El monumento a las víctimas del 11M será sustituido aprovechando las obras de la línea 11 en Atocha

El monumento a las víctimas de los atentados del 11M en Atocha será sustituido por otro a partir de agosto con ocasión de las obras de ampliación de la línea 11, según informa la Consejería de Transportes, que ha incluido a las asociaciones en un grupo de trabajo para diseñar el reemplazo. El consejero de Transportes, Jorge Rodrigo, se reunió este martes con estas entidades, que han apoyado la construcción de un nuevo memorial más visible y accesible.

El monumento que fue construido tras los atentados de 2004 es un cilindro exterior de 11 metros en una rotonda junto a la estación que esconde una sala diáfana de 440 metros cuadrados, en cuyos muros se encuentran grabados los nombres de las víctimas y mensajes de condolencia en varios idiomas. La parte exterior del futuro proyecto aún no ha sido definida, pero bajo superficie ya se ha acordado que el espacio se agrandará hasta ocupar 1.993 metros cuadrados.

La reforma está motivada por las obras de ampliación de la línea 11 de Metro, un ambicioso proyecto que conectará la ciudad de sur a norte atravesando los barrios del este. La estación de Atocha, por la que actualmente pasa la línea 1, se convertirá en un importante nodo de la red del suburbano. La Consejería de Transportes estima que el flujo de pasajeros crecerá desde los siete millones anuales hasta los 15 millones. Para dar cabida a ese mayor tránsito de personas los técnicos han considerado preciso una ampliación del espacio, lo que ha afectado a la zona del memorial.

La parte de abajo del monumento será parte del vestíbulo de la estación de Metro. Las obras comenzarán en la segunda quincena de agosto y la duración estimada es de un mes. En las paredes del amplio vestíbulo las asociaciones han pedido que se recuerde los nombres de los asesinados, una alusión a los más de 2.000 heridos y frases que ahora están en el interior del cilindro que será quitado. El espacio albergará una pequeña zona de recogimiento.

El desmontaje del cilindro exterior comenzará en octubre y no se ha dado a conocer la duración de la intervención debido a su complejidad. La imagen final estará consensuada con las asociaciones y el Ayuntamiento de Madrid.

Esta operación es un trabajo previo al paso de la tuneladora, que horadará el tramo entre Plaza Elíptica y Conde de Casal. Cuando esté finalizada, la línea conectará Cuatro Vientos, en el suroeste, con Valdebebas, en el noreste.

Las obras en esta línea fueron noticia por la polémica que estalló en febrero cuando los vecinos de Madrid Río se manifestaron contra el Ayuntamiento y Comunidad por su plan de tumbar 1.027 árboles para hacer paso a una futura estación de Metro de Madrid Río. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, suspendió la tala.

La reforma en Atocha se ha conocido antes de que en marzo se cumplan 20 años de los atentados yihadistas en cuatro trenes de la Red de Cercanías que dejaron 193 fallecidos. Las asociaciones ven con buenos ojos la remodelación de un monumento que nunca les entusiasmó. Como el cilindro no tiene una placa que lo identifique, buena parte de la ciudadanía desconoce qué significa, dice Eulogio Paz, presidente de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, la mayoritaria. “Sabemos que se hizo con muy buena intención, pero la verdad es que no gustaba mucho y era soso”, dice Paz. “Parece un bote de tomate en mitad de una rotonda”.

A eso se añade la refriega política en tiempos de las alcaldesas Ana Botella y Manuela Carmena, cuando el monumento sufrió desperfectos por la falta de conservación. Hace tres años, el 10 de marzo de 2020, el Ayuntamiento quiso dar una nueva vida al memorial, iluminándolo durante la noche. Pero según Paz, aquello duró hasta el Estado de alarma. Luego “cayó en el olvido y nunca se retomó”.

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