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Los músicos callejeros descubren el dinero digital

Casi todo se paga con tarjeta o por Bizum en la nueva normalidad, incluso cada vez más las propinas a los artistas que alegran la ruta en Madrid

Alejandro Cainedo y Jonatan Quiroz tocando el martes por la tarde en la línea 10 de Metro de Madrid.
Alejandro Cainedo y Jonatan Quiroz tocando el martes por la tarde en la línea 10 de Metro de Madrid.David Expósito
Fernando Peinado

Clink, clink. Las monedas suenan a música celestial. Al caer sobre la funda de la guitarra se mezclan con la dulce voz de la joven Grex mientras canta y toca delante del mural feminista de la Gran Vía. La calderilla de los viandantes es el sustento principal de esta madrileña cantante de folk y reggae, pero cada vez más su dinero entrante suena a tono de notificación en su móvil. Hace poco un joven oyente agradecido le hizo un depósito por Bizum mientras actuaba en la Puerta del Sol. 50 euros. A ella la cuantía de la propina le pareció extraordinaria, pero la forma de pago no tanto. Además de transferencias por teléfono, sus oyentes le han hecho pagos por la web de micromecenazgo Patreon o también le han pedido los datos de su cuenta bancaria a través de un mensaje a su perfil de Instagram. Estas cosas le pasan más cuando actúa en las calles de ciudades de Europa, pero la práctica está llegando a Madrid ahora que la gente lleva menos monedas a mano para evitar posibles contagios. Algunos pronostican la pronta extinción del dinero en efectivo y el PSOE ha pedido su eliminación de forma gradual.

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Busking for Bizum: Coronavirus pandemic sees street artists swap cash for card payments

“Estoy pensando en hacerme con un datáfono”, dice en un receso Grex, cuyo nombre real es Greta Borszewski, de 25 años. “En Londres es algo normal. Ponen un cartel con la cantidad de cobro, por ejemplo dos euros y la gente pasa la tarjeta”.

Vuelve a cantar y el turista alemán Janik Breuer, de 24 años, le deja un euro. Le hubiera dado dos pero es todo lo que lleva encima. Muestra al periodista la pantalla del teléfono con su Apple Pay Card, con la que hace sus compras. Pagar con dinero digital es ya lo más normal del mundo por los países más al norte. “En Dinamarca he visto a personas sin techo con su número de teléfono en un cartelito para que les hagan transferencias”, cuenta él.

Una viandante da una moneda a Greta Borszewski, "Grex", el martes por la tarde en la Gran Vía de Madrid mientras interpreta "Sitting on the Dock of the Bay"
Una viandante da una moneda a Greta Borszewski, "Grex", el martes por la tarde en la Gran Vía de Madrid mientras interpreta "Sitting on the Dock of the Bay"David Expósito

El dinero digital tiene para muchos el inconveniente de que deja huella ante los ojos de Hacienda, pero la idea de fomentar los pagos digitales parece vital para los músicos callejeros en un momento en que muchos peatones y pasajeros de Metro han dejado de portar monedas. Las tiendas del centro de Madrid avisan con grandes carteles de que no aceptan pagos en efectivos y ya es normal comprar con tarjeta bancaria una botellita de agua, el periódico o un café con leche (gracias a que los comerciantes están renunciando a la práctica de exigir una cantidad mínima para usar la tarjeta).

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A este problema se ha añadido la crisis, que ha dejado las calles casi sin turistas y ha hecho que el público local se apriete el cinturón. Como si estas penas fueran pocas, los artistas se quejan de que el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida, ha endurecido las reglas para las actuaciones callejeras. Ha puesto un cupo de 450 músicos en el distrito Centro y ha reducido los horarios. Con la nueva normalidad las condiciones son aún más estrictas.

Una veintena de músicos consultados dicen que no ganan ahora ni la mitad de lo que recibían antes de la pandemia. “Nos dan céntimos. Con mucho sacrificio conseguimos sacar 15 euros al día en promedio”, dice el veterano guitarrista callejero Chema Martínez, de 74 años. Es una cantidad ínfima comparada con los 50 euros al día que ganaba antes de esta crisis. Dice que si un músico es muy bueno y tiene una buena jornada puede llegar a embolsarse en Madrid hasta 300 euros.

Casi ninguno tiene carteles avisando de que “se aceptan pagos con bizum” o similares. Pero varios confiesan que van a ponerlos. “Se me había ocurrido pero no lo he hecho por vergüenza porque no sé qué iba a pensar la gente”, dice Mónica Jiménez, una riojana de 21 años. Están aún reencontrándose con las calles porque hasta hace días no les habían llegado por correo los permisos del Ayuntamiento para tocar en el centro (399 músicos han sido autorizados).

“Yo creo que el dinero efectivo se acaba. De hecho llevo pensando desde hace tres años que la gente apenas carga monedas”, dice el cantante callejero costarricense Mynor Sánchez, de 28 años. Ya ha recibido varios pagos por la plataforma PayPal.

“Sí que nos han dicho algunos pasajeros que si llevásemos un datáfono encima nos darían”, dice el médico cubano Alejandro Cainedo, que forma dúo a la guitarra con el ingeniero peruano Jonatan Quiroz.

El guitarrista argentino Manuel Cano tocando a última hora de la tarde del martes en la esquina de la Gran Vía con Fuencarral, en Madrid.
El guitarrista argentino Manuel Cano tocando a última hora de la tarde del martes en la esquina de la Gran Vía con Fuencarral, en Madrid.David Expósito

Otros músicos ponen los ojos como platos y sueltan una carcajada cuando se enteran de que hay compañeros que están cobrando por el móvil. Como han hecho siempre, ponen la gorra o el vasito y esperan a que alguien suelte algo de calderilla. Esta semana ha mejorado un poco la cosa. Se nota que la gente ha cobrado hace poco. “No creo que el dinero desaparezca todavía en nuestra generación”, dice la colombiana de 26 años Alexandra Gutiérrez. “Pienso que en unos 100 años sí”.

“De momento el pago digital es anecdótico pero si se extiende nos adaptaremos”, dice Daniel Cabrera, miembro de la Plataforma La Calle Suena.

Quien lleva monedas a veces es reacio a rozar sus manos con las de otros. Los que pagan estos días a los músicos llevan en ocasiones guantes o una botellita de gel. La gente se ha vuelto muy precavida a causa del virus pero sigue agradeciendo escuchar la música en su ruta a casa o al trabajo. “Hay gente que nos abraza emocionada”, dice la colombiana Gutiérrez, que agradece la solidaridad madrileña llegue de la forma que llegue.

La cantante Mónica Jiménez el martes por la tarde en la Gran Vía de Madrid interpretando "You Know I'm No Good" de Amy Winehouse.
La cantante Mónica Jiménez el martes por la tarde en la Gran Vía de Madrid interpretando "You Know I'm No Good" de Amy Winehouse.David Expósito

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Fernando Peinado
Es reportero de la sección de Madrid desde 2018. Antes pasó ocho años en Estados Unidos donde trabajó para Univision, BBC, AP y The Miami Herald. Es autor de Trumpistas (Editorial Fuera de Ruta).

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