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Los jueces del Tribunal Superior de Madrid confirman la sentencia de 15 años de prisión para El Rey del Cachopo

Los magistrados rechazan que durante la instrucción y la vista oral del juicio fueran vulnerados los derechos del condenado, como alegaba su defensa

Rey del Cachopo
Llegada de César Román a la Audiencia Provincial de Madrid en mayo de 2021 para el juicio en el que se le condenó a 15 años de prisión por homicidio.Víctor Lerena (EFE)
Patricia Peiró

Durante la vista por su recurso contra la sentencia que el pasado junio le condenó a 15 años de prisión por el homicidio de su exnovia Heidi Paz, César Román, el Rey del Cachopo, aseguró que le estaba encantando estudiar Derecho en prisión. Podrá seguir haciéndolo, porque los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) han ratificado este viernes el fallo y han rechazado que durante la instrucción y la vista oral del juicio fueran vulnerados los derechos del condenado, como alegaba su defensa.

El torso de la mujer fue hallado en agosto de 2018 en una maleta en una nave que el condenado tenía alquilada en Madrid. Los forenses declararon en el juicio que presentaba cortes para dificultar su identificación. Unos meses después, la Policía lo encontró en Zaragoza, donde se había ocultado. Román había conseguido trabajo en un bar de la ciudad, había adelgazado considerablemente y se había dejado barba. “Os estaba esperando”, espetó a los agentes cuando le detuvieron. Cerraba así un nuevo capítulo de su vida, uno de tantos. Su biografía se escribe entre la realidad y las exageraciones que Román relata a cualquiera que le escuche en un discurso agotador e hipnotizante a partes iguales.

Tres años después, con una pandemia de por medio, llegó el momento para el que se había preparado en prisión: su juicio. En una puesta en escena que había imaginado durante todo ese tiempo, el ahora condenado habló durante horas, tanto en su declaración como en su último turno de palabra. Desmenuzó detalladamente cada uno de los puntos de la investigación y justificó su inocencia con relatos de policías corruptos que le habían amenazado con una pistola, la supuesta relación de la víctima con maras violentas e incluso la duda de que esos restos pertenecieran realmente a Heidi Paz.

Nada de ello le valió y un tribunal popular encontró suficientes los indicios que presentó la Fiscalía y las acusaciones particulares para inculpar a Román. Algo que ha corroborado el TSJM: “César dio muerte a Heidi, amputó su cadáver [cortando la cabeza, brazos y piernas] e intentó destruirlo mediante disolución química e incendio”. El fallo no observa ninguna vulneración de sus derechos acciones como la inspección del piso en el que por aquel entonces vivía Román con la víctima en Vallecas. “Se realizó con el objetivo de hallar e intervenir cualquier efecto de interés para la investigación, ya fueran las extremidades o la cabeza que completaran el torso humano cuyo descubrimiento dio pie a la apertura de la causa”, recuerdan los magistrados.

Los jueces también se preguntan por qué si César Román “nada tenía que ver con este asunto, se fugó a Zaragoza y se ocultó de la Policía y de la acción de la justicia. Y por qué estaba en posesión del teléfono móvil que la víctima había utilizado por última vez la última noche en la que se la vio con vida”. Contra esta sentencia aún cabe recurso ante el Tribunal Supremo. Es previsible que El Rey del Cachopo aún no haya dicho su última palabra. Pero casi.

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Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

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