Este Madrid
¿Cómo es posible que la región más rica de España sea la más desigual y abunden las colas del hambre?
Alberti, Gloria Fuertes, Miguel Hernández, Neruda… son algunas de las voces de nuestra literatura que cantaron a Madrid. A veces poderosas, a veces tiernas y otras tantas con nostalgia, pero nunca indiferentes. Por no hablar de la música, ¡cuántas canciones dedicadas a nuestro Madrid! Precisamente eso debería haber centrado esta campaña que culminará el 4 de mayo: de Madrid, de sus gentes, de su presente y de su futuro.
Hablar de por qué ha golpeado tan fuerte la COVID-19, de la inexistente Salud Pública, de por qué los centros de salud están sobrepasados o qué pasó en las residencias privatizadas y largo tiempo abandonadas. ¿Cómo es posible que la región más rica de España sea la más desigual y abunden las colas del hambre? Los sectores de la derecha han estado más interesados en echar leña al fuego, en azuzar el enfrentamiento para impedir que hablásemos de esta comunidad.
La degradación y el deterioro de nuestra región no tienen su origen en la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Tiene su germen en décadas de gobierno ininterrumpido del Partido Popular, sobre todo en el periodo que se inicia con el «tamayazo» y los gobiernos de Aguirre. La candidata actual, Díaz Ayuso, no es más que el mascarón de proa de un proyecto fracasado, de un modelo ultraliberal que ha empeorado la vida y el bienestar de la gente. Un modelo que al sentir su fracaso, deriva hacia la ponzoña de la extrema derecha, aun a riesgo de envenenar la convivencia y la democracia, aun a riesgo de abrir la puerta a la violencia fascista.
El próximo 4M podemos poner fin a este más de cuarto de siglo dominado por la corrupción, por un capitalismo de “amiguetes” beneficiado con privatizaciones y regalos fiscales.
La corrupción del PP ha sumido a la región en la inestabilidad: seis presidentes y gobiernos en ocho años. El último, además, ha demostrado que no tiene voluntad de abordar el plan de rescate que necesita Madrid ni los cambios necesarios para la reconstrucción. No podemos confiar en sus manos la oportunidad que nos ofrece el plan de recuperación de la Unión Europea.
Este año, antes de votar, volveremos a las calles para conmemorar un nuevo 1º de mayo en el que exigiremos al Gobierno central que ahora toca cumplir con los acuerdos alcanzados, que pasan por acabar con las reformas laborales y de pensiones. Toca subir el SMI hasta los 1.000 euros porque ya está perdiendo poder adquisitivo.
El próximo 4M podemos poner fin a este más de cuarto de siglo dominado por la corrupción, por un capitalismo de “amiguetes” beneficiado con privatizaciones y regalos fiscales, y por los recortes de los servicios públicos. Es una cuestión de higiene democrática, de airear unas instituciones que siempre han estado al servicio de los mismos. Es nuestra obligación impedir que este Madrid se convierta en aquel que retrataba Leño hace más de 40 años, uno en el que de verdad merezca la pena vivir.
Jaime Cedrún es Secretario general de CCOO Madrid
