Tortitas japonesas, cursos de arreglos florales y el bar de la bolsa, tres lugares para no aburrirse en Madrid

En Madrid cada vez es más difícil innovar. A diferencia de lo que podía ocurrir hace algunos años, ya no vale con poner un bar que sirva brunch y copas en medio de Malasaña para asegurar el éxito. Por esto y para darle un poco de emoción a la cosa existen ya, por ejemplo, restaurantes cuyo precio va cambiando al ritmo de los vaivenes de Wall Street. También hay ya locales que, inspirados en Asia, ofrecen en la capital tortitas con forma de esponjosas bolas de algodón. Todo ello sin olvidar los talleres que, con la llegada de la primavera, enseñan a quien se anima a acercarse que no sirve cualquier arreglo floral para decorar las casas. Todo, con tal de proporcionar experiencias diferentes, divertidas y puede que hasta algo emocionantes. Porque en Madrid, en efecto, no vale todo: estos tres negocios dan buen testimonio de ello.

El desayuno más viral de Madrid

Sufu Cakes (calle de Lope de Vega, número 3) es una pequeña pastelería inspirada en Japón que vende comida callejera para tomar mientras uno da un paseo por el barrio de las Letras. Su producto estrella son los souffle pancake, unas pequeñas tortitas que están muy de moda en Asia.

Hay que aclarar que en concreto este no es un producto estrictamente japonés. Las tortitas, que se han vuelto tendencia poco a poco en redes en los últimos años, resultan especialmente esponjosas porque se han elaborado con clara de huevo al punto de nieve. “Es como comerte una nube. Son extremadamente ligeras”, explica su dueña, Jing Zhou.

No llevan casi azúcar y son muy altas en proteínas, lo que las convierte en el desayuno o la merienda perfecta. Eso sí, hay que prepararlas en el momento (pueden tardar 20 minutos), porque se desinflan muy rápido, lo que hace que, a diferencia de otros pasteles, sean difíciles de enviar a domicilio o de guardar unos días. No es el único producto estrella. En el local se puede ver también una tarta de queso tan esponjosa que no se parte con cuchillo, sino con hilo.

El local se ha vuelto viral en TikTok porque los clientes de Sufu no pueden evitar hacer fotos de sus pasteles antes de devorarlos. El favorito de la gente es el de crème brûlée y chocolate. Su dueña recomienda siempre acompañar la comida con un Bubble tea de taro. Las tortitas tienen un precio de entre seis y siete euros.

Un taller de flores

Misspitimini nació hace ocho años, cuando Sara Laínez, de 41, descubrió el amor por las flores junto a su abuela materna en el jardín de su casa. Con los años, convirtió el hobby en un trabajo que le ha permitido comprobar cómo las manualidades con flores ayudan al bienestar emocional de las personas.

“Madrid es una ciudad en la que todo pasa muy deprisa, por lo que pienso que con esta experiencia mis clientes pueden relajarse y disfrutar de la belleza de las flores”, explica Laínez.

Cada taller es diferente, y por esto se ha vuelto tendencia en redes. “Me gusta el cambio constante, es necesario para crecer”, relata. Eso sí, como está inspirada en su abuela, en sus talleres no pueden faltar los jazmines ni las flores de esparraguera que triunfan cuando hay alguna boda, bautizo o comunión. Tampoco las zinnias de todos los colores, que son una de sus flores favoritas, ni las ixoras en blanco y rojo.

Laínez empezó asistiendo a talleres y aprendiendo de los mejores. Siguió haciendo arreglos florales para sus amigos, conocidos y familiares hasta que un día su hermana le dijo que era hora de compartir su talento con el mundo. Así empezaron sus propias clases.

Ahora, grandes empresas la contratan para dar un día de relajación a sus empleados después de volverse viral con los videos que han subido sus clientas a redes.

El próximo taller es el 22 de abril a las 17.30. Durante la experiencia, se hará un arreglo floral usando como base una palma natural con una mezcla de flores frescas. Además, la tarde también contará con un taller de autocuidados con los mejores consejos de belleza para la piel. Este irá acompañado de un picoteo con vino.

Un bar que cambia sus precios según la bolsa

Wall St Madrid (calle de la Palma, número 3) es un restaurante en donde los precios de la comida están inspirados en la bolsa de Nueva York. Joaquín Valenzuela, de 36 años, abrió el local en el 2020 con el propósito de crear una marca inolvidable.

Al entrar al recinto, los clientes se encuentran con dos pantallas que componen la carta: una de bebidas y otra de comida con sus respectivos precios. Pero, aquí viene la novedad: cada producto enseña el rango de sus precios y la propensión que tiene de aumentar o disminuir a lo largo del día según el momento en el que se haga el pedido. Es decir, que estos fluctúan tanto como la capitalización bursátil de las empresas una vez suena la campana que da inicio a la sesión.

Por esto, los comensales tienen que estar muy atentos, ya que el precio que se les cobra es el que aparece en la pantalla en el momento en el que el camarero toma la orden. Ni antes ni después.

Hay que decir que, en realidad, los precios no cambian nunca demasiado, aunque sí es verdad que los clientes atentos pueden llegar a ahorrarse unos cuantos euros en las copas. Si se está ojo avizor, es posible pagar, por ejemplo, por unas copas de ron Barceló con Coca-Cola menos de 7 euros: todo un chollo tratándose de uno de los locales de moda en Madrid.

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