas que emulan el funcionamiento de la red general, pero de forma autónoma y en menor escala. “Para hacerlas posibles, deben englo­bar tanto elementos de generación distribuida como un consumo al que dan servicio”, explica Carlos Gallego, responsable de desarrollo de negocio en Norvento Enerxía. “Se pueden definir como el conjunto interconectado de cargas y recursos energéticos distribuidos que puede operar como una isla energética o conectado a la red de distribución”, agrega Fernando Postigo, investigador del Instituto de Investigación Tecnológica de la Universidad Pontificia Comillas. En muchos casos incluyen sistemas de almacenamiento que aportan capacidad de despacho de energía y control sobre la generación, especialmente en sistemas que cuentan con fuentes de generación renovable.

Un invento localizado

En otras palabras, una microgrid es una red eléctrica autónoma que le permite al usuario generar su propia electricidad para poder utilizarla cuando más se requiera. Las microrredes, en muchos casos, están diseñadas para garantizar un soporte energético fiable en momentos en los que se producen picos de demanda, durante periodos de inactividad de la red o cortes eléctricos, o cuando la intermitencia de la generación renovable requiere respaldo. Y a diferencia de la red eléctrica tradicional, que se genera en una planta energética centralizada y luego la distribuye a lo largo de cientos de kilómetros de líneas de transmisión, una microgrid opera en el mismo sitio donde se consume, según los expertos de Schneider Electric.

Los beneficios que puede aportar son muchos. Desde un mejor aprovechamiento de la energía generada de forma local por fuentes de energía renovable hasta una mayor fiabilidad y resiliencia de nuestro suministro, o una reducción del coste de la factura eléctrica y de las pérdidas del sistema al acercar la generación al consumo, explica Postigo. Estas ventajas le auguran un futuro prometedor en diversos sectores. Ya se están testeando en la industria. Acciona Energía y Schneider han puesto en marcha una microrred en la planta de Puente la Reina (Navarra) donde aúna la producción de energía renovable in situ, el almacenamiento en baterías y la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos.

La microrred instalada incluye 852 kWp de energía fotovoltaica, cinco puntos de recarga de vehículo eléctrico y 80 kWh de almacenamiento en baterías. Esta unión de tecnologías permite maximizar la rentabilidad de cada kilovatio hora (kWh) empleado, porque juega con todas las variables posibles. Desde meteorológicas (analizando la radiación y el tiempo en los próximos días), de consumo (realiza un cálculo de previsión de necesidades y de la curva de carga de la planta) y, por supuesto, económicas (se descarga los precios de la electricidad con 24 horas de antelación). “Al final, el resultado es que el propio sistema elige qué kWh debe consumir, si el de la red, el de la planta fotovoltaica o el de las baterías; por supuesto, también elige cuándo es más rentable cargar los vehículos eléctricos”, comenta Javier Avendaño, gerente de desarrollo de negocio de servicios energéticos de Acciona Energía.

Pero no es el único. A nivel residencial, Enercoop quiere convertir a la localidad alicantina de Crevillent (con 30.000 habitantes) en una comunidad energética local, con una microrred de autoconsumo colectivo. Su intención es que cubra el 50% de todas las necesidades energéticas del municipio. El proyecto, llamado Comptem, ya está en marcha y se finalizará en 2030. “El uso compartido de instalaciones de generación o almacenamiento en una comunidad de vecinos puede aumentar la eficiencia de las inversiones realizadas”, dice el experto de Comillas. Además, abunda, las microrredes están íntimamente relacionadas y en línea con el concepto de comunidad energética que tanta relevancia está tomando durante los últimos años y que busca promover el uso compartido de forma local de instalaciones energéticas.

El experto Norvento Enerxía destaca que estos sistemas son imprescindibles si queremos satisfacer la cobertura de la demanda energética del futuro y cumplir con la hoja de ruta que Europa se ha propuesto para descarbonizar la economía. “Posiblemente, veamos un incremento en su aplicación a medida que casos de uso concretos, como son las comunidades energéticas industriales, sean cada vez más habituales. Esta tendencia de crecimiento tendrá más que ver con un cambio de concepto general en la generación de energía que con las propias particularidades de las redes de distribución de nuestro país”, añade. El gran reto a solucionar está en el almacenamiento.

Coste de las baterías

“El problema es que el coste de las baterías todavía es muy elevado, y el autoconsumo sin baterías, muy competitivo, por lo que no encaja en todos los clientes”, dice Avendaño. En la última década, el coste de las baterías ha caído casi un 90% y se espera que esta reducción continúe y en 10 años su coste se reduzca un 60% adicional respecto del valor actual. “Lo ideal son grandes consumidores, incluso varios, de esta forma el factor de escala y la simultaneidad ayudan a mejorar la rentabilidad”.

Si una microrred dispone de una batería y un panel solar, la batería permite almacenar el excedente de generación durante las horas de sol y emplear dicho excedente de energía durante la noche. Ello ayuda a resolver los retos técnicos que pueden darse en las microrredes en relación con el balance consumo-demanda.



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