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Derribado un edificio en Madrid que los vecinos del distrito de Tetuán querían proteger: “¡El neomudéjar me lo dejas!”

Una plataforma ciudadana pedía conservar la arquitectura de este inmueble que llevaba ocupado ilegalmente una década y donde una inmobiliaria tiene proyectado construir un bloque de pisos

Derribo de "La Higuera", la casa ocupada que ha sido desalojada este viernes en Tetuán.Foto: DAVID EXPÓSITO | Vídeo: EPV

Era una pequeña aldea gala rodeada del imperio. Una casita de ladrillos en medio de edificios de nueva construcción cortados por el mismo patrón, solares abandonados y algún que otro inmueble tapiado. Donde estuvo La Higuera, una casa neomudéjar del distrito madrileño de Tetuán ocupada ilegalmente desde hace una década, solo quedan escombros y parte de la fachada. La policía ha desalojado este viernes a los activistas que quedaban en la casa, después de que hace unos días la abandonaran sus residentes. Después, las máquinas excavadoras han echado abajo uno de los 200 edificios que una plataforma ciudadana había incluido en un catálogo de inmuebles de especial interés para pedir su protección. Una inmobiliaria levantará ahora una promoción de pisos.

Como es habitual en este tipo de operativos, sobre las seis de la mañana los efectivos policiales comenzaban a rodear el inmueble de dos plantas y el solar junto al que se ubica. La decena de gatos que habita en el descampado se agitaba ante el revuelo y cuando comenzaba a salir el sol los vecinos se iban asomando a las ventanas a observar el desalojo. Los ocupantes sabían que existía una orden judicial dictada para este día y un grupo de manifestantes jóvenes había acudido a los alrededores a protestar. Los agentes les han mantenido alejados durante el tiempo que ha durado el operativo, mientras ellos gritaban consignas como: “¡El neomudéjar me lo dejas!”. En algunos momentos de tensión se han producido cargas de la policía que se han saldado con 15 detenidos.

También eran conscientes de la operación los vecinos que quieren defender su patrimonio, que ayer enviaron un documento al Ayuntamiento para recordarles que la orden de derribo de este inmueble había caducado y era ilegal tirarlo hasta que no se vuelva a conceder. Según explican fuentes municipales, “la caducidad no se produce por el vencimiento del plazo, sino cuando hay una declaración expresa que necesita de la tramitación del expediente oportuno, no se inician expedientes de caducidad de oficio”. Esta no era la primera vez que se intentaba la expulsión de los ocupantes y también el derribo del inmueble. Las máquinas llegaron a plantarse en la puerta hace unos meses, pero una movilización vecinal frenó esas intenciones. Esta vez, no ha sido posible.

Una plataforma ciudadana, el Grupo por la protección del patrimonio de Tetuán, detalló durante gran parte del año pasado una lista de inmuebles históricos del barrio para solicitar su protección. Son casitas como esta, levantadas por los obreros que se instalaron en estos terrenos a principios del siglo XX cuando el lugar era puro descampado y que han ido siendo consumidas por bloques de cemento a lo largo de los años. En marzo entregaron al Ayuntamiento un informe que incluía 200 inmuebles del barrio. Desde el área de Patrimonio apuntan que “sí que ha revisado el catálogo de edificios protegidos para incluir la arquitectura industrial y contemporánea y sí está estudiando separadamente la relación de edificios de estilo neomudéjar para incluir en el catálogo aquellos que cumplan los criterios”. El derrumbe de este inmueble, sin embargo, ha llegado antes de que el Consistorio haya finalizado este estudio. “No tenía ninguna protección hasta ahora. Los técnicos de las diversas administraciones lo estudiaron en su momento y no lo consideraron representativo”, añaden desde el Ayuntamiento.

Antonio Granero es presidente de la Asociación de Vecinos de Cuatro Caminos-Tetuán y parte de esta plataforma de defensa de una arquitectura centenaria: “Todo esto se encuadra dentro de un fenómeno de cambio de imagen y gentrificación que conlleva la desaparición de edificios históricos”. Los miembros del grupo han pateado las calles en un extenso trabajo de documentación del patrimonio arquitectónico. La plataforma aúna a vecinos, historiadores y arquitectos.

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Algunos manifestantes frente a la casa okupada La Higuera, protestando por el desalojo del edificio.
Algunos manifestantes frente a la casa okupada La Higuera, protestando por el desalojo del edificio. DAVID EXPÓSITO

Un cartel prácticamente borrado por el paso del tiempo anuncia el proyecto que la inmobiliaria Dmarchee proyecta en esta manzana. Se llama Viana Nova 2 y promete una vivienda en “pleno caso urbano” por 175.000 euros más IVA. En el catálogo de bondades de esta promoción, la compañía destaca que es una zona que se va a revalorizar y que se encuentra en un entorno consolidado. En las visualizaciones que la empresa ha publicado en la web del proyecto, se muestra un edificio con plazas de aparcamiento incluidas, muy semejante a los que rodean a la casa neomudéjar que hoy ha dejado de existir. Este periódico se ha puesto en contacto con la empresa para conocer sus planes y si piensa mantener la parte de fachada histórica que ha quedado en pie y está a la espera de respuesta.

El inmueble derruido se ubica en la calle de Miosotis, el nombre de una flor más conocida como nomeolvides. Eso es lo que esperaba el grupo de vecinos que incluyó a este edificio dentro de un imaginario paragüas de protección: que no se olvide el legado patrimonial de casas como esta y se conserven por su valor histórico. La Higuera ha comenzado este viernes a caer en el olvido.

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