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El Rayo Vallecano, un inquilino moroso en un estadio público

El club se escuda en la pandemia para no pagar el alquiler de 2021, y la Comunidad de Madrid le advierte de que vulnera hasta ocho cláusulas del acuerdo de concesión

Rayo Vallecano
Vista del Estadio de Vallecas, el pasado miércoles.Rodrigo Jiménez (EFE)
Patricia Segura

El Rayo Vallecano no pagó en 2021 los 81.700 euros que debe entregarle cada año a la Comunidad de Madrid por usar el estadio de Vallecas, de propiedad pública. Tampoco aportó un informe con todas las obras hechas para mantener la instalación, como le obliga el convenio que le une con el Gobierno regional. Ni organizó en ese campo un partido solidario, ni le remitió al Ejecutivo las entradas que le corresponden según el acuerdo. Es el resumen del choque entre el club y la Comunidad de Madrid, según la documentación oficial a la que accedió este periódico. Y un episodio más en el día a día del club, en medio de la buena temporada del equipo masculino (semifinalista en la Copa, fuera del descenso en Liga) y de la tormenta desatada por el audio del entrenador del conjunto femenino jaleando una violación grupal.

“¿Cómo se va a pagar el alquiler si se está diciendo que no se use?”, se queja una fuente de la confianza del presidente del Rayo, Raúl Martín Presa, que justifica el impago de 2021 en que las restricciones de la pandemia impidieron celebrar partidos, y por lo tanto hacer caja. “La situación que está viviendo el Rayo pasa de blanco a marrón oscuro. Hay una campaña política orquestada contra el club”, opina esta fuente. La realidad es que tras más de un año en conversaciones, el asunto sigue sin solucionarse.

“Lo que se le está haciendo entender al club desde hace mucho tiempo es que tiene que hacerse cargo de sus obligaciones: el pago de la tasa y las obras vinculadas a la conservación”, asegura una fuente de la Comunidad de Madrid.

En febrero de 2021, la Comunidad envía al Rayo la factura correspondiente a la tasa anual. Tras haber finalizado el plazo para hacerse efectivo el pago, la Administración insiste con una nueva comunicación, de abril. Y recalca: “A fecha de hoy, el Rayo no ha ingresado el importe”.

El club responde con una carta en la que piden una carencia o exoneración del pago por la prohibición del acceso de público a los partidos de la Liga Profesional por el COVID: “Es más que probable que el Rayo Vallecano no vaya a obtener ingreso alguno en abonos y taquilla”, argumentan los gestores del equipo, empleando argumentos similares al de otros concesionarios (como los de la plaza de toros de Las Ventas) a los que la Administración ha perdonado la cuota de 2020 para compensar las consecuencias en sus negocios de las restricciones de aforo impuestas para combatir la pandemia.

¿Qué explica que con el Rayo no se produzca ese alivio? Que la Comunidad le pide al club la acreditación de las pérdidas de ingresos. Y no hay respuesta. El Ejecutivo reitera en un segundo escrito que es necesario que le envíen la documentación para valorar la petición. Pero los documentos no llegan. “¿Qué acreditación si no ha entrado ni un alma en el estadio? ¿Qué perdidas? Pues todas”, claman desde la directiva del club.

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El pulso entre Madrid y el Rayo continúa en noviembre, cuando la Comunidad advierte del incumplimiento de ocho cláusulas de la concesión, en una carta remitida a la junta que dirige el club. La Dirección General de Deportes urge a la reparación de las instalaciones para mantenerlas en perfectas condiciones de uso, documentos que acrediten la limpieza del estadio, las cuentas de 2020, el Plan de Mantenimiento del edificio... Y, por tercera vez, el abono de la cuota anual.

La junta directiva del Rayo responde por escrito. Más leña al fuego: “Las reparaciones de los defectos de las instalaciones eléctricas de baja tensión y contra incendios han de ser realizadas por la Comunidad de Madrid”. Las condiciones en las que se encuentra el edificio, construido hace casi 50 años, y la gestión de la actual junta directiva son objetos de quejas continuas por parte de la fiel afición del Rayo.

“El estadio se halla en perfecto estado de limpieza. Las informaciones que les haya podido llegar por parte de los aficionados corresponden a una fracción de la afición que desea perjudicar al club”, señalaba la junta en el escrito. A lo que fuentes de la directiva añaden: “Lo que están haciendo es aliarse con los ultras que nos quieren matar desde hace años”.

Pérdidas millonarias

Ante la necesidad de adecuar las instalaciones del estadio, la Comunidad aprobó unas obras en julio de 2020 por 1,7 millones de euros. El club pidió una modificación del proyecto por “no contar con los intereses de los abonados, ni con la seguridad de los espectadores”. La modificación sumaba otros 184.000 euros de inversión. A las mejoras de accesibilidad y seguridad, se añadía una remodelación en la grada de la Avenida de La Albufera. Un espacio en el que hay 4.000 localidades, de las 14.500 con las que cuenta el estadio.

La directiva acusa a la Comunidad de la demora en las obras y estima en dos millones de euros la pérdida en ventas de entradas por el cierre de la grada. “Tuvimos un estadio empantanado durante seis meses. Es un auténtico desprecio a la institución del Rayo Vallecano”, sentencia una fuente cercana al presidente.

“Las obras estarán listas en las próximas semanas. La necesidad ahora es que el Rayo cumpla con sus responsabilidades”, asegura un portavoz del Ejecutivo, que se mantiene a la espera también de recibir el pago de la tasa de 2021 y de 2022 (el plazo del pago termina este mes). Desde el club avanzan: “Vamos a pagar las tasas, pero reclamaremos la devolución de la de 2021. Aquí nadie va a acusarnos de morosos”.

En febrero de este año la CAM avisó al club del decaimiento del plazo para presentar los documentos que acreditaran las pérdidas de 2021. Si el club no paga a finales de este mes, el Ejecutivo deberá decidir si inicia el procedimiento de apremio, que obligaría al Rayo a abonar la cuota más intereses. “Esperamos que pague para no tener que llegar a esa situación”, admite un portavoz de la Comunidad de Madrid. En la reunión que mantuvieron el 1 de marzo, el presidente del club dijo que iba a abonar la cuota. Aunque, de momento, no hay rastro del pago.

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