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Cuenta atrás para que Ayuso ponga su sello en el PP y las Administraciones en las que gobierna en Madrid

La líder conservadora prepara para después de Navidad los cambios de candidato en municipios que ya gobierna, la confirmación de Almeida en la capital, la lista autonómica y un nuevo programa para los comicios de mayo de 2023

Ayuso
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el pasado 13 de diciembre.Carlos Luján (Europa Press)
Juan José Mateo

La cuenta atrás para que arranque la revolución de Isabel Díaz Ayuso en el PP y el Gobierno de la Comunidad de Madrid ya ha comenzado. Tras unir en mayo las presidencias del partido y el Ejecutivo, la líder conservadora prepara para la vuelta de las vacaciones de Navidad el anuncio de qué alcaldes del PP repiten como candidatos en las elecciones del 28 de mayo, y cuáles no; la previsible confirmación del alcalde José Luis Martínez-Almeida como aspirante a renovar el mandato en la capital; y la resolución del misterio que rodea al futuro político de algunos de sus consejeros (como Enrique López, David Pérez y Enrique Ruiz-Escudero). El reto de pilotar el partido al mismo tiempo que el Gobierno ha situado a la baronesa en la cúspide de una pirámide de poder que descansa sobre dos hombres que arrancarán el año bajo máxima presión. Uno es Alfonso Serrano, el secretario general del PP, encargado de activar el partido de cara a los comicios. Y el otro es Enrique Ossorio, el vicepresidente regional, que tiene que adaptar los proyectos del Gobierno al fiasco de que Vox haya impedido aprobar los Presupuestos de 2023, mientras diseña un programa electoral “rompedor” y “futurista”.

“La anterior dirección del PP de Madrid ponía a Ayuso y Almeida en un plano de igualdad, por los intereses que fueran, y ahora está claro que no están en el mismo plano”, argumenta una fuente del PP que cuenta con la confianza de la presidenta regional. “Ayuso es la presidenta del partido y de la Comunidad de Madrid. Él es un referente municipal en la región. Y no hay ningún problema, somos un equipo”, sigue. “Por eso la última convención de las cinco que haremos será en Madrid, donde el ciclo lo cerrarán él y ella, y por eso Almeida se ha ofrecido a ayudar en lo que haga falta de cara a las elecciones, dentro de una actividad de apoyo que piden los candidatos en la que él funciona muy bien, porque la gente se lo come”, remata sobre la decena de citas con candidatos municipales desconocidos programadas por toda la región para el alcalde entre octubre y diciembre (Móstoles, Alcobendas, Hoyo de Manzanares, San Sebastián de los Reyes, Alcorcón, Alcalá de Henares , Arganda del Rey...).

La líder conservadora pareció confirmar a Almeida como candidato ya en la convención regional de mayo: “Tenemos el reto más importante en 2023 y lo volveremos a afrontar juntos”, dijo. El líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, lo dio por hecho a inicios de diciembre, cuando predijo un resultado “contundente” de Almeida en las elecciones. Y ahora, con los comicios en el horizonte, el PP de Madrid está empleando el tirón mediático del regidor para promocionar a los candidatos municipales de la formación. Un indulto en toda regla tras la cruenta guerra interna entre Ayuso y Pablo Casado que rompió al partido entre febrero y abril.

“Almeida será candidato”, asegura, rotundo, un segundo interlocutor del círculo de la presidenta regional, que no ve nada raro en que esa designación no se haya oficializado aún, y se remite a que lo mismo ocurre con el resto de regidores en el poder. “A aquellos que no vayan a repetir no se les puede dejar a merced del desgaste de la oposición durante meses por hacer estos anuncios antes de tiempo”, añade.

Fuentes del entorno de Almeida aseguran que él está muy tranquilo sobre su designación y que tiene claro que será proclamado candidato junto a otros cabezas de cartel municipales de su partido.

De las seguridades que ha recibido Almeida en público y en privado no pueden presumir el resto de actuales alcaldes populares, que en algunos casos viven en un mar de dudas.

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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el 12 de diciembre de 2022.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el 12 de diciembre de 2022. Alejandro Martínez Vélez - Eur (Europa Press)

De los 20 municipios más poblados de la Comunidad de Madrid, el PP gobierna en Madrid, Torrejón de Ardoz, Las Rozas, Pozuelo de Alarcón, Majadahonda, Collado-Villalba y Aranjuez. Algunos de esos alcaldes han sido notas discordantes en la partitura de Ayuso en momentos puntuales. Susana Pérez Quislant (Pozuelo) apoyó a Casado frente a ella; José Luis Álvarez Ustarroz (Majadahonda) no apoyó la tesis ayusista de que el congreso autonómico debía ser cuanto antes, y también se alineó con los casadistas; y José de la Uz (Las Rozas) es considerado como próximo a la anterior dirección nacional, aunque poco a poco se ha acercado al equipo de Ayuso, con quien ha compartido varios actos. Además, en el PP también llamó la atención que Jorge García (Colmenar Viejo) se desmarcara en noviembre de la línea argumental del partido de que las urgencias extrahospitalarias de su municipio tengan médico y no videoconsulta.

Esas no son ciudades cualquiera. Con Boadilla y Torrejón, constituyen algunos de los grandes bastiones electorales del PP en la región. Que el equipo de Ayuso haya valorado qué resultado podrían obtener los consejeros López y Ruiz-Escudero en lugares como Pozuelo tiene en tensión a la parte del partido implicada. También al propio Gobierno. Porque Ayuso no enseña sus cartas y juega al despiste.

“Cuando la presidenta anuncie su propia lista para las elecciones autonómicas habrá que tener en cuenta que no estar en ella no significa que luego no sean consejeros [si la líder del PP retiene el poder]”, afirma una fuente popular. “Una cosa que tiene clara es que quiere que el partido y el Gobierno no se mezclen nunca mas”, añade, en referencia a que Serrano debería, en principio, dejar la secretaría general de la organización para ser consejero. “Además, Ossorio tiene el encargo de hacer un programa electoral para un futuro muy distinto al presente, con la obligación de transformar los servicios públicos y mirar a dentro de 20 años”.

Hace casi dos años, el PP sufrió un terremoto interno cuando la dirección de Casado forzó a Ayuso a aceptar a Toni Cantó en su lista electoral. La maniobra, diseñada como un reclamo para los votantes desencantados de Cs, no salió bien: el exdiputado de UPyD y Cs acabó fuera de las listas por no haberse empadronado a tiempo en la región, fue luego rescatado para un puesto hecho a su medida en el Gobierno autonómico (la Oficina del Español) y, finalmente, abandonó el Ejecutivo para trabajar en una televisión cercana a Vox. No es previsible que semejante episodio pueda volver a ocurrir.

Núñez Feijóo deja mucho más margen de acción a Ayuso que Casado, aunque todos en el PP asuman la regla de los tres tercios en la elaboración de las listas autonómicas (influidas a partes iguales por la dirección nacional, el Gobierno regional y el partido autonómico). Como la presidenta controla dos de esos tres sectores, esta vez las listas de toda la comunidad llevarán su sello, también si finalmente se decide por hacer guiños a los electores de Cs y Vox en busca de la mayoría absoluta. Una revolución de autor.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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