Díaz Ayuso: “Se puede ser una democracia plena y no ser libre en todos los aspectos”

¿Qué se esconde tras el lema “comunismo o libertad”? Durante diez minutos de entrevista en Onda Cero, Isabel Díaz Ayuso ha justificado este miércoles la idea fuerza de su campaña electoral oponiendo su modelo ideológico al de Pedro Sánchez ―”Las políticas que se están aplicando desde Moncloa contra la empresa, contra la economía, sí que atentan contra la libertad”, ha dicho―, comparando la gestión del PP en Madrid con la de los independentistas en Cataluña y resumiendo las desigualdades que a su juicio generan las distintas regulaciones autonómicas con 14 palabras que han sembrado la polémica inmediatamente: “Se puede ser una democracia plena y no ser libre en todos los aspectos”.

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Tras perder las elecciones de 2019, Díaz Ayuso llegó al poder gracias a los votos de PP, Cs y Vox. Desde entonces, dijo en una entrevista con EL PAÍS, se sintió “presa” de una Asamblea en la que el enfrentamiento de sus dos socios le privó de tener apoyos fiables. El fracaso legislativo consecuente (ni un Presupuesto presentado en dos años, y tan solo una reforma legal aprobada) es el argumento con el que la presidenta regional ha justificado convocar elecciones en mitad de una crisis sanitaria sin precedentes. Busca, ha repetido durante toda la campaña, ser libre para gobernar y evitar que la izquierda llegue al poder en una región donde el PP manda desde hace más de un cuarto de siglo.

― “¿Qué es la libertad?”, le ha preguntado el periodista Carlos Alsina.

― “Bueno, pues es, entre otras muchísimas cosas, la sociedad que nos hemos dado en la Comunidad de Madrid, un modo de vida que cuando ha ido en dirección contraria como ha pasado en otras comunidades prósperas como Cataluña ha tenido como consecuencia división social, un éxodo de empresas y de estudiantes. La libertad es la posibilidad de cada mañana, elegir, cada ciudadano, si tiene oportunidad, el tipo de vida que quiere, para elegir un colegio, que es algo que no ocurre en todas las comunidades autónomas, para elegir el modelo sanitario, a qué hospital acudir, cómo llamar a su comercio, a qué hora abrirlo, a qué hora cerrarlo, a qué hora consumir los demás y es responsabilidad, es tener la oportunidad de llevar las riendas de tu vida sin que uno esté preso de otros...”

― “¿Todo eso no existe fuera de Madrid?”.

― “No digo que no exista fuera de Madrid digo que está ahora mismo amenazado. [Pablo Iglesias] tiene un proyecto que siempre habla de la expropiación de pisos, de seguir amenazando a la empresa, de seguir inmiscuyéndose en decisiones de todos los ciudadanos, de impuestos confiscatorios”, ha dicho este miércoles, en referencia a la posibilidad de que PSOE, Más Madrid y Podemos se alíen para llegar a la Real Casa de Correos, sede del gobierno regional. “Una democracia sin ley se convierte en otra cosa. Es una forma muy fina para entrar en las instituciones para luego cambiar las cosas por detrás”.

―”¿España no es una democracia plena?”.

―”Sí, absolutamente, lo es. Pero cuando hablamos de libertad en estas elecciones, hablamos de lo que nos hemos dado y de lo que podría ocurrir según qué políticas entran en el motor económico de España (...) Se puede ser una democracia plena y no ser libre. Puede haber democracia y puede no haber libertad. Se puede ser una democracia plena y no ser libres en todos los aspectos”.

La libertad que ha defendido este miércoles Díaz Ayuso es la resultante de aplicar las tesis más liberales del PP, que han tenido su máxima expresión en Madrid. Como si de un viaje en el tiempo se tratara, los conceptos con los que Díaz Ayuso defiende su proyecto retrotraen a las campañas de Esperanza Aguirre. Colaboración público-privada. Ninguna restricción horaria a los comercios. Libre elección de colegio para los padres. Bilingüismo. Bajos impuestos para favorecer el emprendimiento y la iniciativa empresarial. Eliminación de la burocracia. Los grandes éxitos del aguirrismo suenan hoy con la voz de Díaz Ayuso, que en ningún momento habla sobre la desigualdad que han generado en Madrid algunas de esas decisiones y que reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística.

“En el momento en el que no puedes elegir a qué modelo educativo al que llevas a tus hijos, ya no es la misma libertad”, ha empezado. “¿Tú crees que tienen libertad ahora mismo comerciantes, hosteleros y según qué otros sectores en el resto de España? Yo creo que no. ¿Tiene la misma libertad para abrir un negocio un ciudadano en la Andalucía socialista y en la actual? Yo creo que no”, ha seguido. Y ha rematado: “En un Estado de derecho la ley es la clave, pero el exceso de burocracia, o de impuestos, acaba con la libertad, el incentivo y la capacidad para arriesgar. Y llega un momento que hace que a muchos ciudadanos no les compense nada más que el dejarse llevar, el sometimiento a la subvención. La hostelería o los comercios en otras comunidades no tienen la misma libertad para abrir”.

Madrid siempre fue el escaparate de lo que el PP podía ofrecer a los ciudadanos cuando no ocupaba La Moncloa. Esa apuesta estratégica se ha multiplicado desde que Díaz Ayuso llegó al poder. Ahora, la realidad compleja de Madrid, con su buena marcha económica y su desigualdad social; sus colegios bilingües y sus problemas de ratios alumno-profesor; o sus hospitales destacados en todos los ránkings y sus profesionales sanitarios agotados... se esconden y justifican bajo una sola palabra: libertad.

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