Ayuso, a sus consejeros: “Bueno, quiero deciros una cosa. Adelanto las elecciones”
Reconstrucción del último Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid entre Ciudadanos y populares. Los seis consejeros de Aguado se enteraron por la prensa de su cese
Hay miércoles. Y miércoles. Isabel Díaz Ayuso llegó ayer miércoles a la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid de la Puerta del Sol a primera hora. A las 9.05, la cadena SER adelantaba un terremoto político nacional. Ciudadanos se unirá al PSOE para arrebatar el Gobierno de Murcia al PP con una moción de censura. La noticia llegaba a todos los grupos de WhatsApp. Minutos después, Ayuso convocaba a su núcleo de confianza. Era una reunión de urgencia. Acudieron sus principales asesores y su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez. Allí se fraguó una bomba: adelanto electoral para el 4 de mayo. La presidenta madrileña había encontrado el argumento perfecto que tanto ansiaba: “Si no convoco a los madrileños a las urnas, PSOE y Ciudadanos me harán lo mismo”, pensó. La noticia, según un estrecho colaborador que estaba presente, recibió el respaldo del presidente del PP nacional, Pablo Casado, con el que confirmó su arriesgada jugada política por teléfono unos minutos antes. Ayuso tomaba una decisión de proporciones aún desconocidas. La noticia, sin embargo, aún no había sido comunicada a su vicepresidente, Ignacio Aguado, ni a sus consejeros. Nadie sabía nada, todavía.
El Consejo de Gobierno de la región, salvo contadas excepciones, se reúne todos los miércoles a las diez de la mañana. Suelen ser reuniones rápidas. Tanto, que durante este casi año y medio en el poder no se ha sacado adelante ni una sola ley. Los siete consejeros del PP y los seis de Ciudadanos fueron llegando en coche al edificio principal de la Puerta del Sol. Las sillas de una mesa redonda de cristal les esperaban en la última planta. Según varios consejeros consultados, en el orden del día no había ningún asunto de especial relevancia. Es más, para las 17.00 de la tarde algunos de ellos tenían una cita “importantísima” con la portavoz de Vox, Rocío Monasterio. No era una reunión cualquiera. Era el broche a una negociación de varios meses. Ayuso y Aguado lograrían al fin el sí de la extrema derecha a sus nuevos presupuestos. Las cuentas regionales llevan prorrogadas desde 2019. La noticia que tenía preparada Ayuso, sin embargo, llegó tras finalizar el Consejo de Gobierno.
“Cuando llegamos todo estaba muy tranquilo”, cuenta uno de los consejeros. Eran los corrillos de siempre. Pese a la comidilla popular, siempre se respiraba buen ambiente entre todos. El consejero popular de Educación, Enrique Ossorio, charló con Manuel Giménez, de Economía y de Ciudadanos. Javier Fernández Lasquetty, de Hacienda, con el de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Otros, mientras tanto, hablaron de los actos del aniversario del 11M, que se celebra este jueves y para el que estaban convocados. “Era la típica aburrida normalidad”, añade otro consejero de mucho peso en la región. La noticia de Murcia apenas fue comentada. “Teníamos muy claro que Murcia es Murcia y Madrid es Madrid”, añade otro.
El terremoto político nacional pasó de largo en el seno del Gobierno. Tras el último punto del día, la mayoría se dispuso a recoger sus bártulos. De repente, Ayuso tomó la palabra para sorpresa de todos: “Bueno, quiero deciros una cosa”, anunció ante el silencio de los presentes, “creo que hace falta estabilidad en el Gobierno y voy a convocar elecciones”. La bomba estaba echada. La reacción mayoritaria fue de sorpresa general. “Me quedé estupefacto”, cuenta un consejero. La mayoría comenzó a cruzar miradas en silencio con cara de póker. Algunos consejeros de Ciudadanos tomaron la palabra inmediatamente ante semejante frase: “Esto es una deslealtad con el pacto de Gobierno”. Otro consejero optó por relajar la tensión: “Hemos sido un buen equipo gobernando”. La noticia dejó a la mayoría de ellos descolocados. Ayuso se mantuvo firme. No entró al trapo de ningún comentario. El Consejo, por tanto, se dio por terminado. “Bueno, seguimos siendo compañeros”, dijo otro de los presentes saliendo por la puerta. Otros consejeros se abrazaron. Era el fin del primer Gobierno de coalición de la Comunidad de Madrid. El clima, según los consultados, se mantuvo cordial. Pero a los de Ciudadanos les faltaba el segundo golpe de Ayuso.
La rueda de prensa del Consejo de Gobierno quedaba fulminada. El portavoz y vicepresidente, Ignacio Aguado, no salió a anunciar nada. “Nos han vetado”, comenzaron a difundir en Ciudadanos. Él y sus seis consejeros se fueron rápidamente a la sede de vicepresidencia regional, ubicada a solo 20 metros del edificio de Ayuso. “Lo que ha hecho Ayuso es una temeridad”, dijo Aguado. Los populares, mientras tanto, se refugiaron en Sol junto a la presidenta. El Gobierno, de momento, estaba partido en dos, pero en pie.
A las 15:54 de la tarde, tras la declaración institucional de Ayuso sin preguntas, el equipo de la presidenta difundió un comunicado a los periodistas: “La presidenta acaba de firmar el decreto de cese de todos los consejeros de Ciudadanos”. Los consejeros de Aguado se enteraron por la prensa. Ninguno esperaba que unas horas después del Consejo de Gobierno “MAR ejecutara su venganza y nos llegara el motorista con el cese”, en alusión a Miguel Ángel Rodríguez, asesor de la presidenta y su jefe de gabinete, manifestó uno de ellos. Los seis consejeros de Ciudadanos fueron destituidos de todos sus cargos.
Casado y Ayuso: "Si Ciudadanos se atreve en Murcia, apretamos el botón nuclear"
El “botón nuclear” que provocó el miércoles un seísmo político en toda España lo activaron en realidad en la medianoche del martes el líder del PP, Pablo Casado, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en una conversación telefónica. La actitud de Ciudadanos en Murcia, negociando en secreto con el PSOE una moción de censura contra el PP, les sentó como una auténtica “traición”. Casado y Ayuso convinieron que si al final Ciudadanos “se atrevía” a registrar la moción de censura en Murcia, algo que pusieron en duda casi hasta el último momento, no habría otra salida que “apretar el botón nuclear”... Seguir leyendo esta información
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