La exposición ‘El fin del amor’, un club del vino natural y una clase de sushi: tres planazos en Madrid para resignificar los espacios
Ginkgo Lab, ÖSS Kaffe y Fun Fun son tres establecimientos para vivir nuevas experiencias en la ciudad
Se habla mucho de lo que uno siente durante una relación, pero poco sobre lo que queda una vez terminada. Con esta reflexión empieza la exposición El Fin del Amor de Luna en ÖSS Kaffe, una cafetería de café de especialidad en el distrito madrileño de Chamberí. La artista explica que, al mudarse a España, pasó por una ruptura a la que le costó mucho encontrar un cierre. De ella nace la inspiración para la exhibición fotográfica.
La exposición, que va acompañada de un QR con música para hacer el recorrido y no habla tanto sobre la relación en sí misma como de todo lo que quedó, refleja rencor, rabia y tristeza. Uno sabe que muchas veces son sentimientos infundados, pero no puede evitar sentirlos. Además, queda el luto que se siente por lo que fue y por lo que no. Este Madrid Te Enreda está inspirado en todas esas historias que podrían haber sido y nunca llegaron a ser. Hemos buscado lugares que nos trasladan a otro momento de nuestras vidas, allí donde fuimos felices con personas que ahora no están. Es hora de crear otros recuerdos con otros protagonistas.
La embajada del café en Chamberí
ÖSS Kaffe (situado en la calle de Manuel Cortina, 1) es una cafetería que nace hace dos años inspirada en un viaje que hizo por el mundo el socio fundador Fernando Iglesias. En él, se enamoró del café de Oslo y se dio cuenta de la importancia de saber de dónde provienen los productos que consumimos. Así vio la luz ÖSS Kaffe, un proyecto que ha cambiado el panorama de las cafeterías porteñas y que ahora ha conquistado Madrid. “Hemos creado una comunidad por el mundo y nos encanta sentirnos como la embajada de nuestros clientes en donde estemos”, asegura el encargado del lugar, Tomás Ruiz.
Ruiz explica que ÖSS Kaffe es una experiencia que busca asimilar la sensación de tomar un café en casa de un amigo. “Es un lugar que no ve clientes, sino huéspedes”, afirma. En el local se hacen exposiciones, catas de vino, se dan cursos para ser barista y tienen un espacio de arte para artistas emergentes. Ahora mismo, acoge la exposición El Fin del Amor de Luna.
Hay que pedir el Chocomarley, que tiene una base de chocolate y pimienta de Jamaica fundida con un doble espresso emulsionada con leche vaporizada, el Extra Virgen, con una base de doble espresso donde la leche es vaporizada con aceite extra virgen para lograr una emulsión única, el Espresso ginger, una bebida dulce, picante y refrescante a base de Ginger Beer con un doble espresso, o el Ossten Power, una bebida de autor única que busca representar las cuatro notas principales del café: salado (sal rosa del Himalaya), ácido (zumo de limón), dulce (Ginger Beer) y amargo (cold brew).
Un vino natural ideal para un tardeo
Fun Fun (en la calle de Don Pedro, 20) es el club del vino natural de Madrid. En el local, llevan tres años educando a sus clientes sobre las propiedades del vino natural, que cada vez es más tendencia en Madrid. “Cuando abrimos, éramos de los pocos que ofrecíamos este concepto, por lo que era muy importante explicar a los clientes cómo defenderlo, consumirlo y por qué es más caro que el vino industrial”, asegura el encargado del establecimiento, Bernardo Novinic.
En el lugar se recomienda ir a tener una cita o a una sesión de cotilleo de esas largas con amigos de toda la vida y probar los vinos que tienen esa semana acompañado de alguno de sus bocados después de dar un paseo por Madrid Río. “Tenemos productores fijos que nos gusta todo lo que hacen como Barranco Oscuro, Bizarria, Esencia Rural, Fica Parera y Bodega Aristu”, afirman. Uno de los favoritos de la clientela es el Kimchi con vino naranja.
Un taller culinario
Ginkgo LAB Madroño (en la calle del General Díaz Porlier, 101) es el nuevo restaurante de Madrid que fusiona la tradición culinaria con la innovación. En el estsblecimiento se ofrecen diversos talleres de dos horas para pequeños grupos, perfecto para hacer entre amigos una tarde de viernes o para regalar de cumpleaños.
La experiencia está dirigida a novatos que quieran iniciarse y dejarse atrapar por este arte. Entre los talleres, se puede escoger entre cocina italiana, de sushi, comida mexicana o de coctelería. Las sesiones incluyen los ingredientes para la elaboración de la receta, el montaje de los platos, la degustación, bebida, postre y el diploma. El precio es de 60 euros por persona.
“La demanda supera la oferta que podemos dar ahora mismo. Tenemos que aumentar el equipo de cocina para que hablen inglés porque muchos grupos de extranjeros se han interesado por estos cursos”, asegura el director general de VP Hoteles y Ginkgo Restaurantes, Javier Pérez.
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