Una mochila negra señaló el recorrido del menor detenido por la muerte de una mujer en Las Rozas

Cuando los sanitarios del Summa llegaron al baño, pensaron que Sonia, de 41 años, se había suicidado. Su cuerpo estaba en una bañera llena con un aparato eléctrico cerca. Les había alertado un menor de 13 años que vivía con ella. Pero en menos de tres horas su presunto asesino estaba detenido. Era otro menor residente en ese mismo domicilio de 15 años, hermano del que llamó a Emergencias. Su imagen fue captada por el sofisticado servicio de vigilancia de Las Rozas, la localidad en la que se ha producido el homicidio. Una mochila negra fue clave para seguir los pasos del detenido. Respondida la respuesta del quién, falta por dilucidar el por qué y cuál es la relación que esta mujer tenía con los dos menores y con su abuelo, a cuyo nombre está el alquiler.

En ese tercer piso de la avenida Constitución vivía un hombre de 64 años junto a sus nietos menores. Algunas fuentes apuntan a que ellos se instalaron ahí hace seis meses y Sonia se instaló allí hace dos. Aunque en un primer momento se informó de que la mujer era la pareja sentimental del adulto, en sus primeras declaraciones él ha asegurado que no tenían una relación. Marce, la vecina de al lado, asegura que nunca les había oído discutir ni eran unas personas que llamaran la atención. Hasta que el miércoles por la tarde una multitud de agentes ocupó el portal y el rellano para comenzar con las pesquisas.

Fue el nieto pequeño el que este miércoles sobre las dos de la tarde llamó al Summa al encontrar a la mujer inerte en la bañera. Cuando los servicios de Emergencias llegaron, solo pudieron certificar la muerte de la mujer aunque apreciaron que había fallecido hacía varias horas. El menor estaba solo en el piso cuando llegaron los sanitarios y la psicóloga del Summa tuvo que atenderle. El cuerpo presentaba signos de asfixia por el cable de una plancha, pero será la autopsia la que permita dictaminar más detalles sobre los últimos minutos de vida de Sonia.

Según las primeras investigaciones, el nieto mayor ya había escapado de la casa, aunque no fue muy lejos porque se le detuvo a las pocas horas en el centro de Las Rozas. Cuando la Guardia Civil acudió a la casa a tomar muestras, el abuelo facilitó a los investigadores una foto del adolescente y les indicó que podía llevar una mochila negra. Con esa descripción, la Policía Municipal introdujo los datos en su moderno sistema de videovigilancia, instalado desde hace algo más de un año en el municipio, y este generó automáticamente un vídeo con el recorrido que el chico había hecho al salir de la casa.

Solo en el casco, hay 61 cámaras de este tipo. “Es muy avanzado, puede detectar cualquier cosa, incluso si quieres encontrar a alguien que se ha tropezado”, indican fuentes municipales. Este sistema ha permitido la resolución de decenas de delitos desde que está implantado, por ejemplo, ladrones que usan el método escalo (trepar por las fachadas) para acceder a las viviendas. Desde el Ayuntamiento se ve el inmueble en la que ha sucedido todo, a solo unos metros en línea recta. A sus puertas, miembros de la corporación municipal han guardado este jueves un minuto de silencio en condena por el crimen.

El menor se encuentra en dependencias de la Guardia Civil. Los investigadores creen que en esa mochila llevaba ropa y otros enseres y parece que en las imágenes se ve más abultada de lo que estaba cuando fue arrestado, deambulando por los alrededores de la vivienda. El detenido presentaba también heridas en las manos, tal vez como consecuencia de la agresión a Sonia.

En sus redes sociales, esta mujer rubia de ojos claros que acababa de cambiar su foto de perfil de Facebook hacía tres días refleja que había nacido en Benidorm y que había trabajado en hostelería y como limpiadora. Un camarero de un bar cercano a la vivienda cuenta que la había visto alguna vez, pero con sus amigas, no con el hombre con el que convivía. Las declaraciones de los menores y el entorno de la víctima sevirán para reconstruir qué sucedió tras las puertas de ese tercero a en el que Sonia encontró su muerte.

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