La jueza imputa a Nacho Cano y le acusa de obligar a mentir a los becados: “No mencionen que van a estudiar”
El juzgado investiga al artista y a tres empleadas por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y los trabajadores con un incisivo auto en el que refleja las jornadas laborales en ‘Malinche’
El proceso judicial contra Nacho Cano y varios empleados de su productora Malinche sigue adelante y la magistrada ha emitido un auto en el que expone los indicios de criminalidad recopilados por la policía nacional. En él, se puede leer que la productora de la empresa creó un grupo de Whatsapp con todos los supuestos becados provenientes de México en el que les daba instrucciones sobre cómo entrar en España sin problemas. “Vienen como turistas, no deben mencionar a inmigración que van a estudiar”, les escribe la investigada en mayúsculas. Cano y otras tres empleadas de su empresa han sido imputados por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y los trabajadores por haber traído, presuntamente, a 20 jóvenes mexicanos a trabajar en su musical con la tapadera de ser estudiantes. El auto recoge también que la empresa Malinche se hacía autotransferencias con el concepto del pago de las becas, que remuneraba a los mexicanos por debajo de convenio y que estos tuvieron que recurrir a familiares y ahorros para subsistir en Madrid.
La policía fue consciente de las supuestas irregularidades con la denuncia de una de estas supuestas estudiantes en la comisaría de Centro en enero. Esta chica enseñó a los investigadores el grupo de Whatsapp creado por Roxana, la trabajadora de Cano, en las que les daba instrucciones precisas. La policía comprobó, mediante bases de datos, que el grupo de mexicanos había entrado en España en diferentes días con visado de turista y que fue un mes y medio después cuando un abogado solicitó un permiso de visa como estudiantes. Roxana les aleccionó para que fingieran que no se conocían en el aeropuerto y les dio un billete de vuelta para presentar en inmigración por si se lo pedían, según el auto.
Las condiciones bajo las que los jóvenes viajaron a España incluían un programa de formación desde diciembre de 2023 a noviembre de 2024 o principios de 2025. Les aseguraron que les darían 300 euros al mes para gastos personales, además de facilitarles alojamiento en un hostal del centro de Madrid y la comida del mediodía. Esta cantidad era insuficiente para su vida diaria, según las investigaciones y testimonios recabados por la policía, y los falsos alumnos tenían que recurrir a ahorros y pedir dinero a su familia. El auto también recoge que Roxana les había comunicado que tenían exclusividad al ser becados y que no podían tener ningún trabajo ajeno.
Según la jueza, el grupo empezó a ensayar junto con el resto de bailarines al día siguiente a aterrizar en Madrid y acabó formando parte del elenco de Malinche. “Dirección me dice que esta semana actuáis todos los días: miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo”, reza otro de los mensajes enviados al grupo de Whatsapp. A través de las publicaciones en las redes sociales y vigilancias, los agentes comprobaron que el grupo tenía un horario fijo, que actuaba en la función junto a otros bailarines y también en la discoteca tras el espectáculo. Los agentes siguieron los pasos de los jóvenes y los empleados de la empresa durante cinco meses y constataron que las rutinas laborales eran constantes en el tiempo y que tenían un horario fijo.
El abogado de la compañía solicitó a la Delegación del Gobierno la regularización como estudiantes del grupo entre el 25 y 29 de enero, mes y medio después de su llegada. Entonces, ya lo hizo para 19 de ellos, pues, como explicó el propio Nacho Cano en una rueda de prensa, la denunciante había sido expulsada del grupo por ser una “persona problemática”. Ella había advertido a los responsables de que iba a notificarlo todo a la policía después de exigir mejores condiciones sin que la escucharan. En esta solicitud del abogado, la empresa de Cano aseguraba que iba a inscribir a los chicos en el curso de la academia Jana y presentó un justificante de transferencia de gastos para cubrir la beca, en la que el emisor y el beneficiario de la misma era la propia compañía: Malinche. En mayo, la Delegación del Gobierno denegó estas solicitudes y se lo notificó a la empresa. “El ánimo de engañar a las autoridades españolas a la hora de trasladar a los bailarines dentro del territorio nacional, viene afianzado por la demora en la tramitación de las respectivas solicitudes de autorización de estancia por estudios”, escribe la jueza.
El análisis de las imágenes y vídeos del espectáculo también permitió a los agentes reconocer a los supuestos becados trabajando sobre el escenario y también en la discoteca que se abre tras el mismo. “Se reconoce perfectamente a algunos de los seleccionados que trajeron de México bailando, cantando o tocando algún instrumento en la actuación, totalmente caracterizados, maquillados y vestidos con ropa del musical o camisetas con el logo de Malinche”, se lee en el auto.
Con todos estos datos, en junio la policía acudió hasta el local de ensayo de los bailarines junto con la inspección de trabajo y a continuación tomo declaración a todo el grupo de presuntos estudiantes en la comisaría. Ahora, la jueza ordena como siguientes pasos que se vuelva a escuchar a todas las presuntas víctimas en sede judicial y que se le facilite el acta de la inspección de trabajo, así como los datos disponibles sobre Malinche en la Seguridad Social, el Registro Mercantil y la autorización de enseñanza de Jana, la escuela que supuestamente se iba a hacer cargo de la formación de estos jóvenes.
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